EEUU trata de mediar en el conflicto entre miembros del Senado y la CIA
Washington, EP
La Casa Blanca estaría tratando de mediar entre el Comité de Inteligencia del Senado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), tras las acusaciones mutuas sobre espionaje que se vienen sucediendo las últimas semanas, después de que los senadores revisasen documentos confidenciales de la CIA sobre el uso de la tortura durante los interrogatorios a presuntos terroristas durante el mandato de George W. Bush.
En concreto, una fuente consultada por la agencia Reuters asegura que uno de los principales abogados de la Casa Blanca, Kathryn Ruemmler, estaría interviniendo con el objetivo de rebajar la tensión. Sin embargo, las acusaciones mutuas persisten, tal y como se ha podido observar durante las intervenciones en el Congreso.
Así, el republicano de mayor rango en el Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, Saxby Chambliss, ha dicho este miércoles que todavía hay muchas preguntas sin responder sobre las acusaciones sobre el supuesto espionaje de la CIA a miembros del senado y ha sugerido que podría ser necesaria la intervención de un investigador independiente.
"Aunque la gente habla como si conociésemos todos los hechos pertinentes acerca de este tema, la verdad es que no es así", ha señalado, en declaraciones en el pleno del Senado. "Ambas partes han hecho acusaciones contra los otros e incluso han especulado en torno a estas acciones, pero todavía hay muchas preguntas sin respuesta", ha sentenciado.
EL RESUMEN DE LA DISPUTA
La petición de mediación al Departamento de Justicia fue emitida por la CIA, después de las quejas de miembros del Congreso, que acusan a oficiales de la agencia de acceder indebidamente a su trabajo, un hecho que habría obligado a abrir una investigación por parte del organismo de control interno de la Agencia de Inteligencia --autorizado por el inspector general de la CIA, David B. Buckley--.
De la misma forma, pidió que también se estudien las denuncias contra los investigadores del Senado, que podrían haber accedido de forma inapropiada a documentos que la CIA considera como "ultra sensibles". Personal de la Agencia insiste en que se trataría de documentos confidenciales, internos y privilegiados a los que los funcionarios del Senado no deberían haber tenido acceso.
Posteriormente, como parte de su esfuerzo para descubrir qué pasos estaban dando los investigadores del Senado, los propios agentes de la CIA pudieron haber espiado los ordenadores del Congreso, algo que en ningún caso ha llegado a confirmarse.
El borrador del informe de la comisión del Senado, que estaría compuesto por cerca de 6.000 páginas, concluye que hay pocas evidencias de que las llamadas "técnicas mejoradas de interrogatorio" --autorizadas en 2002 y aplicadas en las cárceles de Guantánamo y Abu Ghraib-- ayudaran a conseguir avances en la lucha antiterrorista. El informe, sin embargo, sigue siendo altamente clasificado.
El presidente del de la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado, el demócrata Carl Levin, dijo en un comunicado que "si, como se alega en los medios, la CIA accede sin permiso a una red informática utilizada por un comité del Senado, sería un asunto muy grave". En este sentido, insistió en que podría suponer un impedimento para llevar a cabo tareas de supervisión constitucional.
Por su parte, el director de la CIA, John Brennan, dijo estar "profundamente consternado de que algunos miembros del Senado hayan decidido hacer acusaciones falsas sobre las acciones de la CIA".
Por ello, pidió que hasta que termine la investigación se abstengan de hacer declaraciones que hacen un "flaco favor" a las relaciones que deben mantener funcionarios de Inteligencia y supervisores del Congreso.
La Casa Blanca estaría tratando de mediar entre el Comité de Inteligencia del Senado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), tras las acusaciones mutuas sobre espionaje que se vienen sucediendo las últimas semanas, después de que los senadores revisasen documentos confidenciales de la CIA sobre el uso de la tortura durante los interrogatorios a presuntos terroristas durante el mandato de George W. Bush.
En concreto, una fuente consultada por la agencia Reuters asegura que uno de los principales abogados de la Casa Blanca, Kathryn Ruemmler, estaría interviniendo con el objetivo de rebajar la tensión. Sin embargo, las acusaciones mutuas persisten, tal y como se ha podido observar durante las intervenciones en el Congreso.
Así, el republicano de mayor rango en el Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, Saxby Chambliss, ha dicho este miércoles que todavía hay muchas preguntas sin responder sobre las acusaciones sobre el supuesto espionaje de la CIA a miembros del senado y ha sugerido que podría ser necesaria la intervención de un investigador independiente.
"Aunque la gente habla como si conociésemos todos los hechos pertinentes acerca de este tema, la verdad es que no es así", ha señalado, en declaraciones en el pleno del Senado. "Ambas partes han hecho acusaciones contra los otros e incluso han especulado en torno a estas acciones, pero todavía hay muchas preguntas sin respuesta", ha sentenciado.
EL RESUMEN DE LA DISPUTA
La petición de mediación al Departamento de Justicia fue emitida por la CIA, después de las quejas de miembros del Congreso, que acusan a oficiales de la agencia de acceder indebidamente a su trabajo, un hecho que habría obligado a abrir una investigación por parte del organismo de control interno de la Agencia de Inteligencia --autorizado por el inspector general de la CIA, David B. Buckley--.
De la misma forma, pidió que también se estudien las denuncias contra los investigadores del Senado, que podrían haber accedido de forma inapropiada a documentos que la CIA considera como "ultra sensibles". Personal de la Agencia insiste en que se trataría de documentos confidenciales, internos y privilegiados a los que los funcionarios del Senado no deberían haber tenido acceso.
Posteriormente, como parte de su esfuerzo para descubrir qué pasos estaban dando los investigadores del Senado, los propios agentes de la CIA pudieron haber espiado los ordenadores del Congreso, algo que en ningún caso ha llegado a confirmarse.
El borrador del informe de la comisión del Senado, que estaría compuesto por cerca de 6.000 páginas, concluye que hay pocas evidencias de que las llamadas "técnicas mejoradas de interrogatorio" --autorizadas en 2002 y aplicadas en las cárceles de Guantánamo y Abu Ghraib-- ayudaran a conseguir avances en la lucha antiterrorista. El informe, sin embargo, sigue siendo altamente clasificado.
El presidente del de la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado, el demócrata Carl Levin, dijo en un comunicado que "si, como se alega en los medios, la CIA accede sin permiso a una red informática utilizada por un comité del Senado, sería un asunto muy grave". En este sentido, insistió en que podría suponer un impedimento para llevar a cabo tareas de supervisión constitucional.
Por su parte, el director de la CIA, John Brennan, dijo estar "profundamente consternado de que algunos miembros del Senado hayan decidido hacer acusaciones falsas sobre las acciones de la CIA".
Por ello, pidió que hasta que termine la investigación se abstengan de hacer declaraciones que hacen un "flaco favor" a las relaciones que deben mantener funcionarios de Inteligencia y supervisores del Congreso.