El presidente del Bayern de Múnich dimite e irá a prisión
Berlín, AFP
El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, condenado el jueves a tres años y medio de prisión por fraude fiscal, anunció este viernes su dimisión del prestigioso club alemán de fútbol y decidió no apelar, por lo que ingresará en la cárcel.
"Tras hablarlo con mi familia, he decidido aceptar la decisión del tribunal de Múnich con respecto a mi situación fiscal. He pedido a mis abogados que no recurran", declaró en un comunicado esta personalidad futbolística, participante asiduo de la televisión alemana. "Esto corresponde a mi concepción de la decencia, de la responsabilidad personal", agregó Hoeness, quien reconoció ante el tribunal haber defraudado al fisco 28,5 millones de euros. "Esta evasión fiscal es el error de mi vida. Saco las consecuencias de este error", subrayó.
El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, condenado el jueves a tres años y medio de prisión por fraude fiscal, anunció este viernes su dimisión del prestigioso club alemán de fútbol y decidió no apelar, por lo que ingresará en la cárcel.
"Tras hablarlo con mi familia, he decidido aceptar la decisión del tribunal de Múnich con respecto a mi situación fiscal. He pedido a mis abogados que no recurran", declaró en un comunicado esta personalidad futbolística, participante asiduo de la televisión alemana. "Esto corresponde a mi concepción de la decencia, de la responsabilidad personal", agregó Hoeness, quien reconoció ante el tribunal haber defraudado al fisco 28,5 millones de euros. "Esta evasión fiscal es el error de mi vida. Saco las consecuencias de este error", subrayó.
Durante todo el proceso, los aficionados, patrocinadores y accionistas del Bayern de Múnich mostraron su apoyo a Hoeness, quien se mantuvo en todo momento al frente del club bávaro, aunque finalmente ha decidido dimitir. "Además, dimito con efecto inmediato de mi cargo de presidente del FC Bayern de Múnich y del consejo de vigilancia. Quiero preservar a mi club de cualquier perjuicio", continuó. "El FC Bayern de Múnich es la obra de mi vida y lo seguirá siendo siempre", escribió, "agradeciendo desde el fondo del corazón a sus amigos y a los miembros del Bayern de Múnich su respaldo".
El consejo de vigilancia del club bávaro agradeció a Hoeness "su contribución extraordinaria a la prosperidad del equipo" y "su trabajo de toda una vida", y anunció que el presidente de Adidas, Herbert Hainer, remplazaría "hasta nueva orden" al ya expresidente.
Al término de un proceso de cuatro días, el tribunal de gran instancia de Múnich condenó a Hoeness a tres años y medio de prisión por defraudar más de 28 millones de euros mediante depósitos sin declarar en cuentas de bancos suizos.
La cantidad defraudada no dejó de aumentar durante el juicio. Los 3,5 millones de euros iniciales imputados por la fiscalía pasaron a 18,5 millones el lunes y finalmente a 28,5 millones en la sentencia.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, indicó durante una rueda de prensa que la canciller alemana, Angela Merkel, "respetaba la decisión" de Hoeness. En un primer momento, tras conocerse la investigación por fraude, Merkel se había mostrado "decepcionada" con el comportamiento de Hoeness, considerado una persona cercana a la jefa de Gobierno.
- "Un dios caído" -
La prensa alemana atacó duramente este viernes a Hoeness, quien era considerado un héroe para los jóvenes aficionados y una autoridad moral en el país.
Hoeness, delantero del Bayern y de la selección alemana que ganó el Mundial de 1974, vio su carrera de jugador arruinada por una lesión. Retirado de los terrenos de juego a los 27 años, en 1979 se convirtió en entrenador y tres décadas después en presidente del club, del que hizo uno de los más ricos y competitivos del mundo. "Un triunfador y un dios caído: un modelo menos", señalaba el diario Die Welt. El rotativo Bild, el más leído en Alemania, consideraba la condena "buena para la moral fiscal".
El caso estalló a principios de 2013, cuando la prensa reveló que un importante directivo del mundo del fútbol había ocultado una gran suma de dinero en Suiza. Uli Hoeness, de 62 años, optó inmediatamente por denunciarse a sí mismo para regularizar su situación mediante el pago de una multa, pero el tribunal mostró sus dudas desde el principio sobre lo exhaustivo de su confesión.