Autoridad gubernamental dice que Bolivia sufrió gran tragedia nacional
La Paz, Erbol
El viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, reconoció que Bolivia sufrió una “tragedia nacional” por el prolongado periodo de inundaciones, dos meses después que el Gobierno rechazó sistemáticamente la declaratoria de desastre nacional.
La autoridad gubernamental señaló que el país se encuentra en emergencia porque la infraestructura caminera se encuentra deteriorada, especialmente para abastecer de carne a los mercados.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, entre otras autoridades, en febrero, descartaron consecutivamente la declaratoria a zonas golpeadas por las inundaciones, porque tenían controlada la situación y por una cuestión de dignidad.
En contraposición, Baudoin sostuvo que a Bolivia le costará recuperarse de las consecuencias de las lluvias “no en un día ni en dos”.
“Quiero recordar que estamos aún en una emergencia y nos estamos recuperando de una gran tragedia nacional, esa gran tragedia nacional no pasa y no pasará en dos días y nadie puede esperar que ocurra tal cosa”, afirmó.
El 11 de febrero, el Viceministerio de Defensa Civil había informado que el número de familias damnificadas alcanzaba a 52 mil. “En el departamento del Beni, 5.800 familias, Chuquisaca 10.000, Cochabamba 19.000 y Potosí 5.042”.
“No quiere decir que el tema esté superado. Tenemos problemas con los caminos para extraer la carne de las cabañas a los mataderos, de las haciendas a las áreas de los mataderos. El camino San Borja - San Ignacio se encuentra intransitable, tenemos dificultades en hacer llegar el diesel a los lugares donde extraemos la carne”, manifestó.
No a la declaratoria
El domingo 16 de febrero el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que el Estado tenía la capacidad operativa para atender las emergencias y que una declaratoria de zona de desastre convertirá a los benianos en “súbditos” de la cooperación internacional.
“Vamos a seguir siendo dependientes de la cooperación internacional y estas instancias van a sustituir la autoridad del Estado y nuestros ciudadanos se van a convertir en súbditos de la cooperación internacional, y esto va a lastimar las condiciones de orgullo y autoestima de los bolivianos”, dijo.
El gobernador del Beni, Carmelo Lens, insistentemente solicitó que el Gobierno declare zona de emergencia a dicha región pues según la autoridad de las ocho provincias al menos seis estaban inundadas.
“La actitud del Ejecutivo es equivocada y mezquina, pues el único requisito para la declaratoria de zona de desastre es que haya un desastre y en el departamento del Beni hay un desastre. Tanto así que las inundaciones de este año ya han superado lo que se vivió entre el 2007 y 2008, cuando sí se declaró zona de desastre”, dijo Lens.
Una semana antes el presidente Evo Morales dijo que la declaratoria de zona de desastre sólo ocurre cuando el Estado no está en la capacidad de atender las emergencias.
El 19 de febrero el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, aseveró que esta petición respondía a cálculos electorales de la oposición. “Si se declara zona de desastre, sólo el Tesoro General de la Nación (TGN) y el Gobierno nacional tendrían que asumir los costos, dejando de lado a las gobernaciones y a los municipios, y es un momento en el que todos tenemos que cooperar”, señaló.
El viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin, reconoció que Bolivia sufrió una “tragedia nacional” por el prolongado periodo de inundaciones, dos meses después que el Gobierno rechazó sistemáticamente la declaratoria de desastre nacional.
La autoridad gubernamental señaló que el país se encuentra en emergencia porque la infraestructura caminera se encuentra deteriorada, especialmente para abastecer de carne a los mercados.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, entre otras autoridades, en febrero, descartaron consecutivamente la declaratoria a zonas golpeadas por las inundaciones, porque tenían controlada la situación y por una cuestión de dignidad.
En contraposición, Baudoin sostuvo que a Bolivia le costará recuperarse de las consecuencias de las lluvias “no en un día ni en dos”.
“Quiero recordar que estamos aún en una emergencia y nos estamos recuperando de una gran tragedia nacional, esa gran tragedia nacional no pasa y no pasará en dos días y nadie puede esperar que ocurra tal cosa”, afirmó.
El 11 de febrero, el Viceministerio de Defensa Civil había informado que el número de familias damnificadas alcanzaba a 52 mil. “En el departamento del Beni, 5.800 familias, Chuquisaca 10.000, Cochabamba 19.000 y Potosí 5.042”.
“No quiere decir que el tema esté superado. Tenemos problemas con los caminos para extraer la carne de las cabañas a los mataderos, de las haciendas a las áreas de los mataderos. El camino San Borja - San Ignacio se encuentra intransitable, tenemos dificultades en hacer llegar el diesel a los lugares donde extraemos la carne”, manifestó.
No a la declaratoria
El domingo 16 de febrero el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que el Estado tenía la capacidad operativa para atender las emergencias y que una declaratoria de zona de desastre convertirá a los benianos en “súbditos” de la cooperación internacional.
“Vamos a seguir siendo dependientes de la cooperación internacional y estas instancias van a sustituir la autoridad del Estado y nuestros ciudadanos se van a convertir en súbditos de la cooperación internacional, y esto va a lastimar las condiciones de orgullo y autoestima de los bolivianos”, dijo.
El gobernador del Beni, Carmelo Lens, insistentemente solicitó que el Gobierno declare zona de emergencia a dicha región pues según la autoridad de las ocho provincias al menos seis estaban inundadas.
“La actitud del Ejecutivo es equivocada y mezquina, pues el único requisito para la declaratoria de zona de desastre es que haya un desastre y en el departamento del Beni hay un desastre. Tanto así que las inundaciones de este año ya han superado lo que se vivió entre el 2007 y 2008, cuando sí se declaró zona de desastre”, dijo Lens.
Una semana antes el presidente Evo Morales dijo que la declaratoria de zona de desastre sólo ocurre cuando el Estado no está en la capacidad de atender las emergencias.
El 19 de febrero el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, aseveró que esta petición respondía a cálculos electorales de la oposición. “Si se declara zona de desastre, sólo el Tesoro General de la Nación (TGN) y el Gobierno nacional tendrían que asumir los costos, dejando de lado a las gobernaciones y a los municipios, y es un momento en el que todos tenemos que cooperar”, señaló.