Ya son 27 muertos por el alud de Washington
Arlington, EP
Los equipos de rescate han hallado este viernes un nuevo cuerpo sin vida en una zona rural del estado de Washington, donde el pasado sábado se produjo el deslizamiento de tierras que ha dejado un total de 27 fallecidos --17 confirmados de forma oficial-- y cerca de 90 desaparecidos.
Las autoridades han explicado que este nuevo cuerpo ha sido encontrado en el campo de escombros que quedó después de que la ladera se desplomase sin previo aviso a causa de las fuertes lluvias, desatando una imponente muralla de barro que arrasó decenas de casas en un valle cerca de la localidad rural de Oso, unos 89 kilómetros al noreste de Seattle.
El nuevo descubrimiento elevaría la cifra total de fallecidos a 27, de acuerdo con los recuentos que se venían realizando hasta la fecha. Sin embargo, los funcionarios del condado han revisado este viernes la lista y se han limitado a contabilizar los restos que han pasado por el proceso de examen e identificación de los médicos forenses.
De esta forma, la cifra oficial de fallecidos aportada por las autoridades se reduce a 17, mientras que los medios locales la elevan a 27, teniendo en cuenta todas informaciones aportadas por los diferentes organismos oficiales que trabajan en el lugar del suceso.
"Los equipos de rescate informaron de la localización de una víctima más en el campo de escombros, pero no se están incluyendo en nuestro registro de fallecidos hasta que realmente llegan a la oficina del médico forense", según ha explicado Gary Haakenson, portavoz del Condado de Snohomish.
Unos 200 efectivos han peinado la zona del desastre durante los últimos días. Los equipos de emergencia están usando perros, pequeñas cámaras y artefactos sofisticados de escucha para intentar encontrar los cuerpos sepultados, mientras que otros trabajadores se afanan en retirar escombros con las manos.
El jefe del distrito local de Bomberos, Travis Hots, ha destacado la dificultad de estas tareas de rescate, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones climáticas de este viernes, con fuertes lluvia y viento, que han provocado una nueva alerta de inundación para los próximos tres días.
Los equipos de rescate han hallado este viernes un nuevo cuerpo sin vida en una zona rural del estado de Washington, donde el pasado sábado se produjo el deslizamiento de tierras que ha dejado un total de 27 fallecidos --17 confirmados de forma oficial-- y cerca de 90 desaparecidos.
Las autoridades han explicado que este nuevo cuerpo ha sido encontrado en el campo de escombros que quedó después de que la ladera se desplomase sin previo aviso a causa de las fuertes lluvias, desatando una imponente muralla de barro que arrasó decenas de casas en un valle cerca de la localidad rural de Oso, unos 89 kilómetros al noreste de Seattle.
El nuevo descubrimiento elevaría la cifra total de fallecidos a 27, de acuerdo con los recuentos que se venían realizando hasta la fecha. Sin embargo, los funcionarios del condado han revisado este viernes la lista y se han limitado a contabilizar los restos que han pasado por el proceso de examen e identificación de los médicos forenses.
De esta forma, la cifra oficial de fallecidos aportada por las autoridades se reduce a 17, mientras que los medios locales la elevan a 27, teniendo en cuenta todas informaciones aportadas por los diferentes organismos oficiales que trabajan en el lugar del suceso.
"Los equipos de rescate informaron de la localización de una víctima más en el campo de escombros, pero no se están incluyendo en nuestro registro de fallecidos hasta que realmente llegan a la oficina del médico forense", según ha explicado Gary Haakenson, portavoz del Condado de Snohomish.
Unos 200 efectivos han peinado la zona del desastre durante los últimos días. Los equipos de emergencia están usando perros, pequeñas cámaras y artefactos sofisticados de escucha para intentar encontrar los cuerpos sepultados, mientras que otros trabajadores se afanan en retirar escombros con las manos.
El jefe del distrito local de Bomberos, Travis Hots, ha destacado la dificultad de estas tareas de rescate, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones climáticas de este viernes, con fuertes lluvia y viento, que han provocado una nueva alerta de inundación para los próximos tres días.