Cristiano y Messi: dos “cohetes” que llegan a velocidad supersónica al Clásico

Madrid, dpa
Si el fútbol pertenece a las estrellas, no hay duda de que buena parte del destino del próximo “superclásico” del fútbol español pasa por Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, dos cohetes que llegan lanzados a la gran cita.
Las dos mayores estrellas del fútbol mundial parecen afrontar el tramo decisivo de la temporada en su mejor momento, según confirmaron ambos con sus últimas actuaciones. Es la mejor forma de reivindicar una batalla individual que no tiene fin.


“Este tipo no se sosiega ni en jornadas de aliño. Busca récords, adora competir, le gusta el juego y el espectáculo le necesita como cabeza de cartel”
Si Cristiano Ronaldo afrontó el intrascendente partido del martes del Real Madrid ante el Schalke (3-1) con todo el interés del mundo, sólo cabe pensar en una hipermotivación para el duelo del domingo, que puede definir buena parte del título de la Liga española.

Con el Real Madrid virtualmente clasificado para los cuartos de final de la Liga de Campeones tras el 6-1 de la ida, el portugués marcó el martes dos goles, lanzó dos veces a los palos y hasta se lo vio enojado por no lograr un “hat-trick”.

Cristiano Ronaldo se consolidó en el primer puesto de goleadores de la máxima competición continental con la impresionante cifra de 13 tantos y se situó a uno del récord histórico que defienden José Altafini y Messi. Además, ya suma 41 goles esta temporada y cuenta 242 tantos con el Real Madrid en 236 partidos.

Como un león que sale de la jaula, los tres partidos de sanción que tuvo que cumplir en la Liga española no hicieron otra cosa que alimentar su voracidad y en los cuatro encuentros jugados desde entonces acumuló cinco goles.

“Quiere todos los goles y todos los minutos. No especula. No hay partido irrelevante”, aseguró hoy el diario “Marca”.

“Este tipo no se sosiega ni en jornadas de aliño. Busca récords, adora competir, le gusta el juego y el espectáculo le necesita como cabeza de cartel”, añadió “El País”.

Por su parte, Messi respondió a las críticas recibidas por sus anteriores actuaciones y en los dos últimos encuentros, ante el Manchester City en la Liga de Campeones y frente a Osasuna en Liga española, firmó cuatro tantos y un buen número de jugadas espectaculares. Con ello se situó como máximo goleador de la historia del Barcelona con 171 tantos. Y lo logró con sólo 26 años.

Sus últimas actuaciones sirvieron para recuperar la moral del hincha del Barcelona, melancólico y pesimista hasta hace una semana sobre los posibles efectos de la visita al Santiago Bernabéu. El argentino permitió a sus aficionados volver a soñar con el título de la Liga española y con éxitos esta temporada.

“Si Messi tiene ganas de romperla, hay infinitas posibilidades más de que el Barça consiga la que sería la victoria más importante del año porque le dejaría a un punto, a un solo punto, del liderato con nueve jornadas por delante y, también, porque cambiaría la dinámica en la que se mueve ahora el fútbol español”, opinó esta semana el diario “Sport”.

Lo que está claro es que un año más, un partido más, el “superclásico” tendrá su principal foco puesto en los dos futbolistas más importantes de la década, dos jugadores que tienen en sus pies buena parte del futuro de sus respectivos equipos.