Segunda fase de entrega de donativos. De la “ciudad de los milagros” al Beni
Beni, Radio Fides
Este jueves inició la segunda fase de entrega de donativos de la ciudad de La Paz en beneficio de los damnificados por las inundaciones en el Beni. Desde muy temprano se formaron largas filas para recibir agua, alimentos, ropa, entre otros implementos.
Cerca de 20 toneladas de alimentos y vituallas serán entregadas a más de 1800 personas damnificadas en el Beni. Esta mañana la entrega se desarrolló en el sector denominado el Mangalito donde los pobladores emocionados recibieron a la comitiva de FIDES.
Tras anoticiarse de la nueva entrega se produjo una gran expectativa entre niños, madres y adultos mayores de la región.
“Muchas gracias por acordarse de nosotros que somos damnificados por las lluvias, gracias por estar con nosotros en nuestra tragedia. Felizmente las aguas ya están bajando pero se queda el mal olor”, dijo a FIDES la representante, Maria Huaji.
En esta nueva oportunidad, se apreció la paz de los afectados por las inundaciones debido a la disminución de las aguas, no obstante, se percibe un olor desagradable que da cuenta de la concentración de aguas servidas y la evidente muerte de animales en las mismas.
Esta situación fue generando a lo largo de este mes problemas de salud en los menores de edad. Sin embargo, las familias aguardan que la región trinitaria retorne a la normalidad en las próximas semanas para retomar sus actividades productivas.
Este jueves inició la segunda fase de entrega de donativos de la ciudad de La Paz en beneficio de los damnificados por las inundaciones en el Beni. Desde muy temprano se formaron largas filas para recibir agua, alimentos, ropa, entre otros implementos.
Cerca de 20 toneladas de alimentos y vituallas serán entregadas a más de 1800 personas damnificadas en el Beni. Esta mañana la entrega se desarrolló en el sector denominado el Mangalito donde los pobladores emocionados recibieron a la comitiva de FIDES.
Tras anoticiarse de la nueva entrega se produjo una gran expectativa entre niños, madres y adultos mayores de la región.
“Muchas gracias por acordarse de nosotros que somos damnificados por las lluvias, gracias por estar con nosotros en nuestra tragedia. Felizmente las aguas ya están bajando pero se queda el mal olor”, dijo a FIDES la representante, Maria Huaji.
En esta nueva oportunidad, se apreció la paz de los afectados por las inundaciones debido a la disminución de las aguas, no obstante, se percibe un olor desagradable que da cuenta de la concentración de aguas servidas y la evidente muerte de animales en las mismas.
Esta situación fue generando a lo largo de este mes problemas de salud en los menores de edad. Sin embargo, las familias aguardan que la región trinitaria retorne a la normalidad en las próximas semanas para retomar sus actividades productivas.