Zlatan Ibrahimovic y José Mourinho: Una gran historia de amor
Las rupturas nunca fueron fáciles. Zlatan Ibrahimovic desubrió esto cuando abandonó el Inter de Milán rumbo a Barcelona en 2009. Justo antes de su partida, el delantero se encontró cara a cara con, por aquel entonces entrenador, José Mourinho, en el hotel del equipo en California después de un amistoso.
"Me di cuenta de que estaba furioso y molesto conmigo, escribió Zlatan en su autobiografía. "No quería perderme y me había dejado en el banquillo para ese partido de preparación y me estaba preocupando: No importa lo feliz que me iba a ir al Barça, sino lo triste que sería dejar a Mourinho. Ese tipo es especial".
Mourinho se autodenominó 'The Special One', pero Zlatan Ibrahimovic llegó a la conclusión antes, incluso, de que era el apodo adecuado para él. De hecho, el delantero se dio cuenta de que Mou no era como otros entrenadores antes incluso de haberse conocido mutuamente.
Después de un partido ante España en la Eurocopa de 2008, Zlatan recibió un mensaje de su entrenador: "Tengo muchos mensajes después de los partidos, pero uno fue de Mourinho: 'Bien hecho'", escribió. Luego me dio un consejo, y, te prometo, me detuve en seco. ¡Nunca tuve un sms de un entrenador!. Le respondí y me llegaron más mensajes. Era como 'wow', Mourinho estaba mirándome. Me sentí apreciado".
"Yo lo calificaría como uno de los mejores jugadores que he entrenado"
- Jose Mourinho
"Estuvo bien", explicó Ibra. La primera vez que conoció a Helena, la novia del sueco, le susurró: "Tienes solo una misión: ¡Alimenta a Zlatan, déjalo dormir y mantenlo feliz!". Él es el líder de un ejército, pero se preocupa por él también. "Es exactamente lo contrario de Guardiola. Si Mourinho ilumina una habitación, Guardiola corre las cortinas. Supuse que Guardiola estuvo tratando de coincidir con él".
Es inevitable hablar de una relación de Ibrahimovic con Mourinho sin tener que pasar por Pep Guardiola. Son los dos entrenadores con los que más se le asocia. Mou era cálido y encantador. Guardiola era aparentemente más frío y distante. Mourinho hizo que Ibra se sintiera importante. Pep hizo que Ibra se sintiera "diferente".
Después de que, supuestamente, le hizo senntir culpable de la eliminación de la Champions League a manos del Inter en el Camp Nou, Ibrahimovic finalmente se hartó con Guardiola después de un partido de Liga BBVA ante el Villarreal. "Le grité: 'No tienes pelotas', y sin duda, después le dije algo peor. 'Te estás tomando el pelo delante de Mourinho. ¡Puedes irte al infierno!
Historias como estas refuerzan la creencia de varios en que Ibrahimovic es un jugador casi imposible de gestionar. Sin embargo, Mourinho insiste en que nada podría estar más lejos de la realidad: "No entiendo cuando la gente dice que es un tipo difícil. Una personalidad difícil es cuando trabajas con personas que no quieren ganar o no quieren mejorar".
"Cuando tienes a alguien que es un ganador y quiere ganar siempre, y quiere ser el mejor y que no tiene miedo a las grandes responsabilidades creo que es muy fácil. Solo lo entrené durante un año, pero fue un gran año, una buena experiencia. Lo calificaría como uno de los mejores jugadores a los que entrené", dijo el portugués.
Eso es, precisamente, de lo que Mourinho ha advertido a sus jugadores acerca de la amenaza del París Saint-Germain. Eliminar a los franceses supone grandes esperanzas para el Chelsea de ganar la Champions League esta temporada. Ibrahimovic ha ganado ligas en cinco países, pero sin embargo nunca ha levantado la 'orejona'.
Durante esa conversación que tuvieron en el hotel antes de su marcha a Barcelona, Mourinho dijo a Ibra: "Así que, ¿te vas al Barça para ganar la Champions League eh? Pero nosotros seremos los que la traeremos a casa, no lo olvides. ¡Será nuestra!".
Ibrahimovic nunca ha olvidado esa charla del portugués. Mourinho lo sabe y es muy consciente de que el sueño del sueco es levantar la Champions League. Sin embargo, sea cual sea el resultado de los cuartos de final entre PSG y Chelsea, nada va a cambiar entre los dos. En las rueda de prensa anteriores al encuentro no pararon de echarse piropos.
Un entrenador especial. Un jugador especial. Una relación especial.
