Del Bosque, el hombre ideal para que España no pierda la ambición

BARCELONA,  Reuters/EP
España iniciará la defensa de su título en el Mundial de Brasil con un plantel rico en talento y el hombre ideal para que los futbolistas mantengan los pies sobre la tierra cuando busquen ganar su cuarto gran trofeo consecutivo: el entrenador Vicente Del Bosque.
Hay poco para criticarle al técnico de 63 años, que asumió luego de que España ganó la Eurocopa 2008 y guió al equipo a una victoria en el Mundial de Sudáfrica dos años después, antes de defender con éxito su corona continental en la Euro 2012.


No fue fácil cumplir las expectativas generadas por el triunfo en la Euro 2008, cuando la selección española comandada por el fallecido Luis Aragonés ganó su primer gran título desde el campeonato europeo de 1964.

Aragonés, quien falleció en febrero y es considerado el padre de la selección española moderna, acabó con las jerarquías y los egos desmedidos en el equipo, al tiempo que imprimió la marca del fútbol de pases rápidos y posesión del balón que llevó al éxito al Barcelona.

Del Bosque tenía un gran historial que lo avalaba para el cargo y ha dejado en claro que los jugadores son los protagonistas. El técnico controla el plantel con convicción y no se deja llevar por las opiniones de los hinchas y los medios.

Nunca trató de ocultar su fidelidad al Real Madrid, donde pasó 11 temporadas como alguien caracterizado por su técnica y su inteligencia en el mediocampo, un jugador comparable con Sergio Busquets, del Barcelona.

Convencido de su futuro, Del Bosque obtuvo el título de entrenador a los 27 años y, después de retirarse, trabajó en la academia juvenil del Madrid. Dos veces asumió como interino del primer equipo hasta que se quedó con el trabajo en 1999.

Del Bosque tuvo la capacidad unificadora necesaria -algo que luego sería invaluable para España- para manejar el equipo del Madrid apodado como "Galácticos", al que llegó a ganar la Liga de Campeones en el 2002 antes de ser despedido por Florentino Pérez al año siguiente por no tener el carisma que el presidente consideraba necesario.

Aquella fue una herida que todavía no ha sanado.

DERROTA DOLOROSA

Como entrenador de España, Del Bosque ha demostrado capacidad para disminuir las tensiones, notablemente en la Eurocopa 2012, cuando tuvo que resolver disputas entre jugadores del Barcelona y el Real Madrid.

"No soy el tipo de entrenador al que le gusta gritar, prefiero convencer a los jugadores", destacó.

En la Euro 2012, mostró determinación para sostener sus tácticas. A pesar de las críticas, se negó a jugar con un centrodelantero tradicional en muchos de los partidos del torneo y optó por un jugador que fusionara la creación con el ataque, además de tener olfato goleador: Cesc Fàbregas.

La presión por sus tácticas aparecerá de nuevo en el Mundial, donde España necesitará olvidar una dolorosa derrota 3-0 ante Brasil en la Copa Confederaciones del año pasado, un resultado que llevó a muchos críticos a declarar que el campeón del mundo había dejado atrás su mejor versión.

Del Bosque ha convocado al delantero de origen brasileño Diego Costa y ha ratificado al capitán y arquero Iker Casillas pese a que perdió la titularidad en el Real Madrid.

Más allá de lo que suceda en el Mundial, Del Bosque seguramente reflexionará filosóficamente sobre el resultado.

"Soy muy afortunado, sé que solo soy un entrenador", dijo recientemente en una entrevista con el diario El País de España. "En lo profesional he podido acceder a cosas impensables y me siento orgulloso de mi pasión, que es el fútbol, de poder haber dado un Mundial y de haber ganado el Campeonato Europeo".

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