¿Cómo se recupera un avión a más de 4.000 metros de profundidad?

Madrid, EP
Tras semanas de búsqueda, este lunes se ha encontrado la pista "más prometedora" sobre la posible situación del avión de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo. Se trata de señales detectadas por un barco australiano, que son consistentes con las de una caja negra de un avión.


Las señales llegan desde una profundidad de unos 4.500 metros bajo el nivel del mar, por lo que de confirmarse que se trata de la caja negra del avión, a partir de ahora comenzaría una complicada operación de recuperación de los restos con técnicas como las usadas para encontrar el Titanic y que puede alargarse en el tiempo.

De hecho, en el caso del avión de Air France, hundido el 1 de junio de 2009 en el Atlántico con 228 personas a bordo, a una profundidad de 3.900 metros, la caja negra no se pudo recuperar hasta casi dos años después.

Según ha explicado el equipo internacional que participa en las labores de búsqueda de la aeronave, el primer paso ahora es confirmar que la señal 'escuchada' por los instrumentos del barco australiano pertenece al MH370. El director de la agencia gubernamental australiana que coordina las labores de búsqueda, Angus Houston, ha advertido de que este paso podría llevar varios días.

El siguiente paso sería rastrear la zona con sonar de barrido lateral, aparatos que permiten no sólo 'escuchar' señales debajo del agua, como pueden hacer los 'sonar pasivos', sino dibujar la forma del fondo marino para tratar de localizar exactamente dónde se encuentra el avión.

La última etapa, antes de la recuperación, consistiría en mandar vehículos autónomos capaces de tomar fotos en alta resolución para dar con partes concretas del aparato, como la famosa caja negra. Con todos estos datos, el equipo internacional ya estaría en condiciones de sumergir un vehículo a control remoto capaz de traer a la superficie los restos del avión.

OTRAS OPERACIONES A GRANDES PROFUNDIDAD

El rescate del avión de Malaysia Airlines no es el primero que tiene lugar a semejante profundidad. El 27 de noviembre de 1987, 159 personas perdieron la vida tras caer el avión en el que viajaban, un Boeing 747-244B, al noreste de Isla Mauricio.

El casco del avión se hundió a 4.900 metros de profundidad en el océano Índico. Un territorio en gran parte desconocido al que sólo son capaces de llegar pocos instrumentos submarinos en el mundo.

Entonces, se decidió contratar a una empresa especializada en rescate a grandes profundidades, Oceaneering International, que logró encontrar la caja con las grabaciones de voz cuatro meses después del accidente. La técnica que utilizó para ello es similar a la que se plantea ahora: rastrear la zona mediante un sonar de barrido lateral y, una vez dado con los restos, enviar un sumergible teledirigido para recuperarlos.

Un procedimiento parecido al que habían utilizado dos años antes los científicos Robert Ballard y Jean-Louis Michel para dar con uno de los restos de uno de los naufragios más famosos de la historia: el del 'Titanic'. Lo encontraron en 1985, después de que se hubiera hundido en abril de 1912.

Los descubridores del 'Titanic' también combinaron el uso del sonar de barrido lateral y la grabación de imágenes mediante un robot submarino, el 'Argos', para dar con el pecio.

Más recientemente estas técnicas fueron usadas para subir a la superficie los restos del Airbus de Air France, hundido a 3.900 metros de profundidad. En este caso, la recuperación de las cajas negras y parte de los cuerpos se logró después de dos años de búsqueda de los restos del aparato en un área de 10.000 kilómetros cuadrados bajo el mar.

Tras una larga búsqueda del avión, Francia envió un buque con el submarino a control remoto Remora 6000, que en su primer inmersión, tras doce horas, localizó parte de una de las dos cajas negras.

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