Duro golpe al bipartidismo de PP y PSOE en España
Barcelona, AP
El Partido Popular de Mariano Rajoy ganó el domingo de forma ajustada las elecciones españolas al Parlamento Europeo frente a la competencia que le planteó el Partido Socialista, pero el bipartidismo sufrió un golpe notable con el ascenso de formaciones minoritarias izquierdistas y el auge del independentismo catalán.
El PP gobierna en España desde 2011 y consiguió el 26,04% de los votos al hemiciclo europeo, donde contara con 16 escaños frente a 14 del PSOE, que recogió el 23,03% de los votos.
Pero el partido de Rajoy no vio respaldas las duras políticas económicas y fiscales que han mermado considerablemente el estado del bienestar y perdió ocho escaños en comparación con las elecciones europeas de 2009, mientras que el PSOE cedió nueve. En total, los dos grandes partidos dilapidaron hasta cinco millones de votos (unos 2,5 millones cada uno) que beneficiaron mayoritariamente a las formaciones de la izquierda.
La tercera fuerza política que represente a España en el Europarlamento es la resurgida Izquierda Unida de Willy Meyer, que rentabilizó el descontento con el PP y consiguió el 9,99% de los votos y seis escaños bajo la bandera de Izquierda Plural, mejorando sus resultados de las elecciones de 2009, en que apenas contabilizó dos asientos.
"Desde la izquierda estamos en condiciones de derrotar al bipartidismo", proclamó Meyer.
Destacó también el auge de la formación Podemos liderada por el joven Pablo Iglesias, representante del sentir surgido con el movimiento de los Indignados del 15-M, que copó gran parte de las protestas por los severos recortes de la derecha y totalizó cinco escaños, producto del 7,9% del sufragio.
"No nacimos para tener un papel testimonial, sino para ir por todas. No queremos ser una colonia de Alemania", advirtió Iglesias en alusión al poder de las políticas macroeconómicas centroeuropeas.
Los partidos catalanes, que tienen previsto realizar una consulta por la independencia el próximo 9 de noviembre, disfrutaron de su más alta participación en unos comicios europeos, el 47,44%, coparon cinco escaños continentales y vieron como ERC, la fuerza más vehemente por el proceso separatista, superó en votos (el 23,67) a su socio en el gobierno de Cataluña, CIU (21,86 en su propia región.
Francisco Sosa Wagner, de Unión Progreso y Democracia, fue el quinto candidato más votado en España, con el 6,4% de los votos, y totalizó cuatro escaños.
El PP, ganador por amplia mayoría en las elecciones generales de 2011, había sufrido una ajetreada campaña con sonada polémica por las declaraciones machistas de su representante Miguel Arias Cañete y temió ver comprometido su triunfo por el Partido Socialista, líder de la oposición y con Elena Valenciano como cabeza de cartel.
"Después de una campaña muy dura hemos ganado y mejorado nuestra distancia respecto al PSOE", resumió Cañete, mientras Valenciano no maquilló la derrota. "Es un resultado duro y debemos reflexionar", declaró la socialista.
Al final los populares se vieron más comprometidos por el refuerzo de la izquierda, con la resurgida IU y la entrada en escena de Podemos, que por la tradicional oposición de los socialistas cuyo líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, deberá afrontar desde ya un proceso renovador de cara a competir por las elecciones generales programadas para dentro de año y medio.
Más de 36 millones de españoles fueron convocados a las urnas en las séptimas elecciones europeas desde que el país entrara en democracia y la jornada se desarrolló con total normalidad, pero la participación resultó menor al 50% de los censados, quedando finalmente en un 45,58%, ligeramente superior al 44,9% de cinco años atrás.
En Cataluña, la mejora se asentó en los diez puntos: del 36,94% de censados en 2009 al 47,44% en 2014.
El candidato de CIU, Ramón Tremosa, había remarcado que la jornada marcaría en parte el futuro del proceso independentista catalán. "Nuestra libertad pasa por las urnas", subrayó quien al final se ubicó tercero en España bajo la bandera de la formación Coalición Por Europa pero fue rebasado en Cataluña por la fuerza de la ERC de Josep María Terricabras.
El presidente catalán, Artur Mas, de CIU, proclamó que no habría "ni un paso atrás" en el objetivo de la independencia, aunque vio su liderazgo al frente de la causa seriamente comprometido.
Los socialistas sufrieron otro duro varapalo en Cataluña, donde perdieron por primera vez unos comicios continentales, cosechando apenas el 14,9% de los votos cuando nunca antes habían bajado del 30%.
En las elecciones al Parlamento Europeo, cerca de 400 millones de personas en 28 países tuvieron derecho a voto, eligiendo entre más de 16.000 candidatos que representan a 953 partidos o listas.
A España le corresponden 54 escaños de los 751 que componen el hemiciclo.
El Partido Popular de Mariano Rajoy ganó el domingo de forma ajustada las elecciones españolas al Parlamento Europeo frente a la competencia que le planteó el Partido Socialista, pero el bipartidismo sufrió un golpe notable con el ascenso de formaciones minoritarias izquierdistas y el auge del independentismo catalán.
El PP gobierna en España desde 2011 y consiguió el 26,04% de los votos al hemiciclo europeo, donde contara con 16 escaños frente a 14 del PSOE, que recogió el 23,03% de los votos.
Pero el partido de Rajoy no vio respaldas las duras políticas económicas y fiscales que han mermado considerablemente el estado del bienestar y perdió ocho escaños en comparación con las elecciones europeas de 2009, mientras que el PSOE cedió nueve. En total, los dos grandes partidos dilapidaron hasta cinco millones de votos (unos 2,5 millones cada uno) que beneficiaron mayoritariamente a las formaciones de la izquierda.
La tercera fuerza política que represente a España en el Europarlamento es la resurgida Izquierda Unida de Willy Meyer, que rentabilizó el descontento con el PP y consiguió el 9,99% de los votos y seis escaños bajo la bandera de Izquierda Plural, mejorando sus resultados de las elecciones de 2009, en que apenas contabilizó dos asientos.
"Desde la izquierda estamos en condiciones de derrotar al bipartidismo", proclamó Meyer.
Destacó también el auge de la formación Podemos liderada por el joven Pablo Iglesias, representante del sentir surgido con el movimiento de los Indignados del 15-M, que copó gran parte de las protestas por los severos recortes de la derecha y totalizó cinco escaños, producto del 7,9% del sufragio.
"No nacimos para tener un papel testimonial, sino para ir por todas. No queremos ser una colonia de Alemania", advirtió Iglesias en alusión al poder de las políticas macroeconómicas centroeuropeas.
Los partidos catalanes, que tienen previsto realizar una consulta por la independencia el próximo 9 de noviembre, disfrutaron de su más alta participación en unos comicios europeos, el 47,44%, coparon cinco escaños continentales y vieron como ERC, la fuerza más vehemente por el proceso separatista, superó en votos (el 23,67) a su socio en el gobierno de Cataluña, CIU (21,86 en su propia región.
Francisco Sosa Wagner, de Unión Progreso y Democracia, fue el quinto candidato más votado en España, con el 6,4% de los votos, y totalizó cuatro escaños.
El PP, ganador por amplia mayoría en las elecciones generales de 2011, había sufrido una ajetreada campaña con sonada polémica por las declaraciones machistas de su representante Miguel Arias Cañete y temió ver comprometido su triunfo por el Partido Socialista, líder de la oposición y con Elena Valenciano como cabeza de cartel.
"Después de una campaña muy dura hemos ganado y mejorado nuestra distancia respecto al PSOE", resumió Cañete, mientras Valenciano no maquilló la derrota. "Es un resultado duro y debemos reflexionar", declaró la socialista.
Al final los populares se vieron más comprometidos por el refuerzo de la izquierda, con la resurgida IU y la entrada en escena de Podemos, que por la tradicional oposición de los socialistas cuyo líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, deberá afrontar desde ya un proceso renovador de cara a competir por las elecciones generales programadas para dentro de año y medio.
Más de 36 millones de españoles fueron convocados a las urnas en las séptimas elecciones europeas desde que el país entrara en democracia y la jornada se desarrolló con total normalidad, pero la participación resultó menor al 50% de los censados, quedando finalmente en un 45,58%, ligeramente superior al 44,9% de cinco años atrás.
En Cataluña, la mejora se asentó en los diez puntos: del 36,94% de censados en 2009 al 47,44% en 2014.
El candidato de CIU, Ramón Tremosa, había remarcado que la jornada marcaría en parte el futuro del proceso independentista catalán. "Nuestra libertad pasa por las urnas", subrayó quien al final se ubicó tercero en España bajo la bandera de la formación Coalición Por Europa pero fue rebasado en Cataluña por la fuerza de la ERC de Josep María Terricabras.
El presidente catalán, Artur Mas, de CIU, proclamó que no habría "ni un paso atrás" en el objetivo de la independencia, aunque vio su liderazgo al frente de la causa seriamente comprometido.
Los socialistas sufrieron otro duro varapalo en Cataluña, donde perdieron por primera vez unos comicios continentales, cosechando apenas el 14,9% de los votos cuando nunca antes habían bajado del 30%.
En las elecciones al Parlamento Europeo, cerca de 400 millones de personas en 28 países tuvieron derecho a voto, eligiendo entre más de 16.000 candidatos que representan a 953 partidos o listas.
A España le corresponden 54 escaños de los 751 que componen el hemiciclo.