Tribunal español se prepara para la declaración de la hija del rey
Palma de Mallorca, AFP
El tribunal de Palma de Mallorca se preparaba este viernes para la declaración por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de la infanta Cristina, hija del rey de España, en una sala presidida, como es habitual, por el retrato de su padre.
El tribunal de Palma de Mallorca se preparaba este viernes para la declaración por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de la infanta Cristina, hija del rey de España, en una sala presidida, como es habitual, por el retrato de su padre.
Cristina, de 48 años, se sentará el sábado en el mismo sillón frente al magistrado, de madera tapizado con terciopelo rojo, que había utilizado en febrero de 2012 su esposo, Iñaki Urdangarin, imputado por la presunta malversación de millones de euros de dinero público junto a su exsocio Diego Torres.
El juez José Castro, instructor de este tribunal en el archipiélago mediterráneo de las islas Baleares, intentará saber si la infanta, imputada por delitos fiscales y blanqueo de dinero, cooperó en las presuntas actividades delictivas de su marido, exjugador de balonmano reconvertido en hombre de negocios.
En medio de un tumulto mediático sin precedentes, según el servicio de prensa del tribunal, el juez Castro llegó el viernes por la mañana en scooter como todos los días.
Primer magistrado de la historia de España que imputa a un miembro de la familia real, a la pregunta de cómo se sentía ante la comparecencia más esperada de su carrera, Castro respondió con tono tranquilo: "estoy perfectamente bien".
Bajo la mirada atenta de las cámaras de televisión de todo el mundo --con 300 periodistas acreditados--, la hija menor del rey Juan Carlos deberá recorrer el sábado por la mañana ese mismo recorrido hasta la puerta del tribunal.
Pese a que la entrada, al final de una estrecha callejuela, se suele hacer a pie, la justicia española autorizó a Cristina a recorrer en automóvil esos últimos metros, bajo consejo de la policía que aludió a "estrictos motivos de seguridad".
"No es competencia mía", se limitó a decir el juez Castro cuando se le preguntó cómo haría su entrada la infanta. El jueves, uno de sus abogados había dado a entender que ésta seguiría las indicaciones de la policía.
La justicia también había autorizado a Urdangarin a entrar en coche en el momento de su declaración, pero éste decidió finalmente hacer a pie un recorrido completamente rodeado de periodistas.
La hija del rey tiene tiempo hasta el momento de su comparecencia, prevista el sábado a las 10H00 (09H00 GMT), para tomar una decisión.