Iker Casillas, la clave para derrocar al rey Bayern


Madrid, Goal.com
Es el Día D. Y no se trata del mítico 6 de junio de 1944, sino de este próximo 29 de abril de 2014. La fecha elegida para que Real Madrid y Bayern Múnich se jueguen una plaza en la final de la Champions League de Lisboa. Uno de los días más importantes en la historia reciente del club blanco. Doce años lleva sin alcanzar ese último partido en la competición europea, y quizás nunca lo tuvo tan cerca. Por lo que dice el resultado (1-0), que no porque lo diga el rival, el más potente de todo el continente, el que domina con puño de hierro esta Champions League de la que es vigente campeón, y que lleva una semana invocando a Ares, Marte, y quién sabe cuántas alegorías guerreras más.


Pero precisamente por la dificultad que encierra es todavía más relevante el partido de este martes en el Allianz Arena. “Grandes hechos suelen ser forjados con grandes riesgos”, decía William Hazlitt, antes siquiera de que se unificaran las reglas del fútbol. Y en esa tesitura se encuentra el Real Madrid, obligado a firmar la proeza de eliminar al Bayern Múnich en su propia casa. Un partido para valientes. Un partido para forjar héroes y señalar impedidos. Un partido donde inevitablemente Iker Casillas estará en el centro de todas las miradas.

Es su día D. El de todo el club, pero especialmente el de Casillas. En septiembre todos le daban por relegado. Su aura de ídolo se había esfumado junto a su titularidad en la Liga. Y sin embargo, no sólo ha conquistado la Copa del Rey habiendo recibido apenas un gol en la competición, sino que ahora tiene en su mano meter al Real Madrid en esta final de Champions League. Es su hora H. Acude a territorio alemán, donde amenazan con quemar hasta los árboles a su llegada, y enfrente tendrá hordas bávaras ansiosas por hacerle hincar la rodilla. Al mando del buque madridista, y con todo el sigilo y la cautela posible, Casillas es la figura destinada a reducir las tropas germanas. Una pequeña Normandía en todo el centro de Múnich setenta años después.

Y esta vez, a buen seguro que el asedio alemán será mayor que el que se vivió en la capital española. En el Santiago Bernabéu, apenas Mario Gotze probó los guantes de Casillas. En el Allianz Arena se intuye que serán más las intervenciones que deberá hacer el capitán blanco. De su efectividad depende el éxito del Real Madrid. De su ángel en Múnich depende el éxito del propio Casillas. Defenestrado durante más de un año, el cancerbero tiene las llaves de nada menos que una final. Su final. Casillas es la clave para acabar con el dominio tiránico del fútbol alemán en Europa. Qué irónico.

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