“O Florentino levanta el veto a Casillas o todo se va al garete”

Madrid, EFE
En el Bernabéu y en Valdebebas todos los trabajadores, incluso Piolín, el que manda en el club, y varios directivos de Florentino Pérez coinciden tras las contundentes derrotas ante el Barça y Sevilla: “Esto solo lo arregla Íker. Debe recuperar la titularidad y el control del vestuario o no ganaremos nada”.

¡Que vuelva El Santo!
El salvador del Real Madrid y de la Selección durante tantos partidos. Pese a que Florentino no quiera reconocerlo. Hacía tiempo que en el Real Madrid no había tal unanimidad. Todos, menos Florentino y su amigo Mourinho, desean que Casillas, su capitán y el de La Roja (según la FIFA el mejor portero del mundo en los últimos cinco años) recupere la titularidad en la Liga.


¿Y por qué no juega Casillas?
Es lo que se preguntan muchos jugadores de la plantilla blanca. Seguro que si sus periodistas amigos (con la que está cayendo en nuestra profesión, nada interesados) le hicieran esta pregunta a Florentino Pérez, el dueño de ACS, como ya no está en club Jorge Valdano, contestaría ofendido: “¿Cómo me puedes hacer esa pregunta? ¡Por favor! Ancelotti es el entrenador del Real Madrid y es el que decide”. Es verdad, en todos los equipos manda el entrenador.

¿Pero manda Ancelotti?
¡Por favor! La duda ofende. Recuerdo. Son hechos. A Del Bosque, Florentino lo echó tras ganar dos Champions y dos Ligas. ¿Por qué? ¿Por no lucir bien la corbata de Armani? Camacho, otro mito madridista, dimitió porque no le aguantaba ni a él, ni a Beckham. Y años después también mandaban en el vestuario blanco: Carlos Queiroz, Luxemburgo, Pellegrini… Y tantos otros. Como dice el portero de mi finca, con una plantilla de 540 millones de euros y con dos internacionales titulares por puesto, incluso con él de entrenador, el Madrid también golearía al Betis, Rayo Vallecano, Almería…

Pero hasta la fecha Ancelotti ha salido trasquilado en todos los partidos importantes de la temporada (1 punto de los 12 posibles en los enfrentamientos directos contra el Barça y Atlético de Madrid). Eso sí, Ancelotti, ‘El Pacificador’, según algunos medios de la capital, como buen empleado de club sigue al pie de la letra todas las indicaciones o sugerencias de su presidente.

Con Íker en el banco, Florentino era feliz
Es un hecho. Y es tan evidente que ya lo reconoce hasta el botones del Bernabéu. Pero ya queda en evidencia. Y más cuando Diego López, que no estaba preparado para aguantar esta presión mediática, empieza a cantar, y en los partidos transcendentales, más que Plácido de Domingo (autor del nuevo himno del Real Madrid). Pero claro, Florentino Pérez, que el domingo pasado invitó a no sé cuántos jeques árabes a su palco del Bernabéu porque creía que iba a sentenciar la Liga, no se esperaba este nuevo escenario. En tan sólo tres días, dos derrotas contundentes ante el Barça y Sevilla, perdida del liderato y de casi media liga y con un vestuario dividido.

En el vestuario, cada uno a la suya
Sí, Cristiano a la suya. Xabi Alonso, tras prorrogar su contrato, a la suya. Ramos, el segundo capitán, aunque Casillas el domingo le recomendó, por activa y por pasiva, que no criticara a Undiano Mallenco, a la suya. Bale, el galés que ha costado más de 100 millones de euros y que es el autista de la plantilla, a la suya. Arbeloa, íntimo amigo de Mourinho y que todo lo filtra, a la suya. Y podríamos seguir. Todos a la suya. Y claro, Ancelotti, que acaba de aterrizar en el Bernabéu (eso sí, tras colocar en el Real Madrid con fichas millonarias a su hijo y a su yerno. ¡Lo importante es la familia de cada uno!), también a la suya.

¡Que vuelva Íker!
Y más tras las últimas actuaciones de Diego López. Es lo que piden todos los profesionales del Real Madrid para salvar la temporada. Es tal el cambalache a día de hoy en el vestuario blanco– así nos lo aseguran a ELPLURAL.COM– que o el capitán da un puñetazo en su taquilla y pone a todos sus compañeros firmes, o el Madrid este año no se dará ninguna vueltecita por La Cibeles para celebrar ningún título. Y es que Íker, campeón del mundo y doble campeón de Europa con España, si Florentino le deja, es el único que puede reconducir tanto ego suelto y el actual caos. Pero claro, para que Íker sea otra vez el JEFE no debe estar en el banquillo. Y muy pronto recuperará la titularidad.

Como el de Media Markt, no es tonto
Por eso Florentino reflexionará, dará su brazo a torcer– pese a que su admirado Mourinho le siga aconsejando lo contrario– y hablará con su entrenador. Y, aunque le joda, tras levantarle el veto, Ancelotti alineará en todos los partidos que juegue el Real Madrid al mejor portero del mundo. Y con Íker en el campo, Cristiano hará solo lo que sabe (¡que no es poco!); Ramos no se volverá a pasar más veces tres pueblos; Xabi no se creerá lo que no debe; Pepe volverá a estar centrado; Bale podrá confiar en alguien y… Lo mismo que Marcelo, Modric, Benzema, Illarramendi, Isco, Morata y los demás.

La Súper chistera de Pérez
Es alucinante que Florentino Pérez, personaje que a todas horas encarga todo tipo de encuestas para saber antes que nadie lo que piensan, opinan, maquinan y desean los socios del Real Madrid, ya esté pensando en los próximos fichajes y a qué personas, importantes, incorporará este verano al club en el caso de que (como la temporada pasada) no levante ningún título, en vez de plantearse qué es lo que debe hacer para salvar la actual temporada. Sí, porque, pese al pesimismo reinante entre la afición merengue, si Florentino quiere, su equipo todavía puede lograr el triplete: Liga, Copa del Rey y Champions. Es cuestión de que Florentino Pérez, madridista donde los haya, descuelgue el teléfono y levante el veto a Íker Casillas. Pronto saldremos de dudas.

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