Atlético 2-2 Real Madrid: el instinto de supervivencia rojiblanco no alcanza para ganar al líder



Madrid, EFE
La frescura y el atrevimiento de Carvajal fueron claves. En el minuto 81 impuso su velocidad y potencia, por la banda derecha, y en una gran penetración metió un excelente centro que remató Cristiano Ronaldo desde el punto de penalti. El portugués convirtió el 2-2 y dejó sin aliento a un equipo rojiblanco que sacó un excelente rendimiento a la excitacíón. El empate le vale al 'Cholo' para no decir adiós a la Liga, pero el punto refuerza las posibilidades de los de Ancelotti que salvaron la derrota en otra cita marcada por las marrullerías. El Atleti se tenía que reenganchar a la Liga en un partido que buscó ganarlo por lo civil o lo criminal.




El equipo del 'Cholo' sacó su insitinto de supervivencia después de recibir un mazazo, un gol de pillo de Benzema en el minuto dos en un despiste defensivo. Desde ese instante se produjo la reacción local. El Atleti se convirtió en un equipo enfurecido, con mucho carácter y orgullo. Justo lo que le faltó en el partido de vuelta de las semidinales de la Copa.

En esta ocasión miró cara a cara al Real Madrid y le dijo que ellos no eran el Schalke. Si despojamos el encuentro de refriegas, broncas, pisotones y entradas al límite del reglamento no queda nada de fútbol. Sobre todo en la primera parte.Ese Atleti enrabietado convirtió el partido en lo más parecido a un Boca-River. El talento y la creatividad del Real Madrid quedaron anulados. En este escenario canchero se agigantó la figura de Diego Costa. En el minuto 10, en una carrera con Sergio Ramos, entró al área y se fue al suelo por un empujón del sevillano. Delgado Ferreiro, el árbitro, no pitó el penalti por la aparatiosidad de la caída del nuevo internacional español. El colegiado pitó este encuentro con la idea obsesiva de no dejarse llevar por chiquilladas barriobajeras. Hasta el empate a uno se vivió una oleada de acciones repugnantes en las que varios jugadores volvieron a quedar retratados. Pepe y Godín se encararon feamente, fingieron cabezazos.

Al igual que Mario y Xabi Alonso, exhibiendo su pierna dura, como Raúl García y su dedo amenazante... En fín, un combate de maleducados en el que salieron perjudicados los futbolistas que huyen de estas acciones. Así se puede explicar que Bale y Cristiano Ronaldo, por ejemplo, no olieran el balón. Se jugó más por arriba que por abajo, se abusó de la pelea física y los zarandeos. Delgado Ferreiro, harto de las trifulcas, lo permitió.En el minuto 27 una buena acción de Arda, que arrastra a la defensa blanca, habilita un balón a Koke que fusila a Diego López con un derechazo. El rojiblanco disparó con comididad. Ese gol encendió más al Atleti y al 'Cholo', un especialista en encender a sus jugadores y al público.

Contagió de mala manera a su mano derecha, el 'Mono' Burgos, que en el minuto 64 protagonizó una acción lamentable. Se fue excitado a por el árbitro por enseñarle una tarjeta amarilla a Diego Costa cuando cayó en el área. Un ejemplo de lo que fue el Atleti. Antes, al filo del descanso, llegó el 2-1 con un golazo de Gabi desde 35 metros. Un disparo que cogió relajado a los centrocampistas blancos, que no le taparon, y que sorprendió a Diego López. Un gol que le va a pasar factira al portero del Real Madrid, del que se dirá que es patrable y otras cosas más. Muchas críticas serán injustas porque Diego también tuvo acciones afortunadas en la segunda parte. En la segunda parte el Atleti siguió apostando por el perfil de equipo excitado con el objetivo de romper el partido y llevarle al Real Madrid del camino de la desesperación al precipicio.

Delgado Ferreiro dio libertas a una guerra de guerrilas. Tampoco se le puede apuntar al árbitro de la maldad de ciertos jugadores porque si hubiera tenido que ponerse firme se habría quedado con ocho jugadores de campo en cada equipo. El Real Madrid protestó en el inicio de la segunda parte un penalti, por manos de Gabi, en una falta de Cristiano Ronalo. Ancelotti, en una decisión sorprendente, cambió a los dos laterales. Primero sacó a Marcelo por Coentrao y después a Carvajal por Arbeloa. Señaló a dos jugadores.

Con Carvajal se atacó mejor la banda derecha y puso centros más interesantes. Uno de ellos lo remató Cristiano Ronaldo de cabeza en una de las mejores ocasiones de los blancos. También metió a Isco por Di María con el fin de asegurarse la posesión, jugar por abajo y conectar con las estrellas. Con 15 minutos por delante, el Real Madrid se puso a tocar, a abrir el campo y acosar a su rival con centros desde las bandas. Mejoró el equipo de Ancelotti. Reculó el del 'Cholo', que se metió atrás y dejó solo arriba a Diego Costa.

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