Maduro acusa a Washington de liderar intentos de derrocarlo
El presidente de Venezuela asegura que EE UU financia la violencia que estremece al país
Alfredo Meza
Caracas, El País
El guion escrito por el fallecido Hugo Chávez volvió a repetirse este viernes a lo largo del día. Washington es en última instancia el responsable de la violencia que sacude a Venezuela desde hace un mes. Primero fue el canciller Elías Jaua, quien llamó asesino en horas de la mañana al secretario de Estado John Kerry “por fomentar los disturbios violentos”. En la tarde, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, el presidente Nicolás Maduro agregó que era evidente que Estados Unidos quería derrocarlo.
El mandatario le pidió “al lobby republicano [en referencia al Partido Republicano] y a los lobbies de derecha de Miami” que “cogieran mínimo” [que se calmaran, en el lenguaje informal venezolano]. “Están fracasando en su intento de promover la desestabilización de Venezuela”, agregó.
Maduro basa su análisis en algunos hechos ocurridos en los últimos días: la petición de congelar activos de funcionarios públicos venezolanos en Estados Unidos, presentada el jueves por los senadores demócratas Robert Menéndez, Bill Nelson y el republicano Marco Rubio; las constantes alusiones de Kerry a la situación política de Venezuela -un verdadero toma y daca- y las observaciones del Comando Sur, que asegura que la situación venezolana “se está cayendo a pedazos”.
El gobernante venezolano dice estar derrotando un golpe de Estado que se desarrolla desde el pasado 12 de febrero. Ese día fallecieron tres personas en los focos de protestas generados luego de una marcha de la oposición. Con las tres personas asesinadas el miércoles en Valencia, en el centro oeste de Venezuela, se han contabilizado 28 caídos. Para Maduro todas las muertes ocurridas en son imputables “a la violencia ‘guarimbera’ [generada por la oposición]”
El mandatario quiso desmentir que las protestas sean solo obra de estudiantes presentando un balance de los detenidos en un mes de protesta: de las 1.529 detenciones menos de la mitad, 558, son estudiantes. “Y menos del 10% recibieron una medida privativa de libertad”, precisó. “Cada mensaje que envía el gobierno de Estados Unidos es para avivar la llama de la violencia que se apaga cada día, gracias a la labor de los cuerpos policiales y militares", agregó.
No por ello Maduro dejó de reconocer los excesos cometidos al momento de controlar el orden público. Dijo que hay 21 funcionarios policiales detenidos y enjuiciados, pero destacó en general la actuación “apegada a la ley” de los cuerpos antimotines.
El jefe del Estado venezolano se ha mostrado reacio a aceptar cualquier opinión extranjera sobre las protestas, pero recibió de buena manera la disposición del presidente de Colombia Juan Manuel Santos de mediar en el conflicto. “Agradezco al gobierno del presidente Santos todo el apoyo que nos dio en la OEA y en Unasur. Es uno de los presidentes que más nos defiende realmente”, expresó.
En los próximos días un grupo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) vendrá a Caracas para “acompañar y apoyar” el diálogo político ya iniciado por Maduro. La oposición no participa de estas conversaciones porque considera que el Gobierno no tiene voluntad de consensuar con la porción del país que no le apoya el modelo de desarrollo.
Santos admitió en una entrevista publicada hoy por el diario colombiano El Tiempo que hay una iniciativa que podría incluir a varios exmandatarios iberoamericanos dispuestos a mediar entre el Gobierno y la oposición de Venezuela para desactivar la crisis política.
EE UU evita la discusión
EVA SAIZ / WASHINGTON
El Departamento de Estado de EE UU ha preferido no responder de manera directa a las acusaciones de Jaua, pero en un comunicado ha dejado claro que “la solución en Venezuela pasa por el diálogo entre los venezolanos, no en la represión o en el lanzamiento de ladrillos verbales a EE UU”. Horas antes, su portavoz, Marie Harf aseguraba que el Gobierno de Caracas “falta descaradamente a la verdad“ cuando trata de responsabilizar a EE UU de promover y alentar las protestas en Venezuela. “Los funcionarios que tratan de hacer que esto gire en torno de EE UU están faltando descaradamente a la verdad sobre lo que está pasando allí”, ha señalado.
Washington sigue dispuesto a alentar el diálogo entre el Gobierno de Maduro y la oposición como vía para solucionar el conflicto a través de un intermediario. “Creemos que podría haber una posibilidad de éxito si una tercera parte mediara, una parte externa que sea aceptada por todas las partes”. No obstante, tal y como recalcó Kerry esta semana durante su comparecencia ante la Cámara de Representantes, EE UU está barajando todas las opciones, entre ellas la posibilidad de imponer sanciones a particulares venezolanos, una alternativa que ha sido respaldada por ambos partidos en las dos Cámaras del Capitolio donde se han presentados sendas propuestas para imponer prohibiciones de visados y congelación de activos a particulares implicados en la violación de derechos humanos en Venezuela. “Nuestro objetivo es que el pueblo venezolano sea escuchado por su Gobierno y que tenga una voz a la hora de determinar su futuro”, ha señalado Harf.
Además de apelar a un diálogo inclusivo, el Departamento de Estado ha instado al Gobierno de Maduro a que “pare todo tipo de represión hacia los ciudadanos que ejercen su derecho a la libertad de expresión y de manifestación”; a que “libere a todos los que han sido encarcelados injustamente, como Leopoldo López” y a que “levante las restricciones de libertad de prensa”.
Alfredo Meza
Caracas, El País
El guion escrito por el fallecido Hugo Chávez volvió a repetirse este viernes a lo largo del día. Washington es en última instancia el responsable de la violencia que sacude a Venezuela desde hace un mes. Primero fue el canciller Elías Jaua, quien llamó asesino en horas de la mañana al secretario de Estado John Kerry “por fomentar los disturbios violentos”. En la tarde, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, el presidente Nicolás Maduro agregó que era evidente que Estados Unidos quería derrocarlo.
El mandatario le pidió “al lobby republicano [en referencia al Partido Republicano] y a los lobbies de derecha de Miami” que “cogieran mínimo” [que se calmaran, en el lenguaje informal venezolano]. “Están fracasando en su intento de promover la desestabilización de Venezuela”, agregó.
Maduro basa su análisis en algunos hechos ocurridos en los últimos días: la petición de congelar activos de funcionarios públicos venezolanos en Estados Unidos, presentada el jueves por los senadores demócratas Robert Menéndez, Bill Nelson y el republicano Marco Rubio; las constantes alusiones de Kerry a la situación política de Venezuela -un verdadero toma y daca- y las observaciones del Comando Sur, que asegura que la situación venezolana “se está cayendo a pedazos”.
El gobernante venezolano dice estar derrotando un golpe de Estado que se desarrolla desde el pasado 12 de febrero. Ese día fallecieron tres personas en los focos de protestas generados luego de una marcha de la oposición. Con las tres personas asesinadas el miércoles en Valencia, en el centro oeste de Venezuela, se han contabilizado 28 caídos. Para Maduro todas las muertes ocurridas en son imputables “a la violencia ‘guarimbera’ [generada por la oposición]”
El mandatario quiso desmentir que las protestas sean solo obra de estudiantes presentando un balance de los detenidos en un mes de protesta: de las 1.529 detenciones menos de la mitad, 558, son estudiantes. “Y menos del 10% recibieron una medida privativa de libertad”, precisó. “Cada mensaje que envía el gobierno de Estados Unidos es para avivar la llama de la violencia que se apaga cada día, gracias a la labor de los cuerpos policiales y militares", agregó.
No por ello Maduro dejó de reconocer los excesos cometidos al momento de controlar el orden público. Dijo que hay 21 funcionarios policiales detenidos y enjuiciados, pero destacó en general la actuación “apegada a la ley” de los cuerpos antimotines.
El jefe del Estado venezolano se ha mostrado reacio a aceptar cualquier opinión extranjera sobre las protestas, pero recibió de buena manera la disposición del presidente de Colombia Juan Manuel Santos de mediar en el conflicto. “Agradezco al gobierno del presidente Santos todo el apoyo que nos dio en la OEA y en Unasur. Es uno de los presidentes que más nos defiende realmente”, expresó.
En los próximos días un grupo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) vendrá a Caracas para “acompañar y apoyar” el diálogo político ya iniciado por Maduro. La oposición no participa de estas conversaciones porque considera que el Gobierno no tiene voluntad de consensuar con la porción del país que no le apoya el modelo de desarrollo.
Santos admitió en una entrevista publicada hoy por el diario colombiano El Tiempo que hay una iniciativa que podría incluir a varios exmandatarios iberoamericanos dispuestos a mediar entre el Gobierno y la oposición de Venezuela para desactivar la crisis política.
EE UU evita la discusión
EVA SAIZ / WASHINGTON
El Departamento de Estado de EE UU ha preferido no responder de manera directa a las acusaciones de Jaua, pero en un comunicado ha dejado claro que “la solución en Venezuela pasa por el diálogo entre los venezolanos, no en la represión o en el lanzamiento de ladrillos verbales a EE UU”. Horas antes, su portavoz, Marie Harf aseguraba que el Gobierno de Caracas “falta descaradamente a la verdad“ cuando trata de responsabilizar a EE UU de promover y alentar las protestas en Venezuela. “Los funcionarios que tratan de hacer que esto gire en torno de EE UU están faltando descaradamente a la verdad sobre lo que está pasando allí”, ha señalado.
Washington sigue dispuesto a alentar el diálogo entre el Gobierno de Maduro y la oposición como vía para solucionar el conflicto a través de un intermediario. “Creemos que podría haber una posibilidad de éxito si una tercera parte mediara, una parte externa que sea aceptada por todas las partes”. No obstante, tal y como recalcó Kerry esta semana durante su comparecencia ante la Cámara de Representantes, EE UU está barajando todas las opciones, entre ellas la posibilidad de imponer sanciones a particulares venezolanos, una alternativa que ha sido respaldada por ambos partidos en las dos Cámaras del Capitolio donde se han presentados sendas propuestas para imponer prohibiciones de visados y congelación de activos a particulares implicados en la violación de derechos humanos en Venezuela. “Nuestro objetivo es que el pueblo venezolano sea escuchado por su Gobierno y que tenga una voz a la hora de determinar su futuro”, ha señalado Harf.
Además de apelar a un diálogo inclusivo, el Departamento de Estado ha instado al Gobierno de Maduro a que “pare todo tipo de represión hacia los ciudadanos que ejercen su derecho a la libertad de expresión y de manifestación”; a que “libere a todos los que han sido encarcelados injustamente, como Leopoldo López” y a que “levante las restricciones de libertad de prensa”.