Reportaje DPA: el día que el mundo se reencontró con el rostro de “el Chapo”
Ciudad de México, DPA
Algunos llegaron a creer que nunca iba a ser posible volver a capturar al capo más poderoso del mundo, Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo”. Sin embargo, este sábado las autoridades mexicanas sorprendieron con la detención del líder del cártel de Sinaloa en la ciudad costera de Mazatlán (noroeste).
Mucho se dijo de él a lo largo de los 13 años que estuvo fugitivo, tras haberse fugado utilizando un carrito de lavandería en 2001 de la cárcel de máxima seguridad del estado de Jalisco en la que fue recluido tras su captura en Guatemala en 1993.
Entre las especulaciones que la prensa alimentó se contaban cirugías en el rostro para cambiar su apariencia o un semblante demacrado a causa de un supuesto infarto que habría sufrido en noviembre pasado el capo, padre de nueve hijos producto de tres matrimonios -uno de ellos con una ex reina de belleza- y al que la revista “Forbes” cataloga como uno de los 10 hombres más ricos de México.
La primera imagen de la detención de “el Chapo”, de 56 años y hecho leyenda y canción en varios narcocorridos mexicanos, fue difundida por medios locales en la mañana del sábado. En la fotografía se ve a Guzmán con bigote, sin camisa y con algunos moretones en su rostro y hombro izquierdo.
Este primer reporte se replicó rápidamente a través de las redes sociales e hizo incrementar la expectativa de la prensa por captar las primeras imágenes de la caída del criminal más buscado del mundo.
La cita fue al final pasadas las 14:00 horas (20:00 GMT) en el hangar de la Secretaría de Marina de Ciudad de México, donde en medio de un riguroso esquema de seguridad el capo apareció ante las cámaras y reporteros.
En esta ocasión, como ocurre por disposición federal desde hace un año en México, el detenido no fue presentado ante los medios, aunque sí se mostró su traslado hacia el helicóptero que lo llevó a la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, en el céntrico Estado de México.
En el breve paso ante los medios se vio a “el Chapo” con una figura similar a la de fotografías difundidas en los últimos años por las autoridades mexicanas, aunque con el cabello teñido de negro y la nariz un poco más ancha de la que se le había visto en fotografías publicadas antes de su fuga.
Controlado con esposas y por dos marinos, uno de los cuales lo llevaba agarrado del brazo derecho y del cuello obligándolo a tener la cabeza gacha, “el Chapo”, que vestía una camisa clara y pantalón negro, caminó de manera pausada y con tranquilidad hasta el helicóptero.
Diarios como “Excelsior” difundieron algunas fotografías sobre la vivienda en la que al parecer fue capturado el narcotraficante por agentes de la Secretaría de Marina en la madrugada el sábado, cerca del malecón de Mazatlán, una ciudad del estado de Sinaloa, cuna del cártel creado por Guzmán a finales de la década de los 80.
La puerta del apartamento en el que fue capturado Guzmán fue derribada y en la habitación en la que se cree estaba se ven algunas prendas y artículos de aseo tirados en el piso.
La vivienda del edificio “Miramar” de Mazatlán atrapó tanto los flash de la prensa local como de habitantes y turistas del puerto, que a lo largo del día tomaron fotografías de la fachada para recordar el lugar en el que cayó el capo más buscado del mundo, por el que Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.
Algunos llegaron a creer que nunca iba a ser posible volver a capturar al capo más poderoso del mundo, Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo”. Sin embargo, este sábado las autoridades mexicanas sorprendieron con la detención del líder del cártel de Sinaloa en la ciudad costera de Mazatlán (noroeste).
Mucho se dijo de él a lo largo de los 13 años que estuvo fugitivo, tras haberse fugado utilizando un carrito de lavandería en 2001 de la cárcel de máxima seguridad del estado de Jalisco en la que fue recluido tras su captura en Guatemala en 1993.
Entre las especulaciones que la prensa alimentó se contaban cirugías en el rostro para cambiar su apariencia o un semblante demacrado a causa de un supuesto infarto que habría sufrido en noviembre pasado el capo, padre de nueve hijos producto de tres matrimonios -uno de ellos con una ex reina de belleza- y al que la revista “Forbes” cataloga como uno de los 10 hombres más ricos de México.
La primera imagen de la detención de “el Chapo”, de 56 años y hecho leyenda y canción en varios narcocorridos mexicanos, fue difundida por medios locales en la mañana del sábado. En la fotografía se ve a Guzmán con bigote, sin camisa y con algunos moretones en su rostro y hombro izquierdo.
Este primer reporte se replicó rápidamente a través de las redes sociales e hizo incrementar la expectativa de la prensa por captar las primeras imágenes de la caída del criminal más buscado del mundo.
La cita fue al final pasadas las 14:00 horas (20:00 GMT) en el hangar de la Secretaría de Marina de Ciudad de México, donde en medio de un riguroso esquema de seguridad el capo apareció ante las cámaras y reporteros.
En esta ocasión, como ocurre por disposición federal desde hace un año en México, el detenido no fue presentado ante los medios, aunque sí se mostró su traslado hacia el helicóptero que lo llevó a la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, en el céntrico Estado de México.
En el breve paso ante los medios se vio a “el Chapo” con una figura similar a la de fotografías difundidas en los últimos años por las autoridades mexicanas, aunque con el cabello teñido de negro y la nariz un poco más ancha de la que se le había visto en fotografías publicadas antes de su fuga.
Controlado con esposas y por dos marinos, uno de los cuales lo llevaba agarrado del brazo derecho y del cuello obligándolo a tener la cabeza gacha, “el Chapo”, que vestía una camisa clara y pantalón negro, caminó de manera pausada y con tranquilidad hasta el helicóptero.
Diarios como “Excelsior” difundieron algunas fotografías sobre la vivienda en la que al parecer fue capturado el narcotraficante por agentes de la Secretaría de Marina en la madrugada el sábado, cerca del malecón de Mazatlán, una ciudad del estado de Sinaloa, cuna del cártel creado por Guzmán a finales de la década de los 80.
La puerta del apartamento en el que fue capturado Guzmán fue derribada y en la habitación en la que se cree estaba se ven algunas prendas y artículos de aseo tirados en el piso.
La vivienda del edificio “Miramar” de Mazatlán atrapó tanto los flash de la prensa local como de habitantes y turistas del puerto, que a lo largo del día tomaron fotografías de la fachada para recordar el lugar en el que cayó el capo más buscado del mundo, por el que Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.