Al Qaeda acusa a Arabia Saudí de estar controlada por Estados Unidos
Dubai, EP
La facción de Al Qaeda en Yemen se ha burlado de las nuevas medidas antiterroristas que ha adoptado Arabia Saudí, ya que han alegado que no podrán detener a los combatientes del grupo islamista y han destacado que esta decisión evidencia que el reino árabe trabaja para Estados Unidos.
Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) también ha comentado que la decisión de Riad de calificar a los Hermanos Musulmanes, grupo que ha concurrido en comicios de varios países, como una organización terrorista es una prueba de que las autoridades seculares no van a tolerar grupos islamistas.
AQAP, que está considerado como uno de los brazos más peligrosos de Al Qaeda después de haber realizado ataques sobre compañías aéreas internacionales, cuenta en sus filas con varios centenares de milicianos saudíes que combaten en territorio yemení a las autoridades de Saná.
Arabia Saudí anunció el pasado 3 de febrero que castigará a los ciudadanos saudíes que militen en grupos islamistas. Además, el pasado 7 de marzo el ministro de Interior designó los grupos que el Gobierno Saudí considera terroristas, entre los que se encuentran los Hermanos Musulmanes.
El dirigente de AQAP Ibrahim al Rubaish ha respondido a las medidas anunciadas por Arabía Saudí, alegando que la monarquía árabe "trabaja para Estados Unidos", y añadiendo que Riad considera a las autoridades del país americano como "dioses".
Al Rubaish también ha añadido que los predicadores religiosos que apoyan al Gobierno de Arabia Saudí "son más americanos que los propios americanos".
TEMOR SIRIO
Arabia Saudí ha aprovechado las nuevas medidas para condenar a 20 años de cárcel a cualquier nacional que participe en un conflicto extranjero, en un movimiento que aparentemente pretende acabar con la militancia de ciudadanos saudíes en las filas rebeldes sirias, lo que supone un riesgo para la seguridad del país una vez que han vuelto a sus hogares.
Las autoridades religiosas del país árabe han cargado contra los 1.200 saudíes, según las cifras publicadas por el Ministerio de Interior, que combaten en Siria .
Riad teme que los combatientes puedan atentar contra la familia real Al Saud a su regreso, como ya ha pasado después de las guerras de Afganistán e Irak.
El Gobierno ha incluido en las medidas antiterroristas una apelación a los combatientes para que regresen a Arabia Saudí, llamada que no ha obtenido respuesta alguna.
Las autoridades saudíes también temen que los Hermanos Musulmanes, contrarios a la dinastía monárquica debido a su adoctrinamiento islamista suní, hayan conseguido aumentar sus apoyos en el país desde que comenzasen las revoluciones desencadenadas por la Primavera Árabe.
La Hermandad ha ganado todas las elecciones celebradas en Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011, aunque ha sido ilegalizada después de que los militares depusiesen a Mohamed Mursi, militante de este grupo que también sufrió represión durante los tiempos de Hosni Mubarak.
Rubaish ha declarado que la calificación de los Hermanos Musulmanes como organización terrorista supone "haber enviado el mensaje a todos los grupos que han suavizado sus actividades y abandonado algunos de sus principios" de que no serán aceptados por "las cabezas de la incredulidad", nombre con el que Al Qaeda hace referencia a las autoridades seculares o proccidentales.
"Tenemos que permanecer firmes hasta la muerte si deseamos la satisfacción de Alá", ha concluido Rubaish.
La facción de Al Qaeda en Yemen se ha burlado de las nuevas medidas antiterroristas que ha adoptado Arabia Saudí, ya que han alegado que no podrán detener a los combatientes del grupo islamista y han destacado que esta decisión evidencia que el reino árabe trabaja para Estados Unidos.
Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) también ha comentado que la decisión de Riad de calificar a los Hermanos Musulmanes, grupo que ha concurrido en comicios de varios países, como una organización terrorista es una prueba de que las autoridades seculares no van a tolerar grupos islamistas.
AQAP, que está considerado como uno de los brazos más peligrosos de Al Qaeda después de haber realizado ataques sobre compañías aéreas internacionales, cuenta en sus filas con varios centenares de milicianos saudíes que combaten en territorio yemení a las autoridades de Saná.
Arabia Saudí anunció el pasado 3 de febrero que castigará a los ciudadanos saudíes que militen en grupos islamistas. Además, el pasado 7 de marzo el ministro de Interior designó los grupos que el Gobierno Saudí considera terroristas, entre los que se encuentran los Hermanos Musulmanes.
El dirigente de AQAP Ibrahim al Rubaish ha respondido a las medidas anunciadas por Arabía Saudí, alegando que la monarquía árabe "trabaja para Estados Unidos", y añadiendo que Riad considera a las autoridades del país americano como "dioses".
Al Rubaish también ha añadido que los predicadores religiosos que apoyan al Gobierno de Arabia Saudí "son más americanos que los propios americanos".
TEMOR SIRIO
Arabia Saudí ha aprovechado las nuevas medidas para condenar a 20 años de cárcel a cualquier nacional que participe en un conflicto extranjero, en un movimiento que aparentemente pretende acabar con la militancia de ciudadanos saudíes en las filas rebeldes sirias, lo que supone un riesgo para la seguridad del país una vez que han vuelto a sus hogares.
Las autoridades religiosas del país árabe han cargado contra los 1.200 saudíes, según las cifras publicadas por el Ministerio de Interior, que combaten en Siria .
Riad teme que los combatientes puedan atentar contra la familia real Al Saud a su regreso, como ya ha pasado después de las guerras de Afganistán e Irak.
El Gobierno ha incluido en las medidas antiterroristas una apelación a los combatientes para que regresen a Arabia Saudí, llamada que no ha obtenido respuesta alguna.
Las autoridades saudíes también temen que los Hermanos Musulmanes, contrarios a la dinastía monárquica debido a su adoctrinamiento islamista suní, hayan conseguido aumentar sus apoyos en el país desde que comenzasen las revoluciones desencadenadas por la Primavera Árabe.
La Hermandad ha ganado todas las elecciones celebradas en Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011, aunque ha sido ilegalizada después de que los militares depusiesen a Mohamed Mursi, militante de este grupo que también sufrió represión durante los tiempos de Hosni Mubarak.
Rubaish ha declarado que la calificación de los Hermanos Musulmanes como organización terrorista supone "haber enviado el mensaje a todos los grupos que han suavizado sus actividades y abandonado algunos de sus principios" de que no serán aceptados por "las cabezas de la incredulidad", nombre con el que Al Qaeda hace referencia a las autoridades seculares o proccidentales.
"Tenemos que permanecer firmes hasta la muerte si deseamos la satisfacción de Alá", ha concluido Rubaish.