Sin Valdés y sin debate
Barcelona, ABC
La desgraciada lesión de Víctor Valdés aclara el panorama en la portería de la selección española de cara al cada vez más cercano Mundial de Brasil. Salvo que sufra algún percance, Íker Casillas será el titular. Iba a serlo de todas formas, pero ahora el asunto queda definitivamente resuelto. Desde esta perspectiva, la noticia, lamentable sin duda, tendrá al menos el efecto balsámico de rebajar el estruendo mediático en torno al debate de quién debe ser el titular; servirá para relajar el ambiente. Efecto inverso al que ha causado en el Camp Nou, que el martes asistió con congoja a la dubitativa actuación de Pinto en el partido de Liga de Campeones contra el Atlético. El coliseo culé se llevó un sofoco cada vez que su portero de circunstancias tuvo que jugar el balón.
Para Del Bosque la ausencia obligada de Valdés será un hándicap, pero también un alivio. Un hándicap porque el azulgrana es un porterazo y la selección española, sin duda, iba a ser mejor con él en la convocatoria; un alivio porque el seleccionador podrá ahorrarse muchas preguntas de los periodistas, ávidos siempre de engordar cualquier polémica.
La incógnita que se abre ahora es la de quién entrará en la lista definitiva mundialista para suplir la baja de Valdés. Lo previsible conociendo al seleccionador y la política deportiva de la Federación es que el elegido sea David de Gea. Aunque la mala temporada del Manchester United haya llevado a ampliar el abanico de candidatos, el favorito sigue siendo el meta de la Sub 21. No es amigo Del Bosque de cambios inesperados.
En cualquier caso, aunque por los caprichos del destino vayamos a librarnos del debate de la portería, no tengan duda de que los españoles encontraremos otro en el que enzarzarnos. No se conciben los bares del país sin una cafetera ruidosa y sin un acalorado intercambio de pareceres futbolístico. Ya verán como se nos ocurre algo, que si Pedro sí o Pedro no, que si Ramos de central o de lateral, que si dónde colocamos a Iniesta, que si el nueve… En fin, menos mal que todavía quedan algunas semanas y que de momento matamos el tiempo con las tribulaciones jurídico-deportivas del Barça.
La desgraciada lesión de Víctor Valdés aclara el panorama en la portería de la selección española de cara al cada vez más cercano Mundial de Brasil. Salvo que sufra algún percance, Íker Casillas será el titular. Iba a serlo de todas formas, pero ahora el asunto queda definitivamente resuelto. Desde esta perspectiva, la noticia, lamentable sin duda, tendrá al menos el efecto balsámico de rebajar el estruendo mediático en torno al debate de quién debe ser el titular; servirá para relajar el ambiente. Efecto inverso al que ha causado en el Camp Nou, que el martes asistió con congoja a la dubitativa actuación de Pinto en el partido de Liga de Campeones contra el Atlético. El coliseo culé se llevó un sofoco cada vez que su portero de circunstancias tuvo que jugar el balón.
Para Del Bosque la ausencia obligada de Valdés será un hándicap, pero también un alivio. Un hándicap porque el azulgrana es un porterazo y la selección española, sin duda, iba a ser mejor con él en la convocatoria; un alivio porque el seleccionador podrá ahorrarse muchas preguntas de los periodistas, ávidos siempre de engordar cualquier polémica.
La incógnita que se abre ahora es la de quién entrará en la lista definitiva mundialista para suplir la baja de Valdés. Lo previsible conociendo al seleccionador y la política deportiva de la Federación es que el elegido sea David de Gea. Aunque la mala temporada del Manchester United haya llevado a ampliar el abanico de candidatos, el favorito sigue siendo el meta de la Sub 21. No es amigo Del Bosque de cambios inesperados.
En cualquier caso, aunque por los caprichos del destino vayamos a librarnos del debate de la portería, no tengan duda de que los españoles encontraremos otro en el que enzarzarnos. No se conciben los bares del país sin una cafetera ruidosa y sin un acalorado intercambio de pareceres futbolístico. Ya verán como se nos ocurre algo, que si Pedro sí o Pedro no, que si Ramos de central o de lateral, que si dónde colocamos a Iniesta, que si el nueve… En fin, menos mal que todavía quedan algunas semanas y que de momento matamos el tiempo con las tribulaciones jurídico-deportivas del Barça.