El mundo se rinde ante un entrenador de balonmano que se vistió de corto a los 81 años para ayudar a su equipo
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Cuando de deportes se trata, la edad definitivamente es una limitante que se lleva en el cuerpo más no en el alma. Cuando un deporte te llena y te complementa, nunca puedes desligarte por completo de él y si se presenta la oportunidad, no interesa tu condición, tratarás de volver a las canchas y hacer lo que mejor sabes hacer, jugar.
Bajo esta premisa está el entrenador Helmut Karb, entrenador del equipo de balonmano alemán TG08 Ober-Roden, que al ver que su equipo lo necesitaba al quedarse con un hombre menos, no dudo en uniformarse y a pesar de sus 81 años, ser ese jugador faltante para que el Ober-Roden siguiera en contienda.
No se conoce si Karb logró anotar o incluso, hacer un tiro a la portería. Solo se sabe que su actitud trascendió las barreras de una liga local alemana de balonmano y se ha convertido en un virus que se propaga en la web a una velocidad impresionante.
Medio mundo sabe de la existencia del octogenario gracias a esta proesa, que seguramente se colará en los anales de la historia, al menos, del balonmano.