Argentinos venció a Arsenal en una ráfaga de Pisculichi
Buenos Aires, Olé
Argentinos aprovechó una ráfaga de Pisculichi, quien luego salió lesionado, y se quedó con tres puntos de oro ante un apático Arsenal. El equipo de Borghi cortó una racha de tres partidos sin victorias.
Argentinos necesitaba volver a ganar. Después de tres partidos sin ganar, las dudas habían crecido. Pero llegó la reivindicación. El equipo de Claudio Borghi superó con justicia a Arsenal por 2 a 0 y sumó tres puntos de oro. No jugó del todo bien, pero aprovechó su momento de inspiración y luego se agazapó de contra. Pudo haber marcado más goles.
El equipo de Borghi arrancó sin ideas, como en los últimas fechas, sin embargo, tuvo paciencia para no enloquecer ante la solidez de su rival y apenas vio el hueco, resolvió con efectividad. Ese tramo se produjo entre los 42 y los 45 minutos del primer tiempo, cuando apareció Leonardo Pisculichi con el desahogo en la garganta. El emblema del Bicho, que en el complemento salió con una molestia, marcó primero de cabeza y luego con excelente definición. Suficiente.
Tras el descanso, y con los espacios, el local tuvo las más claras. Porque Arsenal jamás reaccionó: sin creación, ni siquiera encontró respuestas con los cambios. Es más, estuvo más cerca el Bicho del tercero, que el conjunto de Alfaro del descuento.
Argentinos sumó de a tres y tiene un buen motivo para cerrar el sábado con alegría. En un campeonato tan irregular, cada victoria tiene valor incalculable.
Argentinos aprovechó una ráfaga de Pisculichi, quien luego salió lesionado, y se quedó con tres puntos de oro ante un apático Arsenal. El equipo de Borghi cortó una racha de tres partidos sin victorias.
Argentinos necesitaba volver a ganar. Después de tres partidos sin ganar, las dudas habían crecido. Pero llegó la reivindicación. El equipo de Claudio Borghi superó con justicia a Arsenal por 2 a 0 y sumó tres puntos de oro. No jugó del todo bien, pero aprovechó su momento de inspiración y luego se agazapó de contra. Pudo haber marcado más goles.
El equipo de Borghi arrancó sin ideas, como en los últimas fechas, sin embargo, tuvo paciencia para no enloquecer ante la solidez de su rival y apenas vio el hueco, resolvió con efectividad. Ese tramo se produjo entre los 42 y los 45 minutos del primer tiempo, cuando apareció Leonardo Pisculichi con el desahogo en la garganta. El emblema del Bicho, que en el complemento salió con una molestia, marcó primero de cabeza y luego con excelente definición. Suficiente.
Tras el descanso, y con los espacios, el local tuvo las más claras. Porque Arsenal jamás reaccionó: sin creación, ni siquiera encontró respuestas con los cambios. Es más, estuvo más cerca el Bicho del tercero, que el conjunto de Alfaro del descuento.
Argentinos sumó de a tres y tiene un buen motivo para cerrar el sábado con alegría. En un campeonato tan irregular, cada victoria tiene valor incalculable.