Yatseniuk y varios ministros tratan de calmar los ánimos prorrusos en Donetsk
Lugansk, EFE
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, viajó hoy a la ciudad suroriental de Donetsk para tratar de calmar los ánimos de los prorrusos que desde hace días desafían al poder de Kiev y ocupan la sede del Gobierno regional.
Yatseniuk se reunió con los representantes políticos y económicos de las regiones surorientales de Donetsk, Lugansk y Járkov, a quienes aseguró que el Gobierno ucraniano no tiene intención de derogar la ley de 2012 que permite la existencia de dos lenguas cooficiales -ucraniano y ruso- donde una minoría supere el 10 % de la población.
"Nadie va a derogar esa ley", señaló Yatseniuk en la reunión, que se celebró en un centro de negocios.
Con Yatseniuk, viajaron a Donetsk el viceprimer ministro, Vitali Yarema, el titular de Interior, Arsén Avakov, la ministra de Política Social, Lidmila Denisova, y el de Vivienda, Vladímir Groisman, quienes participaron en la reunión.
El pasado 23 de febrero, un día después de ser destituido el presidente Víktor Yanukóvich, tras tres meses de revuelta popular en Kiev, el Parlamento ucraniano aprobó una resolución por la que se anulaba la ley de 2012 que permitía la coexistencia del ruso con el ucraniano como lenguas oficiales en las regiones con amplias poblaciones rusófonas.
La medida exacerbó los ánimos de los rusos étnicos en Crimea -que un mes más tarde era anexionada por Rusia y en el sureste del país, donde desde hace días activistas prorrusos mantienen ocupados dos edificios oficiales en Nonetsk y Lugansk.
El presidente interino del Parlamento ucraniano, Alexander Turchínov, anunció, sin embargo, el 3 de marzo, que no iba a firmar la resolución de la cámara que había dejado sin vigor la ley sobre las lenguas.
La reunión de hoy en Donetsk comenzó con un minuto de silencio por los siete mineros que murieron hoy en una explosión en una mina de carbón en esta ciudad.
La explosión se produjo en la mina Skochinski a una profundidad de 1.300 metros.
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, viajó hoy a la ciudad suroriental de Donetsk para tratar de calmar los ánimos de los prorrusos que desde hace días desafían al poder de Kiev y ocupan la sede del Gobierno regional.
Yatseniuk se reunió con los representantes políticos y económicos de las regiones surorientales de Donetsk, Lugansk y Járkov, a quienes aseguró que el Gobierno ucraniano no tiene intención de derogar la ley de 2012 que permite la existencia de dos lenguas cooficiales -ucraniano y ruso- donde una minoría supere el 10 % de la población.
"Nadie va a derogar esa ley", señaló Yatseniuk en la reunión, que se celebró en un centro de negocios.
Con Yatseniuk, viajaron a Donetsk el viceprimer ministro, Vitali Yarema, el titular de Interior, Arsén Avakov, la ministra de Política Social, Lidmila Denisova, y el de Vivienda, Vladímir Groisman, quienes participaron en la reunión.
El pasado 23 de febrero, un día después de ser destituido el presidente Víktor Yanukóvich, tras tres meses de revuelta popular en Kiev, el Parlamento ucraniano aprobó una resolución por la que se anulaba la ley de 2012 que permitía la coexistencia del ruso con el ucraniano como lenguas oficiales en las regiones con amplias poblaciones rusófonas.
La medida exacerbó los ánimos de los rusos étnicos en Crimea -que un mes más tarde era anexionada por Rusia y en el sureste del país, donde desde hace días activistas prorrusos mantienen ocupados dos edificios oficiales en Nonetsk y Lugansk.
El presidente interino del Parlamento ucraniano, Alexander Turchínov, anunció, sin embargo, el 3 de marzo, que no iba a firmar la resolución de la cámara que había dejado sin vigor la ley sobre las lenguas.
La reunión de hoy en Donetsk comenzó con un minuto de silencio por los siete mineros que murieron hoy en una explosión en una mina de carbón en esta ciudad.
La explosión se produjo en la mina Skochinski a una profundidad de 1.300 metros.