Machado llama a mantener la protesta pese al diálogo entre Maduro y la oposición
La líder opositora María Corina Machado ha hecho un llamamiento a seguir con las manifestaciones contra el Gobierno venezolano, al que ha acusado de «ofrecer paz hacia fuera y reprimir brutalmente dentro», tras la primera sesión del diálogo entre el Ejecutivo y la Mesa de Unidad Democrática (MUD). La que fuera diputada ha acusado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, se «seguir al pie de la letra la cartilla del régimen cubano».
«Por eso ofrece paz hacia fuera y reprimen brutalmente dentro», ha escrito en su cuenta oficial de la red social Twitter. Frente a ello, la líder de Vente Venezuela ha considerado que «la respuesta es la calle, pacíficamente». «La gente hace retroceder al régimen y logrará que avancemos hacia la transición democrática», ha confiado. Machado ha recordado que ayer, mientras el Gobierno y la coalición opositora dialogaban, en las principales ciudades del país «miles de ciudadanos salieron a la calle conscientes de que la protesta sí funciona».
La líder opositora ha hecho este llamamiento después de la reunión que durante unas seis horas mantuvieron once representantes de la MUD y once del Gobierno, con la mediación del nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, como primer paso para poner fin a la crisis política. Maduro exigió como punto de partida una condena «conjunta» de la violencia y propuso buscar «un modelo de coexistencia para que la democracia pueda fortalecerse y pueda ser el espacio donde vivan todos» los venezolanos. La MUD, por su parte, subrayó que el diálogo debe enmarcarse en la Constitución y situó en la agenda «la libertad de los presos políticos, de los estudiantes, de los manifestantes y de los venezolanos cuya libertad esta restringida en razón de luchas cívicas y sociales».
El líder de la MUD, Henrique Capriles, aclaró que no persigue «un golpe de Estado, ni un estallido social», pero advirtió a Maduro de que «o esto cambia o revienta», en alusión a la situación de crisis, no solo política, sino también económica y social que vive Venezuela. El Gobierno y la MUD acordaron el pasado 25 de marzo, gracias a la mediación de los ministros de Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), sentarse de una vez por todas a la mesa de negociaciones bajo el auspicio de «un tercero de buena fe».
El principal obstáculo para el diálogo es la firme oposición de algunos de los miembros de la MUD, como el partido político Voluntad Popular (VP) y Machado, a hablar con el Ejecutivo sin unas condiciones mínimas. Estas condiciones mínimas son el fin de la represión de las protestas contra el Gobierno, la liberación de los detenidos en las mismas --incluidos los opositores Leopoldo López, Daniel Ceballos y Enzo Scarano-- y el desarme de los grupos de civiles. La crisis política en Venezuela estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado al menos 39 muertos, 608 heridos y 192 detenidos.
