Sobre pedales, transporte económico y ecológico

Madrid, EP
En lo que se refiere a la bicicleta todo parecen ventajas aunque el empujón inicial tenga que venir del desarrollo de más infraestructuras y quizás verse frenado por una reglamentación excesiva en el ámbito de la seguridad vial. La salud pública es una de las principales beneficiarias de que cada vez más ciudadanos se apunten al uso de la bicicleta.


Según explica a Infosalus Manuel Martín, portavoz de la Coordinadora en Defensa de la Bicicleta en España 'ConBici', los beneficios del uso de la bicicleta son como punto de partida para la sociedad en su conjunto dado que es un medio de transporte que no contamina y ayuda a reducir los niveles de contaminación además de generar salud pública a través de la mejora del estado físico de quien la utiliza.

Martín destaca que existen estudios que muestran que el uso habitual de la bicicleta puede aumentar la esperanza de vida hasta un promedio de cinco años en las personas que realizan esta actividad de forma asidua.

Aumenta además la seguridad vial, pues lleva a una reducción de la velocidad de los coches que se habitúan a la presencia de ciclistas en la carretera y reduce el gasto sanitario al mejorar la salud de los ciudadanos que la emplean como medio de transporte, añade Martín.

Entre las recomendaciones que el portavoz de 'ConBici' (www.conbici.org ) apunta a Infosalus para quienes comiencen a emplear la bicicleta en ciudad se encuentran:

1. Empezar a pedalear: la planificación es fundamental para no frustrarse y quedarse sólo en el intento. Para ello, Martín sugiere empezar poco a poco y fijarse los objetivos en función del estado físico individual. Además, es recomendable comenzar los fines de semana, hacer los primeros viajes al trabajo en días no laborables y nunca tirar la toalla pues las ventajas superan a los inconvenientes iniciales que se terminan superando, concluye Martín.

2. El ciclista debe hacerse 'visible y previsible': esto supone que en ciudad es conveniente circular por el centro del carril, aunque la normativa establece que hay que hacerlo por la parte de derecha de la calzada, pues de esa manera los coches no arrinconan al ciclista, le ven mejor y guardan de forma adecuada la distancia al adelantar y ven mejor al ciclista. Martín señala que en ciudad esta zona derecha de la carretera suele presentar un firme más deteriorado.

3. Realizar las indicaciones necesarias a conductores: pegarse a la derecha puede ser una invitación al adelantamiento por parte de otros vehículos a motor por lo que circular en el centro del carril también ayuda a despejar dudas en este sentido. Toda maniobra debe ser informada al resto de vehículos con suficiente antelación. En las rotondas también es conveniente ocupar buena parte del carril derecho para integrarse en la circulación con el resto de vehículos que transitan.

4. Evitar los puntos muertos de visibilidad: esto es especialmente importante en el caso de autobuses y camiones.

5. Equipamiento mínimo: lo fundamental es que el ciclista pueda ser visto sin problemas para ello es importante el uso de reflectantes que deben mantenerse siempre en la bicicleta, mantener las luces delantera y trasera de la bicicleta siempre a punto, utilizar ropa clara y chaleco reflectante, especialmente en vías poco iluminadas.

6. Utilizar alforjas o cestillos: para transportar los enseres personales (ropa, portátil, compra) y que no molesten durante la conducción. En los desplazamientos cortos en ciudad la ropa a emplear depende de la actividad que se vaya a realizar durante el día y no del uso de la bicicleta, apunta Martín, que considera que lo que prima es la naturalidad al utilizar este medio de transporte.

Uso del casco

La Ley de Tráfico y Seguridad Vial del 8 de abril de 2014, en vigor desde el 9 de mayo, obliga a los ciclistas menores de 16 años a llevar casco en todas las vías, y al resto en vías interurbanas. Una reglamentación posterior podría extender estas obligaciones.

Según señala Martín, el uso del casco debería ser voluntario ya que no existen estadísticas de accidentalidad que avalen su uso obligatorio y no supone una solución para la siniestralidad en carretera. Opina que por sentido común, entre los menores no será apenas cumplida mientras los niños jueguen solos con sus bicis en las calles.

Existen además estudios que apuntan que su uso obligatorio podría desalentar a entre un 30% y un 40% de aquellos que se plantean el uso de la bicicleta como transporte alternativo, añade Martín.

Errores más comunes

Existen situaciones en las que los ciclistas noveles pueden tener dudas o ser protagonistas sin quererlo de situaciones conflictivas. A continuación Martín señala algunos de estos lugares comunes de confusión y cómo actuar:

* Pasos de cebra: no hay que confiarse y emplearlos para cambiar de sentido sobre la marcha y hay que evitar, como deferencia a los peatones, transitar en ellos si no existe carril para las bicicletas.

* Intersecciones y cruces: aunque exista carril bici, siempre que se vaya a ocupar la calzada de cruce, mejor no confiarse y establecer contacto visual con los conductores de coche.

* Semáforos: siempre hay que pararse ante una señalización vial de este tipo. Es útil situarse en el centro del carril cuando se espera a que se ponga en verde ya que al reiniciar la marcha se puede comenzar con cierto bandeo por ello, el conductor del coche de atrás, debe esperar a que el ciclista recupere el control total sobre la bicicleta y la marcha.

Respetar al peatón

Entre las normas de etiqueta en la relación entre ciclistas y Peatones, Martín apunta los siguientes consejos:

* Aceras: no deben utilizarse por los ciclistas salvo en situaciones excepcionales o que exista carril bici-acera.

* Zonas de convivencia: los parques y las calles peatonales poco transitadas son lugares en los que conviven ciclistas y peatones. Son lugares propicios para quienes empiezan a utilizar la bicicleta y las personas con alguna dificultad física para hacerlo en otros ámbitos. También para facilitar atajos a los ciclistas y fomentar el uso de la bicicleta.

* Evitar conducir demasiado cerca de fachadas y escaparates y transitar demasiado cerca de los peatones.

* No utilizar el timbre: puede crear una mala sintonía con los peatones y transmitir un falso sentido de superioridad.

* Evitar conflictos: hay que ser conscientes de que en casos por ejemplo como el de los mayores, la percepción de la bicicleta en circulación en espacios próximos puede ser motivo de alarma en relación a su seguridad. Y tienen derecho a transitar sin sobresaltos.

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