Una bomba de Balotelli rescata a un pobre Milán ante el Bolonia
El delantero marcó el único gol del partido con un disparo con la derecha desde 25 metros. Los de Seedorf estuvieron espesos y vieron como Kaká se marchó tocado.
Milan, As
Balotelli rescató a un pobre Milán. El delantero derribó al Bolonia marcando el único gol del partido con un disparo desde 25 metros que dio la victoria, pero que no esconde las carencias actuales de su equipo. El encuentro, más allá del resultado, debería preocupar a Seedorf ante la visita del Atlético. El Bolonia se parapetó bien atrás con cinco zagueros, más un trivote por delante. La defensa por acumulación se le hizo bola en la garganta a los rossoneri. No había ritmo, ni desborde, ni capacidad para sorprender. Balotelli era un bulto extraño en el ataque, desasistido por un Kaká sin clarividencia para leer la defensa del Bolonia. Los visitantes tuvieron la ocasión más clara del primer acto cuando Mantovani lanzó un centro al área desde el sector izquierdo, que Khrin casi manda a la red con un certero cabezazo. La estirada de Abbiati lo impidió. Para entonces, Balotelli sólo había podido enseñar los dientes con una falta escorada que a punto estuvo de pifiar Curci. Tras el descanso prosiguió el ejercicio de horizontalidad y espesura lombarda. Del trío de mediapuntas formado por Honda, Kaká y Taarabt, sólo el último mostró cierto criterio, aunque sin encontrar un socio para sus pases interiores. Los minutos pasaban en San Siro entre un silencio mezcla de hastío y pesadumbre. El miércoles las dificultades serán aún mayores. Sin Montolivo, sancionado, el eje podría estar formado por el dúo Essien-De Jong, reduciéndose aún más la cuota de fútbol.
Entre empujones baldíos de los locales, el Bolonia se las apañaba para asustar. Cristaldo lo hacía con un remate a centro de Garics, que se marchaba alto. Lazaros volvía a exigir a Abbiati a la hora de partido con un disparo que iba directo a la escuadra. Para entonces ya aparecían los pitos y la respuesta de Seedorf fue sustituir a De Jong para dar entrada a Muntari y a Pazzini por un desaparecido Honda. El movimiento tenía la intención de liberar a Balotelli para que pudiera jugar más cerca de Kaká, dejando a Pazzini en punta. La apuesta duró 15 minutos, lo que tardó Kaká en ser sustituido tras torcerse el tobillo derecho en un mal apoyo. Cabe recordar que Seedorf tiene ya las bajas seguras en ataque de El Shaarawy y Robinho para recibir al Atlético. La lentitud en la circulación milanista hacía presagiar que el Bolonia se iba a escapar indemne de San Siro, pero entonces Balotelli se encargó de mandar un mensaje desde 25 metros.
A cuatro minutos del final el Ruso Pérez perdía un balón absurdo en la medular que rápidamente acababa en los pies del delantero italiano. SuperMario no se lo pensó y descargó un disparo diabólico con su pierna derecha, que se alojó en la portería de Curci levantando de sus asientos a los ya pocos hinchas locales que quedaban. Fue un aviso. El Milán de Seedorf aún no carbura, pero las andanadas de Balotelli pueden derribar a cualquiera.
Milán: Abbiati; De Sciglio, Rami, Zaccardo, Constant; De Jong (Muntari, 63’), Montolivo; Honda (Pazzini, 66’), Kaká (Poli, 80’), Taarabt; y Balotelli.
Bolonia: Curci; Antonsson, Natali, Mantovani; Garics (Moscardelli, 89’) , Lazaros, Pérez (Friberg, 90’), Krhin, Morleo; Cristaldo (Laxalt, 85’) y Bianchi.
Goles: 1-0 (86'). Balotelli, con la derecha desde fuera del área.
Milan, As
Balotelli rescató a un pobre Milán. El delantero derribó al Bolonia marcando el único gol del partido con un disparo desde 25 metros que dio la victoria, pero que no esconde las carencias actuales de su equipo. El encuentro, más allá del resultado, debería preocupar a Seedorf ante la visita del Atlético. El Bolonia se parapetó bien atrás con cinco zagueros, más un trivote por delante. La defensa por acumulación se le hizo bola en la garganta a los rossoneri. No había ritmo, ni desborde, ni capacidad para sorprender. Balotelli era un bulto extraño en el ataque, desasistido por un Kaká sin clarividencia para leer la defensa del Bolonia. Los visitantes tuvieron la ocasión más clara del primer acto cuando Mantovani lanzó un centro al área desde el sector izquierdo, que Khrin casi manda a la red con un certero cabezazo. La estirada de Abbiati lo impidió. Para entonces, Balotelli sólo había podido enseñar los dientes con una falta escorada que a punto estuvo de pifiar Curci. Tras el descanso prosiguió el ejercicio de horizontalidad y espesura lombarda. Del trío de mediapuntas formado por Honda, Kaká y Taarabt, sólo el último mostró cierto criterio, aunque sin encontrar un socio para sus pases interiores. Los minutos pasaban en San Siro entre un silencio mezcla de hastío y pesadumbre. El miércoles las dificultades serán aún mayores. Sin Montolivo, sancionado, el eje podría estar formado por el dúo Essien-De Jong, reduciéndose aún más la cuota de fútbol.
Entre empujones baldíos de los locales, el Bolonia se las apañaba para asustar. Cristaldo lo hacía con un remate a centro de Garics, que se marchaba alto. Lazaros volvía a exigir a Abbiati a la hora de partido con un disparo que iba directo a la escuadra. Para entonces ya aparecían los pitos y la respuesta de Seedorf fue sustituir a De Jong para dar entrada a Muntari y a Pazzini por un desaparecido Honda. El movimiento tenía la intención de liberar a Balotelli para que pudiera jugar más cerca de Kaká, dejando a Pazzini en punta. La apuesta duró 15 minutos, lo que tardó Kaká en ser sustituido tras torcerse el tobillo derecho en un mal apoyo. Cabe recordar que Seedorf tiene ya las bajas seguras en ataque de El Shaarawy y Robinho para recibir al Atlético. La lentitud en la circulación milanista hacía presagiar que el Bolonia se iba a escapar indemne de San Siro, pero entonces Balotelli se encargó de mandar un mensaje desde 25 metros.
A cuatro minutos del final el Ruso Pérez perdía un balón absurdo en la medular que rápidamente acababa en los pies del delantero italiano. SuperMario no se lo pensó y descargó un disparo diabólico con su pierna derecha, que se alojó en la portería de Curci levantando de sus asientos a los ya pocos hinchas locales que quedaban. Fue un aviso. El Milán de Seedorf aún no carbura, pero las andanadas de Balotelli pueden derribar a cualquiera.
Milán: Abbiati; De Sciglio, Rami, Zaccardo, Constant; De Jong (Muntari, 63’), Montolivo; Honda (Pazzini, 66’), Kaká (Poli, 80’), Taarabt; y Balotelli.
Bolonia: Curci; Antonsson, Natali, Mantovani; Garics (Moscardelli, 89’) , Lazaros, Pérez (Friberg, 90’), Krhin, Morleo; Cristaldo (Laxalt, 85’) y Bianchi.
Goles: 1-0 (86'). Balotelli, con la derecha desde fuera del área.