Venezuela: Maduro ordena reforzar seguridad frente a protestas y anuncia capturas
CARACAS, AFP
Unidades policiales multiplicaron sus acciones y detuvieron a seis "bandidos" y, en otra operación, a una treintena de manifestantes cuando bloqueaban calles de Caracas luego de que el presidente Nicolás Maduro anunció "medidas drásticas" ante más de un mes de protestas en Venezuela, que dejan 28 muertos.
"Hemos procedido a allanar los lugares donde estaban escondidos estos bandidos y tenemos seis presos. Hemos incautado armas, C4 (explosivo plástico), bombas y continuamos los allanamientos", dijo por la mañana Maduro en un acto, sin dar detalles de la identidad de los detenidos.
Por la tarde, en la zona de Altamira, feudo de la oposición, policías nacionales detuvieron a al menos 30 manifestantes cuando bloqueaban una avenida, constató un equipo de la AFP.
Entre otras operaciones realizadas este jueves, Maduro aseguró que en la madrugada la Guardia Nacional "tomó todo (el sector de) El Trigal en (la ciudad de) Valencia" a 150 kms de Caracas y donde el pasado miércoles hubo tres muertos (dos civiles y un guardia nacional) en tres incidentes separados, refirió el mandatario.
Desde hace más de un mes Venezuela es escenario de manifestaciones estudiantiles, a las que se sumaron dirigentes opositores radicales que propugnan la renuncia del presidente, que ha calificado las protestas como un "golpe de Estado en desarrollo".
"Apagaremos el golpe completo (...), necesito el apoyo de todo el país para terminar de castigar severamente a los responsables de la muerte, a los responsables de la violencia", dijo por la tarde Maduro, un exsindicalista que desde que asumió el poder en abril tras la muerte de Chávez ha visto cómo se deterioraba la situación social y económica del país petrolero.
Desde Ginebra la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, hizo un nuevo balance de las protestas: 28 muertos, 365 heridos, 106 detenidos y 41 investigaciones por violación de derechos humanos por parte de los cuerpos policiales.
Una treintena de detenidos
Por la tarde, mientras Maduro entregaba viviendas del Estado en un sector popular de las afueras de Caracas, en la Plaza Altamira fueron detenidos al menos 30 manifestantes en un operativo que duró escasos 20 minutos y en el que policías nacionales respondieron con gases a piedras y bombas incendiaras.
Por la noche, en el mismo sector unos 100 encapuchados radicales se volvieron a enfrentar con las fuerzas de seguridad y quemaron una motocicleta de la policía, constató la AFP, sin que hacia la medianoche hubiera reportes de heridos.
Las manifestaciones estallaron el 4 de febrero San Cristóbal (oeste) tras el intento de violación de una estudiante en una universidad, y desde entonces se extendieron a varias ciudades, entre ellas Caracas donde el 12 febrero dejaron los primeros tres fallecidos.
En este tiempo, cada día se registran movilizaciones, que no suelen pasar de miles de personas de todas las edades y condiciones, con una serie de reclamos: la salida de Maduro del poder, la inseguridad, la inflación de 56 por ciento anual, la escasez de productos básicos, la represión de los cuerpos policiales o la detención de dirigentes políticos y activistas.
Ceder o no ceder
Aunque las protestas reúnen cada vez menos gente, el Gobierno no termina de controlar el caos de disturbios y barricadas que se viven cada noche en algunos puntos del país, como en el opositor distrito caraqueño de Chacao, con la plaza Altamira como epicentro.
El mandatario reitera sus llamados al diálogo a la oposición, que hasta ahora no ha acudido a las distintas conferencias sectoriales de paz organizadas por el Gobierno, a las que sí ha asistido sin embargo el empresariado.
"Si ellos (la oposición) se hubieran sentado hace cuatro semanas cuando los llamé al diálogo, otro gallo cantaría, no hubiera tanta violencia", reprochó Maduro.
"Nadie acepta un monólogo ni imposiciones de un Gobierno que ha querido resolver la crisis con muertos, heridos, torturados, detenciones, presos", escribió en Twitter el líder antichavista Henrique Capriles.
Opositores y estudiantes denuncian que Maduro no atiende sus reclamos, entre ellos liberar a detenidos como el dirigente opositor Leopoldo López, preso desde hace casi un mes en una cárcel militar, acusado de incitación la violencia.
López es uno de los tres dirigentes políticos que impulsan una táctica que bautizaron "La Salida" y que propugna ocupar las calles para forzar la renuncia del presidente, electo en abril de 2013.
"Si el Gobierno no le quiere prestar atención al pueblo, lo que queda es trancar la calle", aseguró uno de los líderes estudiantiles, Juan Requesens, que dijo no haber recibido una convocatoria formal de Maduro para dialogar.
Dimensión internacional
La tensión que se vive en Venezuela, que algunos han querido comparar con Ucrania o la llamada "primavera Árabe", es seguida de cerca en el ámbito internacional.
El secretario de Estado John Kerry exhortó ayer a Venezuela a respetar los derechos humanos en una comparecencia ante el Congreso en Washington, mientras varios senadores -dos demócratas y dos republicanos- presentaron un proyecto de ley que prevé sanciones económicas contra los presuntos represores de manifestantes.
"Tratamos de encontrar una forma de hacer que el Gobierno de Maduro se comprometa con sus ciudadanos, que los trate con respeto, que cese esta campaña de terror contra su propio pueblo y que se respeten los derechos humanos", dijo Kerry al reiterar que la solución requiere algún tipo de participación de terceros actores.
Maduro, que días antes había rechazado la mediación de la OEA y rompió relaciones con Panamá por proponerla, dio su beneplácito a una comisión creada por Unasur y que acompañará el diálogo entre el Gobierno y la oposición a partir de la primera semana de abril.
Unidades policiales multiplicaron sus acciones y detuvieron a seis "bandidos" y, en otra operación, a una treintena de manifestantes cuando bloqueaban calles de Caracas luego de que el presidente Nicolás Maduro anunció "medidas drásticas" ante más de un mes de protestas en Venezuela, que dejan 28 muertos.
"Hemos procedido a allanar los lugares donde estaban escondidos estos bandidos y tenemos seis presos. Hemos incautado armas, C4 (explosivo plástico), bombas y continuamos los allanamientos", dijo por la mañana Maduro en un acto, sin dar detalles de la identidad de los detenidos.
Por la tarde, en la zona de Altamira, feudo de la oposición, policías nacionales detuvieron a al menos 30 manifestantes cuando bloqueaban una avenida, constató un equipo de la AFP.
Entre otras operaciones realizadas este jueves, Maduro aseguró que en la madrugada la Guardia Nacional "tomó todo (el sector de) El Trigal en (la ciudad de) Valencia" a 150 kms de Caracas y donde el pasado miércoles hubo tres muertos (dos civiles y un guardia nacional) en tres incidentes separados, refirió el mandatario.
Desde hace más de un mes Venezuela es escenario de manifestaciones estudiantiles, a las que se sumaron dirigentes opositores radicales que propugnan la renuncia del presidente, que ha calificado las protestas como un "golpe de Estado en desarrollo".
"Apagaremos el golpe completo (...), necesito el apoyo de todo el país para terminar de castigar severamente a los responsables de la muerte, a los responsables de la violencia", dijo por la tarde Maduro, un exsindicalista que desde que asumió el poder en abril tras la muerte de Chávez ha visto cómo se deterioraba la situación social y económica del país petrolero.
Desde Ginebra la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, hizo un nuevo balance de las protestas: 28 muertos, 365 heridos, 106 detenidos y 41 investigaciones por violación de derechos humanos por parte de los cuerpos policiales.
Una treintena de detenidos
Por la tarde, mientras Maduro entregaba viviendas del Estado en un sector popular de las afueras de Caracas, en la Plaza Altamira fueron detenidos al menos 30 manifestantes en un operativo que duró escasos 20 minutos y en el que policías nacionales respondieron con gases a piedras y bombas incendiaras.
Por la noche, en el mismo sector unos 100 encapuchados radicales se volvieron a enfrentar con las fuerzas de seguridad y quemaron una motocicleta de la policía, constató la AFP, sin que hacia la medianoche hubiera reportes de heridos.
Las manifestaciones estallaron el 4 de febrero San Cristóbal (oeste) tras el intento de violación de una estudiante en una universidad, y desde entonces se extendieron a varias ciudades, entre ellas Caracas donde el 12 febrero dejaron los primeros tres fallecidos.
En este tiempo, cada día se registran movilizaciones, que no suelen pasar de miles de personas de todas las edades y condiciones, con una serie de reclamos: la salida de Maduro del poder, la inseguridad, la inflación de 56 por ciento anual, la escasez de productos básicos, la represión de los cuerpos policiales o la detención de dirigentes políticos y activistas.
Ceder o no ceder
Aunque las protestas reúnen cada vez menos gente, el Gobierno no termina de controlar el caos de disturbios y barricadas que se viven cada noche en algunos puntos del país, como en el opositor distrito caraqueño de Chacao, con la plaza Altamira como epicentro.
El mandatario reitera sus llamados al diálogo a la oposición, que hasta ahora no ha acudido a las distintas conferencias sectoriales de paz organizadas por el Gobierno, a las que sí ha asistido sin embargo el empresariado.
"Si ellos (la oposición) se hubieran sentado hace cuatro semanas cuando los llamé al diálogo, otro gallo cantaría, no hubiera tanta violencia", reprochó Maduro.
"Nadie acepta un monólogo ni imposiciones de un Gobierno que ha querido resolver la crisis con muertos, heridos, torturados, detenciones, presos", escribió en Twitter el líder antichavista Henrique Capriles.
Opositores y estudiantes denuncian que Maduro no atiende sus reclamos, entre ellos liberar a detenidos como el dirigente opositor Leopoldo López, preso desde hace casi un mes en una cárcel militar, acusado de incitación la violencia.
López es uno de los tres dirigentes políticos que impulsan una táctica que bautizaron "La Salida" y que propugna ocupar las calles para forzar la renuncia del presidente, electo en abril de 2013.
"Si el Gobierno no le quiere prestar atención al pueblo, lo que queda es trancar la calle", aseguró uno de los líderes estudiantiles, Juan Requesens, que dijo no haber recibido una convocatoria formal de Maduro para dialogar.
Dimensión internacional
La tensión que se vive en Venezuela, que algunos han querido comparar con Ucrania o la llamada "primavera Árabe", es seguida de cerca en el ámbito internacional.
El secretario de Estado John Kerry exhortó ayer a Venezuela a respetar los derechos humanos en una comparecencia ante el Congreso en Washington, mientras varios senadores -dos demócratas y dos republicanos- presentaron un proyecto de ley que prevé sanciones económicas contra los presuntos represores de manifestantes.
"Tratamos de encontrar una forma de hacer que el Gobierno de Maduro se comprometa con sus ciudadanos, que los trate con respeto, que cese esta campaña de terror contra su propio pueblo y que se respeten los derechos humanos", dijo Kerry al reiterar que la solución requiere algún tipo de participación de terceros actores.
Maduro, que días antes había rechazado la mediación de la OEA y rompió relaciones con Panamá por proponerla, dio su beneplácito a una comisión creada por Unasur y que acompañará el diálogo entre el Gobierno y la oposición a partir de la primera semana de abril.