Polémica y sufrida victoria culé
Sudó tinta china el Barcelona para ganar los tres puntos en un derby ante el Espanyol que tuvo de todo y que va a dar mucho que hablar, como en los viejos tiempos. Dureza, penaltis no pitados, penalti dudoso señalado, gol fantasma, expulsión del portero españolista y más adrenalina que juego. El Barcelona salió beneficiado de unas decisiones arbitrales que le favorecieron en los penalties y que le perjudicaron en la dureza. Clos Gómez obvió el penalti de Mascherano a Javi López en la primera parte y señaló el que el lateral españolista cometió por manos después de un control sospechoso de Neymar. Durante todo el partido, el colegiado estuvo más atento a las manos que a las patadas.
El partido se resume en la figura de Javi López. Presente en las dos jugadas decisivas y que acabó de portero tras la expulsión de Casilla. Él encarnó la lucha de un Espanyol que remó contracorriente durante 90 minutos para acabar ahogado en la orilla. Sufrió López un penalti de Mascherano en la primera parte y luego cometió el que decidió el encuentro. Después, acabó de portero tras la expulsión de Kiko. Más no se le puede pedir.
El Barça sabía que la prueba de Cornellà iba a ser dura, pero acabó siendo tremenda. El Espanyol volvió a demostrar que es un equipo trágico y heroico a partes iguales. Pocos equipos han corrido más en un campo que los pericos ayer. Rascaron, lucharon, fueron a por todos los balones y se dejaron el alma. Hicieron todo lo que le podían exigir sus aficionados…menos ganar. Puestos a examinar el partido desde el punto de vista españolista, nada hay que reprocharles a los de Aguirre. Todos cumplieron con su deber y nadie puede ser señalado, pero uno llega hasta donde llega. Pueden irse los pericos a casa tristes, pero se irán con la cabeza muy alta.
El Barça, en cambio, debería de estar dando gracias de su suerte. Qué compren el euromillón que igual les toca. Hace tan sólo una semana estaban casi muertos en la Liga y en siete día son los Reyes del Mambo. La vida te da sorpresas y al Barça le sonríe la fortuna. De desahuciado a depender de sí mismo va un abismo.
A favor de los barcelonistas hay que decir que supieron mantener el tipo en Cornellà. A diferencia de otros episodios recientes, no se dejaron llevar por el oleaje y sufrieron cuando tocaba en un partido muy perro en el que el Espanyol dio toda la cera del mundo. Que nadie se sorprenda, que los derbis están para eso. Para marcar territorio. El Espanyol lo marcó y el Barça salió vivo de la trampa.
Tuvo el partido en su mano el Barcelona en los primeros compases, pero la torpeza de Neymar ante el marco rival evitó que el Barça se avanzara y dio carta de naturaleza a los instintos de un Espanyol espartano. Víctor Sánchez lideró un colectivo que defendía cada palmo de terreno con su vida.
Clos ignoró el penalty de Mascherano a Javi López, pero vio en la segunda parte el del propio Javi por manos ante Neymar, que se está convirtiendo en más decisivo por lo que provoca que por lo que concluye. Ha venido a este mundo a provocar penaltis. Penaltis, que por cierto los tira Messi, que en una semana está dando un curso de lanzamiento. Leo logró finalmente marcar en Cornellà y el Barça sigue dependiendo de si mismo de cara a la Liga con la sensación de haber salvado una emboscada.