Ramos y Cristiano pidieron a Casillas que se sumara a las críticas a Undiano Mallenco
Madrid, EP
Ancelotti consiguió calmar el vestuario. Se puso en manos de los jugadores y el grupo reaccionó, olvidando rencillas del pasado. Los últimos resultados, en especial la derrota ante el Barcelona, ha dejado huella en un vestuario que ya andaba un tanto revuelto y que ahora está en periodo de tregua tras ver como el equipo se había venido abajo.
En las últimas semanas la distancia entre Casillas y la dupla formada por Ramos y Ronaldo había crecido tras un tiempo de convivencia perfecta. El capitán esperaba mayor respuesta del grupo ante los ataques que sufre a diario de ciertos sectores de la prensa y de algunos aficionados, que señalan al portero de todo lo que pasa. El silencio no gustó al capitán, en especial de dos jugadores de tanto calado popular como el central y el delantero. Iker ha echado de menos algún gesto de sus compañeros, tal y como hizo Arbeloa con Diego López.
La respuesta llegó el pasado domingo cuando CR7 y Sergio Ramos decidieron pasar al ataque contra el estamento arbitral y contra Unidano Mallenco concretamente. El capitán declinó participar en la campaña de descrédito hacia el árbitro navarro y el resto de colegiados. No entiende de campañas y sí de respeto hacia los colegiados. Ya con Mourinho tuvo algún problema en ese sentido.
Casillas, en un partido de Champions con el Real Madrid (Reuters).Casillas, en un partido de Champions con el Real Madrid (Reuters).
El silencio de unos y otros elevó la temperatura de la convivencia. Han hablado para encontrar un punto de entendimiento. Los tres se han dado cuenta de que no es el momento de diferencias personales, pero la relación no es como antes. El fallo de Sevilla tampoco ha ayudado a terminar con la tensión.
Además, Ancelotti ha criticado la actitud de ciertos jugadores, algo que no ha gustado. El técnico señaló a los laterales después del partido ante el Barcelona. Les exige, especialmente a Marcelo, más trabajo y esfuerzo a la hora de defender. El italiano cree, así se lo ha dicho a ellos, que deben sacrificarse más por el equipo.
Las palabras del entrenador no gustaron en el grupo. La sintonía que ha existido hasta el momento en la relación grupo-técnico ha vivido momentos de peligro en los últimos días. Hoy tienen ocasión de cerrar heridas, pero todos saben que han desaprovechado una oportunidad de no depender de nadie. La Liga y el puesto para algunos de los madridistas, también está en juego. La tensión se palpa.
Ancelotti consiguió calmar el vestuario. Se puso en manos de los jugadores y el grupo reaccionó, olvidando rencillas del pasado. Los últimos resultados, en especial la derrota ante el Barcelona, ha dejado huella en un vestuario que ya andaba un tanto revuelto y que ahora está en periodo de tregua tras ver como el equipo se había venido abajo.
En las últimas semanas la distancia entre Casillas y la dupla formada por Ramos y Ronaldo había crecido tras un tiempo de convivencia perfecta. El capitán esperaba mayor respuesta del grupo ante los ataques que sufre a diario de ciertos sectores de la prensa y de algunos aficionados, que señalan al portero de todo lo que pasa. El silencio no gustó al capitán, en especial de dos jugadores de tanto calado popular como el central y el delantero. Iker ha echado de menos algún gesto de sus compañeros, tal y como hizo Arbeloa con Diego López.
La respuesta llegó el pasado domingo cuando CR7 y Sergio Ramos decidieron pasar al ataque contra el estamento arbitral y contra Unidano Mallenco concretamente. El capitán declinó participar en la campaña de descrédito hacia el árbitro navarro y el resto de colegiados. No entiende de campañas y sí de respeto hacia los colegiados. Ya con Mourinho tuvo algún problema en ese sentido.
Casillas, en un partido de Champions con el Real Madrid (Reuters).Casillas, en un partido de Champions con el Real Madrid (Reuters).
El silencio de unos y otros elevó la temperatura de la convivencia. Han hablado para encontrar un punto de entendimiento. Los tres se han dado cuenta de que no es el momento de diferencias personales, pero la relación no es como antes. El fallo de Sevilla tampoco ha ayudado a terminar con la tensión.
Además, Ancelotti ha criticado la actitud de ciertos jugadores, algo que no ha gustado. El técnico señaló a los laterales después del partido ante el Barcelona. Les exige, especialmente a Marcelo, más trabajo y esfuerzo a la hora de defender. El italiano cree, así se lo ha dicho a ellos, que deben sacrificarse más por el equipo.
Las palabras del entrenador no gustaron en el grupo. La sintonía que ha existido hasta el momento en la relación grupo-técnico ha vivido momentos de peligro en los últimos días. Hoy tienen ocasión de cerrar heridas, pero todos saben que han desaprovechado una oportunidad de no depender de nadie. La Liga y el puesto para algunos de los madridistas, también está en juego. La tensión se palpa.