Bálsamo para Wilstermann, que logró gris victoria


José Vladimir Nogales
Wilstermann es un inocultable laboratorio. Y experimenta, mientras busca resurgir de sus cenizas. El Sport Boys de Clausen es resistencia, esfuerzo con un objetivo nítido; evitar la promoción o el descenso. Así arrancaron jugando. Gestando un espectáculo muy menor, aburrido, disputado en frecuencia baja, que no se alteró y que hirió al buen gusto. Salpicado, aisladamente, por jugadas peligrosas, mayoritariamente frente a Miguel Mercado; aunque eso no invite, que quede claro, a citar méritos como para justificar el pírrico triunfo local (1-0).


El triunfo le sirvió a Wilstermann, por supuesto, para emerger del oscuro pozo depresivo en el que yacía. Sport Boys, como es lógico, debió marcharse preocupado. Su disciplinado fútbol y conservadora estrategia (en la que basará el plan de sobrevivencia) no alcanzaron para evitar caer ante un encogido Wilstermann. El juego decepcionó bastante, pese a que, en el verde césped, se enfrentaron un ex candidato a dar la vuelta (y con aspiraciones internacionales) y otro que trata de huir, como pueda, de tiempos de escozor e incertidumbre. ¿Se notó esa escasez de jerarquía en los amargos noventa minutos? Bastante. Que Wilstermann se proponga un sistema ofensivo no significó que fuese punzante, desequilibrante o contundente. Sport Boys se refugió en el orden, en arriesgar si se podía y apostar a que un despacho aéreo acertara en la cabeza de Gonzaga o que el inquieto Ovejero completara un desborde. Ferreira (el conductor del equipo) amenazó más de lo que concretó.

DESCONCIERTO

Wilstermann (liberado del corsé tacticista de Alfaro) desconcierta. Y parece que se autoconfunde. Empezó con cuatro medios. Quero por la derecha y el inexpresivo Dani Alonso por izquierda. Machado aguantando la contención, Berodia como enganche en presunta sociedad con los puntas Andaveris y Ramallo. El único que desniveló por habilidad (un par de veces el diminuto delantero o volante recibió buenos pases largos de Berodia y los usufructuó) fue precisamente Quero. En un desarrollo parejo y monótono porque Wilstermann se aferró a la posesión (rutinaria e infecunda) y Sport Boys a sus necesidades, el español (en sociedad con un activo Berodia) se encargó de sacudir el sopor de un choque pesado, carente de vibración y llegadas. Incluso, hubo una jugada en que se estorbó con Ramallo para definir ante un golero desparramado. ¿Sport Boys? Lucha, persistencia para no ser superado. En ataque, sus posibilidades dependían, esencialmente, de los balones que su tridente ofensivo conseguía capturar del cielo. Pero casi todos se desintegraban al ingresar en la atmósfera. Otros saltaban en pedazos tras impactar sobre la superficie terrestre. Suficientes fueron las insuficiencias colectivas e individuales de ambos para no alterar el cero.

A falta de elevar el nivel de ciertas individualidades (y conseguir su conjunción), buena parte de la defección de Wilstermann proviene del diseño. El esquema (4-4-2) expuso los dramas de siempre: un equipo largo en demasía (propenso a partirse por la mitad), escaso de contención en el centro del campo, demasiado estático para fabricar espacios y desmarcarse y falto de coordinación para cimentar un fútbol asociado.

COMPLICACIONES

Muchas de las complicaciones funcionales provienen de la anómala ubicación geográfica de Alonso y Quero. No actúan como volantes, no se comprometen en la elaboración del juego. Prefieren estacionarse allá arriba, sobre las alas, como vulgares receptores, sin movilidad, distantes, encajonados, revelando su posición al enemigo. Esa esterilidad autoinducida, sin embargo, no constituye el mayor de los problemas. Aquél reposicionamiento gesta una diáspora. Sin volantes activos, no hubo mediocampo, obviando la elaboración. El 4-4-2 inicial asumió la forma de un raquítico 4-1-1-4, con un medio centro (Machado) y un enganche (Berodia) que se repartía entre sacar la pelota de atrás e intentar distribuirla. Con los potenciales receptores a un mundo de distancia, cruzar la selva se antojaba utópico. Y lo fue. Wilstermann se extravió ingenuamente en el atasco que planteó Sport Boys, partiéndose en dos bloques inconexos.

Ante la densidad de la marca, Wilstermann necesitaba amplitud para descongestionar el centro. Requería, para ese menester, incorporar a sus laterales. García y Vargas fallaron clamorosamente en la tarea ofensiva. No desbordaron nunca y se les recuerdan pocos centros al área, ningún pase de gol. Y también es muy cierto que en sus incorporaciones al ataque retrasaron más balones de los que adelantaron. Sin embargo, cumplieron como defensas, como laterales sencillos y correosos, lo que son.

Aquí se localiza la gran perversión del sistema de Carballo. Pretender que los laterales se comporten como extremos es una ingenuidad y hacer depender de ello al equipo resulta una aberración. Vargas no es un virtuoso con el balón, ni se le debe culpar por eso. Wilstermann no se atasca por culpa de los laterales. Es evidente que las carencias tácticas se disimulan con la movilidad de Berodia, pero el equipo se frena antes, en el dibujo.

No existe ni creación ni profundidad por las bandas. Alonso parece un poste (incómodo en la banda, deambula sin sentido) y Quero busca un socio que lo active; necesita un jefe. Querer que el equilibrio del equipo recaiga en Machado es injusto y es no conocerle. No tiene pase y su capacidad de marca se reduce cuando debe patrullar todo el ancho.

Ni así hubo dominio territorial masivo de Wilstermann. Sport Boys, para su lamento, no le sacó réditos a los espacios y desperdició varios avances con posibilidades. Con los costados cubiertos, el local se cansó de enviar inútiles encomiendas para Andaveris. Gaitán y Coimba rechazaron todas.

No sólo se debate la ubicación de Quero o la inclusión de Alonso. Hay muchos conceptos indefinidos. Queda también por saber qué sitio debe tener Berodia (pararse como enganche o partir como medio centro) o, cuando menos, la función del volante izquierdo; cómo hay que ocupar y dinamizar los extremos; y que más le conviene al equipo en la demarcación de medio centro. Puede que Belfortti, por su físico e indumentaria, intimide más y, puestos a confirmar que el equipo va a veces muy perdido, ofrezca una imagen de omnipresencia en un sector clave de la cancha. El equipo, sin embargo, pierde fluidez, profundidad y salida de balón cuando no juega Amilcar Sánchez, excluido del cuadro titular para hacerle lugar a Alonso.
La falta de jerarquía, de un líder que aglutine al grupo en los momentos decisivos provoca un juego de espasmos. No sólo le falta continuidad sino también presencia. Sport Boys no pasó de la medular de la misma forma que Wilstermann no pisó el área durante casi todo el primer tiempo. Visto que no conseguía aclarar el campo contrario, vivió el local atado al banderín de córner. Los saques de esquina, una suerte despreciada por Andrada, Clausen y Alfaro en épocas de vacas flacas, deberían ser hoy, a falta de recursos en el juego, el mejor de los recursos. Pero ni eso se trabaja. Los balones viajan a alturas inservibles (o muy cortas o muy altas), despilfarrando oportunidades como si sobraran.

GOL

El rutinario discurrir de la primera etapa se reprodujo en el inicio de la segunda. Por ello, tuvo una especie de encefalograma plano en todo su desarrollo. Sport Boys no arriesgaba por miedo a perder su botín, mientras que a Wilstermann no le funcionaba el cambio de marchas. Tampoco tenía fluidez, menos conjunción o ideas aglutinantes. La escasa aparición en escena de Quero y el constante extravío de Alonso (pese a mostrar mayor compromiso) impidieron un mejor desempeño. Tampoco sintonizaba Andaveris, ni conectaba Berodia.

El gol rojo fue el fruto del pecado de su ponente. Andaveris recuperó un balón en la medular y abrió juego sobre la banda derecha. Quero desbordó y metió un centro preciso para un cabezazo certero de Ramallo. Era la primera vez que los rojos disparaban al arco en la segunda mitad, pero ciertamente lo hacían en las condiciones pretendidas.

El gol modificó el panorama. Sport Boys asumió el mando. Fue casi media hora de agobiante dominio en la que el gol del empate se olía. Wilstermann se echó para atrás, se convirtió en un equipo vulgar y capeó el temporal rifando el balón una vez tras otra. Clausen sacó a Galviz del fondo y lo incorporó como volante derecho, atrás armó una línea de cuatro, Pinto se ubicó sobre la izquierda, Gutiérrez quedó como medio centro, Ferreira hizo de enganche y, como puntas, actuaron Fierro (que ingresó por Gonzaga) y Ovejero. Un 4-1-3-2 atípico, casi desesperado que, más allá de la posesión, generó poco.

Esas imágenes mostrando a Wilstermann prisionero de sus urgencias, tratando de que le funcione lo que ensaya, anticiparon un final angustioso. El cuadro rojo sigue en proceso de elaboración táctica. Juega en bajo nivel. Si jugar se entiende por pasarle la pelota segura al compañero, rotar, crear espacios, usar el ingenio, el talento. Y si no le sale el primer toque a Berodia, se le complica.

La victoria evitó males mayores, pero el público del Capriles dejó ruidosa confirmación de que el equipo (pese a librarse de Alfaro) no le gusta.

Wilstermann
Jornada 12 - 29.03.2014 18:00 - Finalizado
Sport Boys
WILSTERMANN 1 - 0 SPORT BOYS

ALINEACIONES
21 Dennis CARTAGENA  Amarilla64′ 
5 Christian Israel VARGAS   
22 Edward Mauro ZENTENO   
3 Mauro Andres ZANOTTI   
11 Ignacio Awad GARCIA   
15 Cristhian MACHADO   
6 Felix QUERO   
29 Daniel ALONSO  Amarilla78′ 
10 Gerardo GARCIA  Amarilla19′ 
9 Augusto ANDAVERIS   
18 Rodrigo Luis RAMALLO  Normal57′    SALE86′
...................
12 Christian German SALINAS   
25 Carlos Hugo TORDOYA   
2 David Osvaldo MEDINA   
24 Luis Carlos PAZ   
8 Amilcar Alvaro SANCHEZ   
17 Gianakis SUAREZ   
20 Roger ESPINOZA    Entra86′
 Amarilla53′  Miguel Angel MERCADO 1
   Juan Carlos GALVIS 2
 Amarilla65′  Hector Luis GAITAN 5
   Ronald Taylor RIVERO 3
 Sale72′   Cristhian Michael COIMBRA 27
   Carlos Enrique MENDOZA 4
 Amarilla8′  Helmut Enrrique GUTIERREZ 8
 Sale66′ Amarilla64′  Luis Antonio LIENDO 26
   Leandro FERREIRA 11
 Sale56′   Anderson APARECIDO GONZAGA 35
   Marcos Emanuel OVEJERO 16
...................
   Jorge CESPEDES 13
   Olvis JUSTINIANO 6
 Entra56′   Carlos Enrique PINTO 7
   Thiago LEITAO 10
   Juan Francisco RIVERO 17
 Entra66′   Juan Eduardo FIERRO 21
 Entra72′   Reinaldo PARADA 33

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