Colombia renueva su Congreso con la mirada puesta en las presidenciales y la paz
Bogotá, AFP
Los colombianos acuden este domingo a las urnas para elegir un nuevo Congreso, en unos comicios clave para definir el camino del presidente del país, Juan Manuel Santos, en su búsqueda de la reelección y el destino de los diálogos de paz con la guerrilla FARC.
Más de 32 millones de colombianos están convocados a sufragar en esta elección, que probablemente selle la entrada al Senado del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), opuesto a la negociación que el gobierno de Santos adelanta con las FARC y primer exmandatario colombiano en aspirar al Congreso.
Los colombianos acuden este domingo a las urnas para elegir un nuevo Congreso, en unos comicios clave para definir el camino del presidente del país, Juan Manuel Santos, en su búsqueda de la reelección y el destino de los diálogos de paz con la guerrilla FARC.
Más de 32 millones de colombianos están convocados a sufragar en esta elección, que probablemente selle la entrada al Senado del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), opuesto a la negociación que el gobierno de Santos adelanta con las FARC y primer exmandatario colombiano en aspirar al Congreso.
Las urnas abrieron a las 08H00 locales (13H00 GMT) tras un breve acto en la céntrica plaza de Bolívar de Bogotá en el que el presidente del Consejo Nacional Electoral, Pablo Gil, llamó "a votar sin presiones".
Pocos minutos después, Santos acudió a sufragar en compañía de su esposa e hijos a la mesa número uno, situada en la sede del Congreso y destinada también a expresidentes, ministros y exministros.
"Estas elecciones, hasta ahora, han sido tal vez las más seguras, las más tranquilas que hemos tenido en la historia reciente del país, yo espero de todo corazón que esa tranquilidad se mantenga", dijo Santos, que en esta soleada mañana caminó hasta el Congreso desde el cercano Palacio Presidencial.
Después del cierre de las urnas a las 16H00 (21H00 GMT) el foco estará puesto en la votación que alcance Uribe con su partido Centro Democrático (derecha) y en si la coalición de gobierno de Santos logra conservar la cómoda mayoría que ha tenido durante el actual período.
"Luego de estos comicios podremos saber mucho de qué pasará con la elección presidencial, el proceso de paz y el futuro político de Uribe", dijo a AFP el politólogo Fernando Giraldo, profesor de la cátedra Sistemas políticos y procesos electorales en la Universidad Javeriana.
Santos, que buscará la reelección el próximo 25 de mayo con la intención de firmar un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -la mayor guerrilla del país y con la que negocia desde hace 16 meses en Cuba-, gobierna desde 2010 con una coalición conformada por su Partido de la U, el Partido Liberal, Cambio Radical y el Partido Conservador.
Ahora, los conservadores no le respaldan en su campaña reeleccionista, aunque aún así contaría con el apoyo de algunos congresistas de esa formación en el próximo período.
Para Santos, la importancia de obtener un buen resultado no solo está en el empujón que le daría para las presidenciales, sino también en garantizarse un Congreso favorable a los diálogos de paz que -en caso de su reelección y la firma de un acuerdo con las FARC- apoye las reformas necesarias para la desmovilización de los guerrilleros y el fin del conflicto armado.
- Temen alta abstención -
Según un sondeo de la firma Cifras y Conceptos, los liberales serían la formación más votada al Senado con 16%, seguidos por el Centro Democrático de Uribe (14%), el Partido de la U (12%) y luego los conservadores (6%). Un 36% de los encuestados no respondió sobre sus preferencias.
El partido de Uribe, que ha insistido en que no está contra la paz sino contra la negociación con guerrilleros responsables de crímenes y la incorporación de estos a la política, obtendría entre 10 y 20 senadores. Número que, según analistas, le alcanzaría para hacer ruido pero no para frenar el proceso de paz.
En Colombia, el voto es voluntario y la abstención ronda históricamente el 50%. Pero luego de una campaña silenciosa como la que acaba de terminar, donde los mítines fueron tan discretos como escasa la propaganda, analistas temen incluso una abstención mayor o crecimiento del voto en blanco.
"A este Congreso le tocará asumir una labor muy importante pero en un momento en el que el colombiano muestra un cansancio del proceso político, por la corrupción y falta de respuestas", dijo Giraldo, coautor del libro "Partidos políticos en Colombia".
Colombia vive desde hace medio siglo un conflicto armado en el que además de guerrillas de izquierda han participado paramilitares de derecha y narcotraficantes, con cientos de miles de muertos y 4,5 millones de desplazados.
Garantizar la seguridad y evitar la intimidación a los electores por grupos armados -un riesgo que según la Defensoría del Pueblo existe en 20% del país- es clave para las autoridades en estos comicios, en los que más de 300 candidatos tienen esquemas especiales de protección y para los que fueron desplegados 266.000 uniformados.
Misiones de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales vigilarán el desenvolvimiento de la elección.