Casillas y el vestuario del Madrid piensan que Xavi no ha entendido nada
Madrid, ABC
Hay que entender las sutilezas y calibrar los mensajes en su justa medida. Íker Casillas, amigo de Xavi Hernández desde sus victorias con las selecciones inferiores, supo rematar la polémica del «afeitado» de Busquets a la cabeza de Pepe con unas declaraciones realizadas el pasado jueves con tanto humor como inteligencia: «Le daré un pescozón a Busy y ya está», adujo el capitán de España con una finura envuelta en una chicuelina dialéctica que dejó bien incluso a Sergio Busquets, que se siente tan español que en su camiseta pone Sergio, no pone Busquets.
Tanto Casillas como Xabi Alonso salieron a defender a Pepemás que a criticar a Busquets. Lo que los dos líderes del Real Madrid hicieron fue limpiar el nombre de Pepe, tantas veces acusado de «asesino», como ha dicho el propio central portugués. Íker y Alonso dejaron claro que en este mundo del fútbol todos cuecen habas y a algunos se las queman y a otros no.
Lo que quisieron realizar Casillas y Xabi, con B, fue prestigiar el rendimiento de Pepey pedir que se subraye que es un gran central. Que es el defensa del Madrid que menos faltas comete. Y que es uno de los más limpios de la Liga. Estuvo 529 minutos sin recibir un sola amonestación. Por eso, Casillas defendió a su compañero sin atacar a Busy, al que solo dará «un pescozón», como capitán, cuando se encuentre con él en la selección española. Lo dijo con una sonrisa.
El vestuario madridista ensalzó ese apoyo al luso, un hombre muy querido en el vestuario, y esa clase de Casillas para rebajar la tensión ante el próximo duelo de la final de Copa del Rey, una revancha de la ganada por el Madrid en 2011 con el golazo de Cristiano. La respuesta de Xavi Hernández ha sido la entrada de un elefante en una cacharrería: «Algunos jugadores de la selección española han sido muy injustos con él», dice el centrocampista catalán.
En la «cocina» blanca se opina que el jugador del Barcelona no ha entendido nada. No ha captado la calidad moral de Íker para eliminar esta tensión. En vez de reducir la polémica, Xavi la recalienta y ve fantasmas en vez de darse cuenta de que Casillas los espanta con un mero pescozón de amigo a amigo.
Íker, que para muchos ha pagado con la suplencia aquella valentía de llamar a Xavi y firmar las paces después de aquellos clásicos tan duros, se ve contestado ahora de esta manera. Busquets y Valdés han abrazado a Casillas en las concentraciones de la selección, demostrándole su apoyo por aquel precio tan caro que ha pagado. Ahora, Xavi olvida todo aquello que su padre destacó públicamente, elogiando al portero madridista por dar la cara y llamar.
En el vestuario del Real Madrid tienen clara una cuestión: Xavi Hernández habría sido incapaz de llamar a Casillas para hacer las paces después de aquellos duelos Madrid-barcelona con Mourinho y Guardiola.
Hay que entender las sutilezas y calibrar los mensajes en su justa medida. Íker Casillas, amigo de Xavi Hernández desde sus victorias con las selecciones inferiores, supo rematar la polémica del «afeitado» de Busquets a la cabeza de Pepe con unas declaraciones realizadas el pasado jueves con tanto humor como inteligencia: «Le daré un pescozón a Busy y ya está», adujo el capitán de España con una finura envuelta en una chicuelina dialéctica que dejó bien incluso a Sergio Busquets, que se siente tan español que en su camiseta pone Sergio, no pone Busquets.
Tanto Casillas como Xabi Alonso salieron a defender a Pepemás que a criticar a Busquets. Lo que los dos líderes del Real Madrid hicieron fue limpiar el nombre de Pepe, tantas veces acusado de «asesino», como ha dicho el propio central portugués. Íker y Alonso dejaron claro que en este mundo del fútbol todos cuecen habas y a algunos se las queman y a otros no.
Lo que quisieron realizar Casillas y Xabi, con B, fue prestigiar el rendimiento de Pepey pedir que se subraye que es un gran central. Que es el defensa del Madrid que menos faltas comete. Y que es uno de los más limpios de la Liga. Estuvo 529 minutos sin recibir un sola amonestación. Por eso, Casillas defendió a su compañero sin atacar a Busy, al que solo dará «un pescozón», como capitán, cuando se encuentre con él en la selección española. Lo dijo con una sonrisa.
El vestuario madridista ensalzó ese apoyo al luso, un hombre muy querido en el vestuario, y esa clase de Casillas para rebajar la tensión ante el próximo duelo de la final de Copa del Rey, una revancha de la ganada por el Madrid en 2011 con el golazo de Cristiano. La respuesta de Xavi Hernández ha sido la entrada de un elefante en una cacharrería: «Algunos jugadores de la selección española han sido muy injustos con él», dice el centrocampista catalán.
En la «cocina» blanca se opina que el jugador del Barcelona no ha entendido nada. No ha captado la calidad moral de Íker para eliminar esta tensión. En vez de reducir la polémica, Xavi la recalienta y ve fantasmas en vez de darse cuenta de que Casillas los espanta con un mero pescozón de amigo a amigo.
Íker, que para muchos ha pagado con la suplencia aquella valentía de llamar a Xavi y firmar las paces después de aquellos clásicos tan duros, se ve contestado ahora de esta manera. Busquets y Valdés han abrazado a Casillas en las concentraciones de la selección, demostrándole su apoyo por aquel precio tan caro que ha pagado. Ahora, Xavi olvida todo aquello que su padre destacó públicamente, elogiando al portero madridista por dar la cara y llamar.
En el vestuario del Real Madrid tienen clara una cuestión: Xavi Hernández habría sido incapaz de llamar a Casillas para hacer las paces después de aquellos duelos Madrid-barcelona con Mourinho y Guardiola.