Salvadoreños votan esperanzados en el alivio económico y sin el temor de las pandillas
San Salvador, AFP
Los salvadoreños comenzaron a votar este domingo en un ambiente dominado por la presencia militar y policial, para decidir en comicios de segunda vuelta si seguirán bajo un gobierno de izquierda o retornarán a la derecha, esperanzados en vivir con menos aprietos económicos y sin el terror que imponen las pandillas.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Eugenio Chicas, hizo un llamado a los salvadoreños a "cuidar su voto" y no aceptar "amenazas o coacciones".
"A la fórmula que no logre el endoso de la población le llamo a respetar el resultado y a la que reciba el apoyo de la mayoría le exhorto a una celebración que esté a la altura mostrada por el pueblo salvadoreño", destacó el magistrado.
En las calles de San Salvador y de otras principales ciudades se observa el desplazamiento de los primeros grupos de personas que llegan a los centros de votación.
Unos 4,9 millones de electores están llamados a elegir al sustituto del presidente Mauricio Funes entre el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, del oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), favorito en todas las encuestas, y el alcalde capitalino Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Sánchez Cerén, un maestro y excomandante guerrillero de 69 años, ganó a Quijano, un odontólogo de 67 años, la primera ronda el 2 de febrero por 10 puntos, pero sin llegar al 50% más uno necesario para evitar el balotaje.
Toldos rojos con banderas del mismo color que pertenecen al FMLN y toldos blancos con banderas azul, rojo y blanco de Arena, fueron colocados en los alrededores de los centros de votación para "orientar" a los electores sobre el número de mesa en la que les correspone sufragar.
"Que los políticos dejen las palabras y pasen a la acción: los pobres lo que queremos son oportunidades; no ser ricos, pero sí tener trabajo digno para que nuestros hijos puedan estudiar en un ambiente más seguro", dijo a la AFP Gilberto Sosa, de 27 años, quien vende dulces en autobuses, al resumir su expectativa en estos comicios.
Los comicios se desarrollan en un ambiente polarizado en el que la derecha recurrió a mostrar las violentas protestas que vive Venezuela para pedir a los electores no votar por la izquierda, en un intento por reducir la cómoda ventaja que dan los sondeos al FMLN para esta ronda.
Al instalarse el 1 de junio, el candidato ganador tendrá que tratar el complejo problema de las violentas pandillas o "maras" que siguen cometiendo extorsiones y otros delitos, aunque mantienen una tregua que justamente este domingo cumple dos años y que redujo de 14 a 6,8 los homicidios diarios.
Unos 10.000 pandilleros están en las cárceles y otros 50.000 en las calles.
Para el balotaje, Quijano cambió radicalmente el discurso de "mano dura" contra las maras que mantuvo en la primera ronda, y coincidió con su adversario en ofrecer programas de prevención y reinserción de los pandilleros a la sociedad.
Por otra parte, para mantener los programas sociales existentes, el próximo mandatario deberá elevar la recaudación fiscal que hoy ronda el 16% del PIB, y tomar medidas para evitar que este pequeño país, con una deficitaria balanza comercial, aumente la deuda externa, de 13.800 millones de dólares.
Según el economista Juan Héctor Vidal, la búsqueda de un "pacto fiscal" resulta necesaria pues el país, por su elevado nivel de endeudamiento, comenzará a tener dificultades para contraer nuevos empréstitos.
El Salvador tiene una economía ultradependiente de las remesas -unos 4.000 millones de dólares en 2013-, que apenas creció 1,9% en 2013.
Un 40,7% de sus 6,2 millones de habitantes vivien en la pobreza y los niveles de subempleo son del 30%.
Gane quien gane, para asegurar la gobernabilidad del país deberá buscar alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015.
Sánchez Cerén ofrece un gobierno de "amplia participación" y de "concertación" para "profundizar los cambios" y lograr la gobernabilidad en esta nación que mantiene la polarización izquierda-derecha.
Por su parte, Quijano presentó un equipo que le acompañará en un eventual gabinete, entre quienes para el área de seguridad paradójicamente figura el excomandante guerrillero Facundo Guardado.
"Siendo candidatos ofrecen de todo, prefiero ver si llegado el momento de gobernar, el que gane cumplirá sus promesas. Mientras eso llega, todos tenemos que ver cómo salimos adelante", señaló, pragmática, Johanna Flores, una médica de 41 años que trabaja en un hospital estatal.
Los salvadoreños comenzaron a votar este domingo en un ambiente dominado por la presencia militar y policial, para decidir en comicios de segunda vuelta si seguirán bajo un gobierno de izquierda o retornarán a la derecha, esperanzados en vivir con menos aprietos económicos y sin el terror que imponen las pandillas.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Eugenio Chicas, hizo un llamado a los salvadoreños a "cuidar su voto" y no aceptar "amenazas o coacciones".
"A la fórmula que no logre el endoso de la población le llamo a respetar el resultado y a la que reciba el apoyo de la mayoría le exhorto a una celebración que esté a la altura mostrada por el pueblo salvadoreño", destacó el magistrado.
En las calles de San Salvador y de otras principales ciudades se observa el desplazamiento de los primeros grupos de personas que llegan a los centros de votación.
Unos 4,9 millones de electores están llamados a elegir al sustituto del presidente Mauricio Funes entre el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, del oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), favorito en todas las encuestas, y el alcalde capitalino Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Sánchez Cerén, un maestro y excomandante guerrillero de 69 años, ganó a Quijano, un odontólogo de 67 años, la primera ronda el 2 de febrero por 10 puntos, pero sin llegar al 50% más uno necesario para evitar el balotaje.
Toldos rojos con banderas del mismo color que pertenecen al FMLN y toldos blancos con banderas azul, rojo y blanco de Arena, fueron colocados en los alrededores de los centros de votación para "orientar" a los electores sobre el número de mesa en la que les correspone sufragar.
"Que los políticos dejen las palabras y pasen a la acción: los pobres lo que queremos son oportunidades; no ser ricos, pero sí tener trabajo digno para que nuestros hijos puedan estudiar en un ambiente más seguro", dijo a la AFP Gilberto Sosa, de 27 años, quien vende dulces en autobuses, al resumir su expectativa en estos comicios.
Los comicios se desarrollan en un ambiente polarizado en el que la derecha recurrió a mostrar las violentas protestas que vive Venezuela para pedir a los electores no votar por la izquierda, en un intento por reducir la cómoda ventaja que dan los sondeos al FMLN para esta ronda.
Al instalarse el 1 de junio, el candidato ganador tendrá que tratar el complejo problema de las violentas pandillas o "maras" que siguen cometiendo extorsiones y otros delitos, aunque mantienen una tregua que justamente este domingo cumple dos años y que redujo de 14 a 6,8 los homicidios diarios.
Unos 10.000 pandilleros están en las cárceles y otros 50.000 en las calles.
Para el balotaje, Quijano cambió radicalmente el discurso de "mano dura" contra las maras que mantuvo en la primera ronda, y coincidió con su adversario en ofrecer programas de prevención y reinserción de los pandilleros a la sociedad.
Por otra parte, para mantener los programas sociales existentes, el próximo mandatario deberá elevar la recaudación fiscal que hoy ronda el 16% del PIB, y tomar medidas para evitar que este pequeño país, con una deficitaria balanza comercial, aumente la deuda externa, de 13.800 millones de dólares.
Según el economista Juan Héctor Vidal, la búsqueda de un "pacto fiscal" resulta necesaria pues el país, por su elevado nivel de endeudamiento, comenzará a tener dificultades para contraer nuevos empréstitos.
El Salvador tiene una economía ultradependiente de las remesas -unos 4.000 millones de dólares en 2013-, que apenas creció 1,9% en 2013.
Un 40,7% de sus 6,2 millones de habitantes vivien en la pobreza y los niveles de subempleo son del 30%.
Gane quien gane, para asegurar la gobernabilidad del país deberá buscar alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015.
Sánchez Cerén ofrece un gobierno de "amplia participación" y de "concertación" para "profundizar los cambios" y lograr la gobernabilidad en esta nación que mantiene la polarización izquierda-derecha.
Por su parte, Quijano presentó un equipo que le acompañará en un eventual gabinete, entre quienes para el área de seguridad paradójicamente figura el excomandante guerrillero Facundo Guardado.
"Siendo candidatos ofrecen de todo, prefiero ver si llegado el momento de gobernar, el que gane cumplirá sus promesas. Mientras eso llega, todos tenemos que ver cómo salimos adelante", señaló, pragmática, Johanna Flores, una médica de 41 años que trabaja en un hospital estatal.