La victoria como necesidad o virtud
El Madrid, un libro abierto en la alineación y el juego, aspira a descartar al Barça de la pugna por el título mientras los azulgrana recurrirán a su dibujo más conservador para optar a un triunfo vital
Ramon Besa
Barcelona, El País
Aseguran los expertos que la Liga se decide en las 10 últimas jornadas, las que quedan desde hoy, día en que llega el clásico. La suerte del campeonato pasa por el Bernabéu. Los pronósticos señalan como favorito al Madrid. No solo es el líder con cuatro puntos sobre los azulgrana sino que ha dado con un plan de juego estable después de perder su último partido precisamente en el Camp Nou. A Ancelotti le dio entonces un ataque de entrenador cuando puso a Sergio Ramos de mediocentro, decisión que evocó los tiempos convulsos de Mourinho con Pepe, y el Madrid cayó por 2-1. El equipo blanco no ha perdido desde entonces —van 31 encuentros— y el club goza de tanta paz que vuelve a soñar con el título y con la décima. “Olvidé la última vez que gané al Barça; ya es hora”, respondió ayer el técnico italiano, vencedor en 2004 con el Milan. “No pensamos en el empate ni tenemos menos presión que el Barça”.
La victoria no solo se da por descontada en Chamartín sino que en el vestuario se habla de devolver gol a gol las tundas recibidas del Barça. No tiene margen de error el Barcelona, que ha ido descontado puntos desde el clásico del Camp Nou: del +6 se pasó al -4. “Sí, probablemente es la última oportunidad”, concedió Martino. “No es lo mismo tener que recortar un punto que cuatro o siete. Los que pelean por el campeonato no se equivocan muchas veces cuando quedan tan pocos partidos. El empate no sería bueno; estamos obligados a ganar”.
El entrenador del Barça repetirá seguramente el plan de la ida: Cesc y Neymar entrarán por Pedro y Alexis. Juntar a los cuatro medios y apostar por el brasileño funcionó en los partidos más exigentes, también contra el Manchester City, porque permite a los azulgrana tener el control del juego, apretar las líneas, mejorar el repliegue defensivo y evitar las contras del rival. A cambio, los barcelonistas pierden profundidad y agresividad y tampoco se garantizan una mejor defensa de los laterales del Madrid.
La prioridad azulgrana es ponerse por delante en el marcador después de ir a remolque en seis de las últimas siete salidas. Martino aspira por tanto a que Neymar no sea un problema sino la solución: “Trataré que de golpe no se crea un jugador más; para mí es uno de los cinco mejores del mundo”, observó el técnico, que cuando se le preguntó por su futuro replicó: “Ser entrenador del Barcelona es impagable”. A pesar de la interinidad de Martino, de que Puyol es baja por lesión y Valdés jugará su último clásico liguero, el Barça no quiere dar sensación de despedida en Madrid.
“La identidad de ambos equipos está clara; la diferencia está en que ellos han sido regulares y nosotros irregulares, nos faltó consistencia”, remachó Martino. Ancelotti replicó: “Los dos tenemos jugadores que pueden ganar el partido, pero prefiero pensar que la victoria se decidirá por el trabajo de equipo. Hay que atacar y defender juntos. La línea defensiva y de los mediocentro debe ser compacta y controlar el centro del campo. El lema es presión, concentración y motivación. Y para que se dé, necesitamos que el ambiente sea lo más tranquilo posible”. El Madrid es un libro abierto, en la alineación y en el juego, sabedor de que los delanteros no pueden descolgarse de la tarea defensiva para enfrentar a los mejores equipos como el Barcelona.
El duelo estratégico se presenta tan interesante como el colectivo y el individual: Cristiano Ronado contra Messi, los dos colosos en un clásico decisivo para la Liga, con el Atlético a la expectativa. Necesita ganar el Barça, que recuerda que no siempre se impone el favorito —“seremos valientes”, recuerda Iniesta, fuente del juego —, mientras el Madrid quiere hacer virtud de la victoria, como antes el Barcelona.
Ramon Besa
Barcelona, El País
Aseguran los expertos que la Liga se decide en las 10 últimas jornadas, las que quedan desde hoy, día en que llega el clásico. La suerte del campeonato pasa por el Bernabéu. Los pronósticos señalan como favorito al Madrid. No solo es el líder con cuatro puntos sobre los azulgrana sino que ha dado con un plan de juego estable después de perder su último partido precisamente en el Camp Nou. A Ancelotti le dio entonces un ataque de entrenador cuando puso a Sergio Ramos de mediocentro, decisión que evocó los tiempos convulsos de Mourinho con Pepe, y el Madrid cayó por 2-1. El equipo blanco no ha perdido desde entonces —van 31 encuentros— y el club goza de tanta paz que vuelve a soñar con el título y con la décima. “Olvidé la última vez que gané al Barça; ya es hora”, respondió ayer el técnico italiano, vencedor en 2004 con el Milan. “No pensamos en el empate ni tenemos menos presión que el Barça”.
La victoria no solo se da por descontada en Chamartín sino que en el vestuario se habla de devolver gol a gol las tundas recibidas del Barça. No tiene margen de error el Barcelona, que ha ido descontado puntos desde el clásico del Camp Nou: del +6 se pasó al -4. “Sí, probablemente es la última oportunidad”, concedió Martino. “No es lo mismo tener que recortar un punto que cuatro o siete. Los que pelean por el campeonato no se equivocan muchas veces cuando quedan tan pocos partidos. El empate no sería bueno; estamos obligados a ganar”.
El entrenador del Barça repetirá seguramente el plan de la ida: Cesc y Neymar entrarán por Pedro y Alexis. Juntar a los cuatro medios y apostar por el brasileño funcionó en los partidos más exigentes, también contra el Manchester City, porque permite a los azulgrana tener el control del juego, apretar las líneas, mejorar el repliegue defensivo y evitar las contras del rival. A cambio, los barcelonistas pierden profundidad y agresividad y tampoco se garantizan una mejor defensa de los laterales del Madrid.
La prioridad azulgrana es ponerse por delante en el marcador después de ir a remolque en seis de las últimas siete salidas. Martino aspira por tanto a que Neymar no sea un problema sino la solución: “Trataré que de golpe no se crea un jugador más; para mí es uno de los cinco mejores del mundo”, observó el técnico, que cuando se le preguntó por su futuro replicó: “Ser entrenador del Barcelona es impagable”. A pesar de la interinidad de Martino, de que Puyol es baja por lesión y Valdés jugará su último clásico liguero, el Barça no quiere dar sensación de despedida en Madrid.
“La identidad de ambos equipos está clara; la diferencia está en que ellos han sido regulares y nosotros irregulares, nos faltó consistencia”, remachó Martino. Ancelotti replicó: “Los dos tenemos jugadores que pueden ganar el partido, pero prefiero pensar que la victoria se decidirá por el trabajo de equipo. Hay que atacar y defender juntos. La línea defensiva y de los mediocentro debe ser compacta y controlar el centro del campo. El lema es presión, concentración y motivación. Y para que se dé, necesitamos que el ambiente sea lo más tranquilo posible”. El Madrid es un libro abierto, en la alineación y en el juego, sabedor de que los delanteros no pueden descolgarse de la tarea defensiva para enfrentar a los mejores equipos como el Barcelona.
El duelo estratégico se presenta tan interesante como el colectivo y el individual: Cristiano Ronado contra Messi, los dos colosos en un clásico decisivo para la Liga, con el Atlético a la expectativa. Necesita ganar el Barça, que recuerda que no siempre se impone el favorito —“seremos valientes”, recuerda Iniesta, fuente del juego —, mientras el Madrid quiere hacer virtud de la victoria, como antes el Barcelona.