Otros dos muertos agravan la crisis y Maduro se debilita

Caracas, AFP
El Ejecutivo no logra apoyo para que la Unasur trate la crisis, mientras la OEA inicia el debate. Un policía antimotines y un civil mueren por balazos. Ya son 21 muertos y decenas de heridos
Se agrava la crisis venezolana. Un policía antimotines y un civil murieron ayer por impactos de bala en un nuevo incidente que eleva a 21 el saldo oficial de muertos en las protestas que sacuden Venezuela, calificadas por el presidente Nicolás Maduro como un intento de golpe de Estado. Desde el frente internacional, crecen las voces que reclaman una salida concertada y señalan la errática política de Caracas en medio de la actual debacle.



Individuos no identificados dispararon contra un grupo de civiles en motocicleta que intentaba levantar una barricada colocada en el este de Caracas por sectores opositores al gobierno.

El miércoles, Maduro llamó "a las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (grupos de militancia civiles), a los obreros y campesinos, a hacer valer la orden de nuestro comandante Hugo Chávez: candelita que se prenda, candelita que apagamos con nuestro pueblo".

Luego del tiroteo los grupos de motociclistas que habían intentado liberar la obstrucción, provocaron destrozos en los portales de algunos edificios de la zona, desde cuyos pisos superiores les lanzaban objetos contundentes, confirmaron periodistas de la AFP.

La presencia de civiles armados afines al Gobierno que se movilizan en motocicletas para amedrentar o agredir a opositores ha sido una denuncia constante de los antichavistas, mientras desde el gobierno niegan su existencia y retrucan que hay francotiradores mercenarios a sueldo de la ultraderecha.

Los incidentes de ayer estallaron mientras organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y relatorías de las Naciones Unidas examinan la situación en Venezuela y reclaman al Poder Ejecutivo que investigue las decenas de denuncias de abusos policiales por la represión

MORALES NO HALLA CONSENSO EN UNASUR

El presidente Evo Morales admitió ayer que hay "dificultades" para convocar una reunión de emergencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para abordar el conflicto en Venezuela, debido a que "uno o dos" presidentes no quieren ese encuentro.

"Estamos en esa tarea de cómo juntarnos. He conversado bastante con el presidente pro témpore de Unasur (Dési Bouterse, de Surinam) para que pueda persuadir a algunos presidentes. Uno o dos no quieren convocarla", señaló Morales a los medios tras haber asistido a un acto en la ciudad de El Alto.

Morales recordó que "de acuerdo con el estatuto constitutivo de Unasur, el 100 % tiene que aprobar cualquier convocatoria". "Y ahí tenemos dificultades", dijo el mandatario, quien agregó que tal vez fue "un error el haber aprobado" que las reuniones de emergencia del bloque sean convocadas con ese porcentaje de aceptación.

Tras asistir el miércoles en Caracas a los actos en conmemoración del primer año de fallecimiento del líder venezolano Hugo Chávez, Morales aseguró que en ese país hay "pequeños grupos que molestan al gobierno".

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