Tras un día tenso en Boca, Riquelme le dio un ultimátum a la prensa

Matías Bustos Milla, Clarín
En representación de "todo el plantel" y en compañía de Bianchi, el capitán exigió que "los periodistas presenten las pruebas del jugador que filtró mensajes desde el vestuario", o no volverán a hablar hasta el final del campeonato. Antes, Orion se habría tomado a golpes con Ledesma.


Después de una jornada caliente en Casa Amarilla, que incluyó agresiones físicas, insultos y la presencia de la barra brava, Juan Román Riquelme anunció que los jugadores de Boca no volverán a tener contacto con la prensa hasta el final del campeonato si no se presentan pruebas de las supuestas filtraciones que ocasionaron los roces dentro del plantel.

"Vengo a hablar de parte de todo el plantel. Ya es hora de parar la pelota y hablar con ustedes a la cara, de decir lo que pensamos", encaró a los periodistas el capitán de Boca, que se presentó en la sala de conferencias junto a Carlos Bianchi, quien permaneció en silencio. "Los recibiremos con todo el plantel en el hotel para que presenten las pruebas del jugador que filtró mensajes desde el vestuario. Que muestren las pruebas y esto se aclara. Si no aparecen las pruebas, a partir del lunes no hablaremos más hasta el final del campeonato", desafió Riquelme.

"Hace dos o tres meses, en un diario, que creo que es serio, pusieron una tapa con un mensaje, supuestamente de un jugador de Boca. Pasó el tiempo y todos los días fue apareciendo una noticia nueva", cuestionó Román. "Si no nos ayudamos entre nosotros, nadie nos va a ayudar. Sabemos que quieren confundir al hincha", acusó, antes de retirarse.

La tarde candente había comenzado a las 15.15, cuando Agustín Orion se reincorporó tras su paso por la Selección. Primero mantuvo una charla mano a mano con Juan Román Riquelme en el centro del campo de juego principal del Complejo Pedro Pompilio, donde habitualmente se entrena el equipo que conduce Carlos Bianchi. El diálogo duró unos 10 minutos y después se encerraron en el vestuario con el resto de los jugadores, sin Bianchi.

La reunión duró casi una hora y hubo fuertes discusiones. Hasta se filtró que Orion le pegó a Pablo Ledesma. El volante este jueves había apuntado al arquero de "alcahuete" en una improvisada conferencia de prensa. "Digan el nombre y apellido de quien dijo eso. Para hablar y publicar estas cosas en la prensa hay que tener pruebas certificadas y dar nombres. Porque si no lo hacen hay dos opciones: que lo que dice la prensa es mentira o que tenemos un alcahuete adentro del vestuario. De la época de Falcioni sólo quedan referentes como Rivero, Román, Orion y yo, que estoy dando la cara. Con Diego tomamos mate y nunca dijo nada. Y Román no estuvo en los últimos siete meses. Gago no estuvo en la época de Falcioni", dijo el volante y dejó expuesto al arquero, el único que queda en el plantel de los jugadores fieles al Emperador.

Después del momento tenso que vivió el plantel en el vestuario, los jugadores salieron a la cancha para entrenarse y empezar a preparar el partido del domingo frente a Racing. En ese momento arribó el presidente, Daniel Angelici, que se puso al tanto de la situación por boca de César Martucci, el único dirigente en el predio desde el primer momento.

Poco a poco, en el playón, se empezaron a juntar miembros de La Doce. El grupo fue aumentando y los referentes de la barra se dejaron ver cerca de las 19. La intención -según trascendió- era hablar con los jugadores y con los periodistas, aunque habrían tomado partido por Ledesma. En Casa Amarilla, con el arribo de La Doce, se reforzó la presencia policial y hasta hubo apoyo de la Prefectura. Como los futbolistas estaban trabajando, los barras no pudieron dialogar con ellos y poco a poco se fueron dispersando. Luego, Angelici se retiró custodiado por la policía.

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