El extraño reparto de Ancelotti eleva la tensión entre Casillas y Diego López
Madrid, El Confidencial
Situación límite. Hay dos, pero solo puede jugar uno. Carlo Ancelotti inició la temporada sorprendiendo a todo el mundo. Tanto dentro como fuera del club. Su decisión de alternar a Diego López -Liga- y a Casillas -Copa y Champions-, sembró la incertidumbre entre los dos porteros y no gustó dentro de la entidad madridista. Nadie entendía la decisión. Ahora, ocho meses después, la situación se ha convertido en insostenible, tal y como quedó demostrado el pasado sábado cuando el Bernabéu pitó al gallego.
Tanto es así que salvó un impensable cambio de escenario, uno de los dos no continuará en el Real Madrid. No quieren acumular más tensión. Restan, por ahora, once partidos de competición como poco, y uno y otro se sienten examinados en cada partido. Les revienta cuando ven las encuestas que aparecen a diario. Creen que genera tensión y la consecuencia es el alejamiento que han sufrido.
Tal y como ha ido informando este periódico, los principales implicados no se han sentido cómodos, nunca les ha gustado, pero ahora la situación ha traspasado el límite. Las últimas derrotas sufridas por el Real Madrid han servido para alimentar un debate iniciado por Ancelotti y su extraña decisión.
Diego López tenía muy claro hace un mes que su sitio estaba en el Real Madrid. Rafa Benítez se ha cruzado en su camino con el fin de llevárselo al Nápoles. Casillas también pretende seguir pero no así. En el verano pasado llegó a pedir libertad para poder salir; ahora dice todo lo contrario y afirma que quiere terminar su carrera en el club blanco, pero sabe que un año más así sería más que complicado. Arsenal y Manchester City le esperan.
Ahora se vuelve a cuestionar la titularidad de Diego López. Las derrotas y los seis goles recibidos, sitúan el portero gallego en el punto de mira. Incluso algunos rumores apuntan a un cambio de guardia, pero el italiano se resiste a dar el paso. Piensa que sería señalar y culpar al ex guardameta del Sevilla de la pérdida del sitio del equipo blanco, algo que no piensa.
Tal y como se desarrolló la pasada campaña, el madridismo intuía que la portería continuaría siendo un problema por la herencia dejada por Mourinho, pero nadie pensaba que el problema se iba a multiplicar. La idea era que el tiempo y el momento de forma colocara a cada uno en su sitio, pero partiendo con Casillas como titular. El buen verano de Diego López lo cambió todo.
Con el gallego de titular, Ancelotti se dio cuenta de que la situación con Casillas de suplente podría ser inaguantable. Repartió, optando por una extraña fórmula que nunca gusto a ninguno de los dos porteros. El paso del tiempo, la llegada de las dudas y comprobar cómo la Liga se escapa, ha echado más leña al fuego. No hay nadie contento con un sistema que nació de mala manera y que está consiguiendo enfrentar al madridismo. Esta dupla no continuará la temporada siguiente, pero hasta que termine la presente la tensión se ha convertido en irrespirable. El examen es constante.
Situación límite. Hay dos, pero solo puede jugar uno. Carlo Ancelotti inició la temporada sorprendiendo a todo el mundo. Tanto dentro como fuera del club. Su decisión de alternar a Diego López -Liga- y a Casillas -Copa y Champions-, sembró la incertidumbre entre los dos porteros y no gustó dentro de la entidad madridista. Nadie entendía la decisión. Ahora, ocho meses después, la situación se ha convertido en insostenible, tal y como quedó demostrado el pasado sábado cuando el Bernabéu pitó al gallego.
Tanto es así que salvó un impensable cambio de escenario, uno de los dos no continuará en el Real Madrid. No quieren acumular más tensión. Restan, por ahora, once partidos de competición como poco, y uno y otro se sienten examinados en cada partido. Les revienta cuando ven las encuestas que aparecen a diario. Creen que genera tensión y la consecuencia es el alejamiento que han sufrido.
Tal y como ha ido informando este periódico, los principales implicados no se han sentido cómodos, nunca les ha gustado, pero ahora la situación ha traspasado el límite. Las últimas derrotas sufridas por el Real Madrid han servido para alimentar un debate iniciado por Ancelotti y su extraña decisión.
Diego López tenía muy claro hace un mes que su sitio estaba en el Real Madrid. Rafa Benítez se ha cruzado en su camino con el fin de llevárselo al Nápoles. Casillas también pretende seguir pero no así. En el verano pasado llegó a pedir libertad para poder salir; ahora dice todo lo contrario y afirma que quiere terminar su carrera en el club blanco, pero sabe que un año más así sería más que complicado. Arsenal y Manchester City le esperan.
Ahora se vuelve a cuestionar la titularidad de Diego López. Las derrotas y los seis goles recibidos, sitúan el portero gallego en el punto de mira. Incluso algunos rumores apuntan a un cambio de guardia, pero el italiano se resiste a dar el paso. Piensa que sería señalar y culpar al ex guardameta del Sevilla de la pérdida del sitio del equipo blanco, algo que no piensa.
Tal y como se desarrolló la pasada campaña, el madridismo intuía que la portería continuaría siendo un problema por la herencia dejada por Mourinho, pero nadie pensaba que el problema se iba a multiplicar. La idea era que el tiempo y el momento de forma colocara a cada uno en su sitio, pero partiendo con Casillas como titular. El buen verano de Diego López lo cambió todo.
Con el gallego de titular, Ancelotti se dio cuenta de que la situación con Casillas de suplente podría ser inaguantable. Repartió, optando por una extraña fórmula que nunca gusto a ninguno de los dos porteros. El paso del tiempo, la llegada de las dudas y comprobar cómo la Liga se escapa, ha echado más leña al fuego. No hay nadie contento con un sistema que nació de mala manera y que está consiguiendo enfrentar al madridismo. Esta dupla no continuará la temporada siguiente, pero hasta que termine la presente la tensión se ha convertido en irrespirable. El examen es constante.