Daniel Ortega decreta “alerta roja” tras terremoto en Nicaragua
Managua, DPA
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, decretó hoy “alerta roja” tras un terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter ocurrido el jueves y cuyo saldo preliminar es de una persona muerta, 33 lesionadas y más de 1.200 viviendas afectadas en la capital y en dos ciudades vecinas.
En un mensaje a la nación ofrecido poco después de la medianoche (local) del jueves, Ortega confirmó que el fuerte sismo se registró en el lago Xolotlán, a orillas de la capital, y que tuvo por lo menos 400 réplicas en las seis horas siguientes.
“Pasamos a la ‘alerta roja’, que significa que las familias deben evacuar un lugar ante el riesgo de un derrumbe“, dijo el mandatario. “Nos ha sacudido un terremoto con una intensidad igual al de 1972, la diferencia es que las fallas que se activaron hoy no son las de Managua, ni su epicentro fue en Managua”, añadió.
El terremoto de magnitud 6,2 se produjo a las 17:36 locales (23:36 GMT) del jueves frente a las costas de Mateare, a unos 35 kilómetros al noroeste de Managua, con epicentro en el lago Xolotlán a una profundidad de 10 kilómetros.
Ortega dijo que a raíz del temblor, una mujer de 36 años identificada como Fátima Reyes murió después de sufrir un infarto provocado por una crisis nerviosa.
Otras 33 personas fueron atendidas en centros de salud, en su mayoría con alteraciones nerviosas. Varios hospitales dieron de alta a pacientes para tener mayor capacidad de atender una eventual llegada masiva de heridos o lesionados.
El presidente explicó que la “alerta roja” significa poner en máxima disposición a todas las instituciones del Estado y en especial a los organismos de socorro para atender emergencias, incluyendo la rápida evacuación de familias en riesgo o afectadas por réplicas.
Según el último reporte oficial preliminar divulgado por la portavoz presidencial Rosario Murillo, la sacudida y sus réplicas causaron daños severos y leves en unas 1.200 viviendas en Managua, en la vecina Mateare y en Nagarote, localidad de la provincia de León.
“Hay quienes hablan de más de 700 viviendas parcial o seriamente dañadas en Nagarote. Aquí (en Managua) estamos por las 551, pero se dice que son más, todo esto lo va a confirmar una comisión especial que nuestro Presidente ha integrado para hacer las evaluaciones”, dijo Murillo.
La mayoría de las casas afectadas son construcciones precarias, con techos de zinc (chapa) y paredes de adobe (mezcla de arcilla, arena y paja), un material muy vulnerable a los sismos.
Al menos 74 familias fueron evacuadas de sus viviendas en Nagarote, 50 kilómetros al noroeste de la capital y llevadas a dos albergues provisionales.
En Managua, el secretario de la Alcaldía, Fidel Moreno, dijo que el gobierno podría reubicar a varias decenas de familias pobres que viven en edificios destruidos por el terremoto de 1972, que tendrán que ser demolidos en los próximos días.
El gobierno decretó inicialmente ayer “alerta amarilla” y ordenó suspender las clases en todas las escuelas, colegios y universidades de las provincias de Managua y León hasta nuevo aviso.
“Tenemos que mantenernos alertas, no confiarnos. Tampoco se trata de aterrorizarnos, simplemente confiar en dios y confiar en todas las capacidades que nos da dios para podernos proteger”, afirmó Ortega.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, decretó hoy “alerta roja” tras un terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter ocurrido el jueves y cuyo saldo preliminar es de una persona muerta, 33 lesionadas y más de 1.200 viviendas afectadas en la capital y en dos ciudades vecinas.
En un mensaje a la nación ofrecido poco después de la medianoche (local) del jueves, Ortega confirmó que el fuerte sismo se registró en el lago Xolotlán, a orillas de la capital, y que tuvo por lo menos 400 réplicas en las seis horas siguientes.
“Pasamos a la ‘alerta roja’, que significa que las familias deben evacuar un lugar ante el riesgo de un derrumbe“, dijo el mandatario. “Nos ha sacudido un terremoto con una intensidad igual al de 1972, la diferencia es que las fallas que se activaron hoy no son las de Managua, ni su epicentro fue en Managua”, añadió.
El terremoto de magnitud 6,2 se produjo a las 17:36 locales (23:36 GMT) del jueves frente a las costas de Mateare, a unos 35 kilómetros al noroeste de Managua, con epicentro en el lago Xolotlán a una profundidad de 10 kilómetros.
Ortega dijo que a raíz del temblor, una mujer de 36 años identificada como Fátima Reyes murió después de sufrir un infarto provocado por una crisis nerviosa.
Otras 33 personas fueron atendidas en centros de salud, en su mayoría con alteraciones nerviosas. Varios hospitales dieron de alta a pacientes para tener mayor capacidad de atender una eventual llegada masiva de heridos o lesionados.
El presidente explicó que la “alerta roja” significa poner en máxima disposición a todas las instituciones del Estado y en especial a los organismos de socorro para atender emergencias, incluyendo la rápida evacuación de familias en riesgo o afectadas por réplicas.
Según el último reporte oficial preliminar divulgado por la portavoz presidencial Rosario Murillo, la sacudida y sus réplicas causaron daños severos y leves en unas 1.200 viviendas en Managua, en la vecina Mateare y en Nagarote, localidad de la provincia de León.
“Hay quienes hablan de más de 700 viviendas parcial o seriamente dañadas en Nagarote. Aquí (en Managua) estamos por las 551, pero se dice que son más, todo esto lo va a confirmar una comisión especial que nuestro Presidente ha integrado para hacer las evaluaciones”, dijo Murillo.
La mayoría de las casas afectadas son construcciones precarias, con techos de zinc (chapa) y paredes de adobe (mezcla de arcilla, arena y paja), un material muy vulnerable a los sismos.
Al menos 74 familias fueron evacuadas de sus viviendas en Nagarote, 50 kilómetros al noroeste de la capital y llevadas a dos albergues provisionales.
En Managua, el secretario de la Alcaldía, Fidel Moreno, dijo que el gobierno podría reubicar a varias decenas de familias pobres que viven en edificios destruidos por el terremoto de 1972, que tendrán que ser demolidos en los próximos días.
El gobierno decretó inicialmente ayer “alerta amarilla” y ordenó suspender las clases en todas las escuelas, colegios y universidades de las provincias de Managua y León hasta nuevo aviso.
“Tenemos que mantenernos alertas, no confiarnos. Tampoco se trata de aterrorizarnos, simplemente confiar en dios y confiar en todas las capacidades que nos da dios para podernos proteger”, afirmó Ortega.