Vecinos de Iquique levantan barricadas para protestar por la falta de ayudas tras el terremoto
Santiago, EP
Grupos de vecinos de la ciudad de Iquique, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter que el pasado martes sacudió la costa norte del país sudamericano, levantan barricadas y provocan varios incendios para protestar por falta de ayudas, después de manifestarse por las calles de la localidad.
La acción ha comenzado en torno a las 19.00 horas (hora local) y en ella participan decenas de personas, de acuerdo con la información del diario chileno 'El Mercurio', que sitúa las protestas en el sector de avenida La Tirana. Entre otro elementos, los manifestantes piden mantas con las que cubrirse del frío.
Por su parte, en la localidad de Huara un total de 206 casas han sufrido daños estructurales y 40 de ellas se encuentran inhabitables como consecuencia de los dos terremotos que afectaron a la Región de Tarapacá los pasados martes y miércoles, según ha denunciado el alcalde de la comuna, Carlos Silva.
"Son millonarias las pérdidas porque tenemos que destruir gran parte de nuestros liceos. Vamos a tener que crear un nuevo barrio de emergencia mientras se reconstruyen las casas afectadas. Hay mucha destrucción también en edificios patrimoniales", ha añadido el edil.
BACHELET MANTIENE EL ESTADO DE CATÁSTROFE
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha decidido mantener el estado de catástrofe en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá "el tiempo que sea necesario" para recuperar la normalidad. Además, ha ordenado a sus ministro de Interior y de Defensa, Rodrigo Peñailillo y Jorge Burgos, respectivamente, que viajen a las ciudades de Iquique y Arica para supervisar la respuesta de emergencia.
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde, ha anunciado que se elaborará un registro de los daños causados por el terremoto que será entregado a Bachelet para que, en base al mismo, diseñe el anunciado plan de reconstrucción.
Elizalde ha explicado que las prioridades en estos momentos es el restablecimiento de los suministros de agua y luz y la restauración de las comunicaciones por vía terrestre, de acuerdo con el diario chileno 'El Mercurio'.
EL TERREMOTO
El terremoto de 8,2 en la escala de Richter se produjo a las 18.46 (hora local) del pasado martes en el océano Pacífico, específicamente, 86 kilómetros al noroeste de la ciudad de Iquique a unos 20 kilómetros de profundidad. La sacudida se ha podido sentir en Perú y Ecuador.
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile declaró la alerta de tsunami, ordenando la evacuación del litoral septentrional, lo que obligó a unas 900.000 a abandonar sus hogares, aunque finalmente la retiró.
Este terremoto dejó seis muertos, a los que se suma ahora una bebé de seis días (por pasar varias noches a la intemperie), y provocó escenas de pánico. Los derrumbes, los incendios y las inundaciones evocaron el devastador seísmo de hace cuatro años, que originó un potente tsunami que le costó la vida a más de 500 personas.
Apenas 24 horas después, se ha producido otro seísmo, esta vez de 7,4 en la escala de Richter, que ha obligado a emitir otra orden de evacuación y alerta de tsunami, que han sido canceladas permitiendo la vuelta de los residentes locales a sus hogares.
Grupos de vecinos de la ciudad de Iquique, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter que el pasado martes sacudió la costa norte del país sudamericano, levantan barricadas y provocan varios incendios para protestar por falta de ayudas, después de manifestarse por las calles de la localidad.
La acción ha comenzado en torno a las 19.00 horas (hora local) y en ella participan decenas de personas, de acuerdo con la información del diario chileno 'El Mercurio', que sitúa las protestas en el sector de avenida La Tirana. Entre otro elementos, los manifestantes piden mantas con las que cubrirse del frío.
Por su parte, en la localidad de Huara un total de 206 casas han sufrido daños estructurales y 40 de ellas se encuentran inhabitables como consecuencia de los dos terremotos que afectaron a la Región de Tarapacá los pasados martes y miércoles, según ha denunciado el alcalde de la comuna, Carlos Silva.
"Son millonarias las pérdidas porque tenemos que destruir gran parte de nuestros liceos. Vamos a tener que crear un nuevo barrio de emergencia mientras se reconstruyen las casas afectadas. Hay mucha destrucción también en edificios patrimoniales", ha añadido el edil.
BACHELET MANTIENE EL ESTADO DE CATÁSTROFE
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha decidido mantener el estado de catástrofe en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá "el tiempo que sea necesario" para recuperar la normalidad. Además, ha ordenado a sus ministro de Interior y de Defensa, Rodrigo Peñailillo y Jorge Burgos, respectivamente, que viajen a las ciudades de Iquique y Arica para supervisar la respuesta de emergencia.
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde, ha anunciado que se elaborará un registro de los daños causados por el terremoto que será entregado a Bachelet para que, en base al mismo, diseñe el anunciado plan de reconstrucción.
Elizalde ha explicado que las prioridades en estos momentos es el restablecimiento de los suministros de agua y luz y la restauración de las comunicaciones por vía terrestre, de acuerdo con el diario chileno 'El Mercurio'.
EL TERREMOTO
El terremoto de 8,2 en la escala de Richter se produjo a las 18.46 (hora local) del pasado martes en el océano Pacífico, específicamente, 86 kilómetros al noroeste de la ciudad de Iquique a unos 20 kilómetros de profundidad. La sacudida se ha podido sentir en Perú y Ecuador.
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile declaró la alerta de tsunami, ordenando la evacuación del litoral septentrional, lo que obligó a unas 900.000 a abandonar sus hogares, aunque finalmente la retiró.
Este terremoto dejó seis muertos, a los que se suma ahora una bebé de seis días (por pasar varias noches a la intemperie), y provocó escenas de pánico. Los derrumbes, los incendios y las inundaciones evocaron el devastador seísmo de hace cuatro años, que originó un potente tsunami que le costó la vida a más de 500 personas.
Apenas 24 horas después, se ha producido otro seísmo, esta vez de 7,4 en la escala de Richter, que ha obligado a emitir otra orden de evacuación y alerta de tsunami, que han sido canceladas permitiendo la vuelta de los residentes locales a sus hogares.