La tos, ese molesto acompañante
Madrid, EP
La tos es un reflejo que ayuda a expulsar del árbol bronquial y la laringe secreciones o material extraño y que evita que se produzcan daños o lesiones en el pulmón como la neumonía u otras infecciones. Aunque muy molesto, es un mecanismo de defensa del organismo que ayuda a prevenir enfermedades.
Según explica a Infosalus el doctor Karlos Naberan, del grupo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en el mecanismo del reflejo de la tos intervienen elementos como los nervios del tracto respiratorio, el diafragma y la glotis.
En bronquios, traquea, laringe y faringe posterior existen unos receptores situados en el epitelio de la mucosa que al excitarse por gases, humos, tabaco, un cuerpo extraño, secreciones o enfermedades emiten una señal a través del nervio vago al centro de la tos o regulador del cerebro y éste a la corteza cerebral.
El cerebro ordena la contracción muscular, sobre todo del diafragma y el cierre de la glotis, lo que da lugar a una alta presión dentro de la vía aérea. Con la apertura de la glotis de forma rápida, el flujo alto de aire elimina lo que está afectando a la mucosa bronquial.
Sus causas más frecuentes
Aunque Naberán señala que son muchas y variadas, la causa más común es el humo de tabaco. Casi la mayoría de los fumadores presentan tos, sobre todo los que llevan más tiempo fumando. Además, la tos va en relación al número de cigarrillos que se fuma. Pero el humo de tabaco no solo produce tos en el fumador activo sino también en el pasivo.
Los virus respiratorios son los agentes que con más frecuencia producen tos, ya sea por irritación y o lesión de la mucosa bronquial, traqueal o laríngea. Según el grado de infección, patología previa y agente, esta tos dura unas tres semanas, aunque no es raro que exista tos hasta 6 semanas o más. Suele ser generalmente seca y se exacerba por la noche.
También pueden producir tos algunos tipos de fármacos como los utilizados en el control de la hipertensión arterial. Esta tos suele ser seca, puede aparecer en cualquier momento del tratamiento y tarda semanas en irse una vez retirado el fármaco.
Otras enfermedades que suelen cursar con tos son el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La tos del asma es seca o con muy poca secreción y espesa, su origen es la inflamación de la mucosa bronquial y traqueal y se trata con corticoides inhalados de forma muy efectiva. La EPOC está ligada al tabaquismo y sus lesiones son irreversibles. La tos suele generalmente estar acompañada de secreción bronquial y es más matutina.
Las dilataciones patológicas de los bronquios como el cáncer de pulmón, la tuberculosis o la bronquitis crónica suelen cursar con tos y expectoración importante. Otras enfermedades que no son de origen pulmonar pueden producir tos, es el caso del reflujo gastroesofágico y la rinosinusitis.
Tipos de tos
Se puede distinguir, según su duración, entre tos aguda (dura menos de 3 semanas) y subaguda (entre 3 y 6-8 semanas). Ambos tipos de tos suelen ser de origen viral y son autolimitadas en el tiempo. A la tos que dura más de 8 semanas se la denomina crónica y recibe un estudio más detallado en la consulta médica.
Por regla general, la tos seca puede deberse a virus, asma, fármacos o contaminación ambiental. Pero si existe secreción o sangre su origen suele estar en el pulmón y si la mucosidad afecta a la parte posterior de la garganta se asocia a rinosinusitis.
Si la tos se acompaña con ardor o quemazón en el esófago o garganta puede ser por reflujo gastroesofágico, añade el doctor. La tos suele asociarse a ahogo en enfermedades cardiacas como la insuficiencia cardiaca, EPOC u otras enfermedades de pulmón.
Tratamiento
Según señala el facultativo, en la mayoría de ocasiones, la tos que no se deriva del humo del tabaco es de origen vírico. En estos casos los antitusígenos como el dextropropoxifeno, codeina o cloperastina ayudan a disminuir su intensidad pero rara vez la eliminan.
Cuando existe inflamación de la farínge, la sintomatología y el reflejo de la tos mejoran si se mantiene su humedad con un consumo elevado de agua, bebida en poca cantidad y continuamente, junto con infusiones o líquidos calientes. En caso de que sea la traquea la aquejada por los virus se puede mejorar la inflamación y sus síntomas a través de la inhalación de vapor de agua.
El tratamiento de la tos se completa según el origen de ésta y siempre debe ser indicado y seguido por el médico.
Algunos consejos para sobrellevar la tos
Entre los aspectos que pueden servir de ayuda cuando la tos nos acompaña durante días, Naberan apunta los siguientes:
1. La tos es un reflejo por lo que es difícil su control aunque se recomienda toser lo menos posible y que la tos no sea muy profunda o con fuerza, para evitar la irritación laíngea y faríngea.
2. Respirar de una forma suave sin grandes inspiraciones y espiraciones, no ponerse nervioso y por la noche dormir un poco incorporados, así evitamos que tengamos más tos.
3. Si se vuelve irritativa hay que hidratarse bien, tomar frecuentemente líquidos e infusiones, así como consumir de forma puntual caramelos para tener una buena salibación. También se puede emplear algún antitusígeno.
4. Hay que acudir al médico cuando la tos dure más de 8 semanas, se acompañe de expectoración amarillenta o verdosa o mezclada con sangre, si hay ahogo o tenemos otra sintomatología como sibilancias en el pecho o fiebre.
La tos es un reflejo que ayuda a expulsar del árbol bronquial y la laringe secreciones o material extraño y que evita que se produzcan daños o lesiones en el pulmón como la neumonía u otras infecciones. Aunque muy molesto, es un mecanismo de defensa del organismo que ayuda a prevenir enfermedades.
Según explica a Infosalus el doctor Karlos Naberan, del grupo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en el mecanismo del reflejo de la tos intervienen elementos como los nervios del tracto respiratorio, el diafragma y la glotis.
En bronquios, traquea, laringe y faringe posterior existen unos receptores situados en el epitelio de la mucosa que al excitarse por gases, humos, tabaco, un cuerpo extraño, secreciones o enfermedades emiten una señal a través del nervio vago al centro de la tos o regulador del cerebro y éste a la corteza cerebral.
El cerebro ordena la contracción muscular, sobre todo del diafragma y el cierre de la glotis, lo que da lugar a una alta presión dentro de la vía aérea. Con la apertura de la glotis de forma rápida, el flujo alto de aire elimina lo que está afectando a la mucosa bronquial.
Sus causas más frecuentes
Aunque Naberán señala que son muchas y variadas, la causa más común es el humo de tabaco. Casi la mayoría de los fumadores presentan tos, sobre todo los que llevan más tiempo fumando. Además, la tos va en relación al número de cigarrillos que se fuma. Pero el humo de tabaco no solo produce tos en el fumador activo sino también en el pasivo.
Los virus respiratorios son los agentes que con más frecuencia producen tos, ya sea por irritación y o lesión de la mucosa bronquial, traqueal o laríngea. Según el grado de infección, patología previa y agente, esta tos dura unas tres semanas, aunque no es raro que exista tos hasta 6 semanas o más. Suele ser generalmente seca y se exacerba por la noche.
También pueden producir tos algunos tipos de fármacos como los utilizados en el control de la hipertensión arterial. Esta tos suele ser seca, puede aparecer en cualquier momento del tratamiento y tarda semanas en irse una vez retirado el fármaco.
Otras enfermedades que suelen cursar con tos son el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La tos del asma es seca o con muy poca secreción y espesa, su origen es la inflamación de la mucosa bronquial y traqueal y se trata con corticoides inhalados de forma muy efectiva. La EPOC está ligada al tabaquismo y sus lesiones son irreversibles. La tos suele generalmente estar acompañada de secreción bronquial y es más matutina.
Las dilataciones patológicas de los bronquios como el cáncer de pulmón, la tuberculosis o la bronquitis crónica suelen cursar con tos y expectoración importante. Otras enfermedades que no son de origen pulmonar pueden producir tos, es el caso del reflujo gastroesofágico y la rinosinusitis.
Tipos de tos
Se puede distinguir, según su duración, entre tos aguda (dura menos de 3 semanas) y subaguda (entre 3 y 6-8 semanas). Ambos tipos de tos suelen ser de origen viral y son autolimitadas en el tiempo. A la tos que dura más de 8 semanas se la denomina crónica y recibe un estudio más detallado en la consulta médica.
Por regla general, la tos seca puede deberse a virus, asma, fármacos o contaminación ambiental. Pero si existe secreción o sangre su origen suele estar en el pulmón y si la mucosidad afecta a la parte posterior de la garganta se asocia a rinosinusitis.
Si la tos se acompaña con ardor o quemazón en el esófago o garganta puede ser por reflujo gastroesofágico, añade el doctor. La tos suele asociarse a ahogo en enfermedades cardiacas como la insuficiencia cardiaca, EPOC u otras enfermedades de pulmón.
Tratamiento
Según señala el facultativo, en la mayoría de ocasiones, la tos que no se deriva del humo del tabaco es de origen vírico. En estos casos los antitusígenos como el dextropropoxifeno, codeina o cloperastina ayudan a disminuir su intensidad pero rara vez la eliminan.
Cuando existe inflamación de la farínge, la sintomatología y el reflejo de la tos mejoran si se mantiene su humedad con un consumo elevado de agua, bebida en poca cantidad y continuamente, junto con infusiones o líquidos calientes. En caso de que sea la traquea la aquejada por los virus se puede mejorar la inflamación y sus síntomas a través de la inhalación de vapor de agua.
El tratamiento de la tos se completa según el origen de ésta y siempre debe ser indicado y seguido por el médico.
Algunos consejos para sobrellevar la tos
Entre los aspectos que pueden servir de ayuda cuando la tos nos acompaña durante días, Naberan apunta los siguientes:
1. La tos es un reflejo por lo que es difícil su control aunque se recomienda toser lo menos posible y que la tos no sea muy profunda o con fuerza, para evitar la irritación laíngea y faríngea.
2. Respirar de una forma suave sin grandes inspiraciones y espiraciones, no ponerse nervioso y por la noche dormir un poco incorporados, así evitamos que tengamos más tos.
3. Si se vuelve irritativa hay que hidratarse bien, tomar frecuentemente líquidos e infusiones, así como consumir de forma puntual caramelos para tener una buena salibación. También se puede emplear algún antitusígeno.
4. Hay que acudir al médico cuando la tos dure más de 8 semanas, se acompañe de expectoración amarillenta o verdosa o mezclada con sangre, si hay ahogo o tenemos otra sintomatología como sibilancias en el pecho o fiebre.