Ucrania: Mueren 3 en ataque a base del Mar Negro

Kiev, AP
Tres paramilitares prorrusos murieron y 13 resultaron heridos luego de que las tropas ucranianas repelieran un ataque contra una base de la Guardia Nacional Ucraniana en el puerto de Mariupol, en el Mar Negro, informaron el jueves autoridades locales.


Se trató el incidente más sangriento hasta la fecha en la confrontación entre el gobierno central de Kiev y los insurgentes del este del país que son apoyados por Moscú.

Unos 300 hombres provistos de bombas incendiarias arremetieron el miércoles en la noche contra la base, ubicada en la región sureste del país, afirmó en un comunicado el ministro del Interior, Arsen Avakov.

Individuos enmascarados y con sofisticadas armas han participado en la toma de edificios de gobierno en el este de Ucrania, despertando la sospecha de que gran parte de la agitación se debe al respaldo de Rusia.

Pero el jueves el presidente ruso Vladimir Putin dijo que las ideas de que fuerzas rusas estuvieran fomentando la volatilidad en Ucrania "no tenían sentido".

"No tiene sentido, no hay unidades especiales, fuerzas o instructores especiales ahí", aseguró.

Además admitió —por primera vez— que las tropas sin insignia que capturaron la península de Crimea antes de que ésta se anexara a Rusia el mes pasado, eran soldados rusos.

Putin también expresó su esperanza en que las negociaciones en Ginebra que se realizan este jueves entre Rusia, Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea, puedan trazar un mapa para salir de la crisis de seguridad.

Mientras, el ministro ucraniano del Interior afirmó que la Guardia Nacional y las fuerzas policiales rechazaron a los agresores, en tanto que 63 personas fueron arrestadas como resultado de la operación. La mayoría de los atacantes fueron desarmados, agregó.

Las escaramuzas tuvieron lugar después de que el gobierno ucraniano anunciara una operación para recuperar el control de Solvyansk y en otras ciudades de la conflictiva región oriental del país.

Una insurgencia bien armada y apoyada por Rusia ha sembrado el caos en las últimas semanas en el este de Ucrania.

El miércoles, insurgentes apoyados por Moscú despojaron de vehículos armados y armas a las fuerzas del gobierno ucraniano que están mal equipadas en tanto que paramilitares han ocupado estaciones de policía y edificios administrativos en al menos 10 localidades en la región, incluida Mariupol, cerca de la frontera con Rusia.

El despliegue de miles de efectivos rusos a lo largo de la frontera con Ucrania ha suscitado temores de que el Kremlin pretenda aprovechar la inestabilidad en la región, en la que predomina el habla rusa, como pretexto para apoderarse de más territorio después de que se anexara en marzo Crimea.

La agitación más reciente ocurrió antes de que diplomáticos de Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia se dispusieran a reunirse el jueves por primera vez en medio de esta crisis cada vez más intensa que amenaza con desestabilizar al nuevo gobierno en Kiev.

Debido a las dificultades que enfrenta Ucrania para contener la revuelta pro rusa, el gobierno del presidente Barack Obama anunció que prepara sanciones adicionales contra Moscú e incrementará en los próximos días la asistencia a las fuerzas militares de ese país.

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