Rajoy ataca a los populismos: “Los euroescépticos están al acecho”
El presidente del Gobierno clausura en Madrid el ciclo de conferencias sobre el futuro de Europa organizado por el Instituto Berggruen
Pide una política de inmigración común porque "no es cuestión de hacer de Europa una fortaleza"
Carlos E. Cué
Madrid, El País
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha clausurado este viernes en Madrid el ciclo de conferencias sobre el futuro de Europa organizado por el Instituto Berggruen para la gobernanza con un discurso de radical defensa del europeísmo. El presidente ha mostrado su preocupación por el ascenso de fuerzas euroescépticas. "Algunos están alimentando el desapego hacia Europa de manera injusta y temeraria. Hay una crisis de confianza inquietante, es una minoría que crece cada día. Tenemos que estar dispuestos a salvaguardar la libre circulación de personas, que es un pilar básico, la savia de la UE, como lo es la de bienes y servicios. Todos debemos defenderla con convicción. Estas elecciones son un reto para el europeismo. Es mi deseo que haya una mayoría sólida de fuerzas que crean en la integración europea. Las fuerzas euroescepticas están al acecho para dinamitar el proyecto desde dentro porque son incapaces de construir una alternativa", ha alertado el jefe del Gobierno después de recordar que España siempre se ha destacado por su europeísmo.
En este contexto de defensa de la libre circulación de personas, Rajoy ha entrado de lleno en un asunto, el de inmigración, de actualidad en España por la tragedia de Ceuta. El presidente ha reclamado una verdadera política de integración europea. "Necesitamos una UE sin fronteras interiores, y una verdadera política de inmigración europea, más solidaria con lo que somos frontera exterior. No se trata de hacer de Europa una fortaleza. La inmigración debe ser una opción, no una obligación. Pero hay que saber que el irregular no entra en españa o italia, entra en la UE".
La intervención de Rajoy fue presentada por Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA (editora de EL PAÍS), quien aseguró que los países del norte de Europa "deberían extraer muchas lecciones de los sacrificios de los italianos, portugueses o españoles" (en primera fila escuchaban Enrico Letta y Mario Monti -exprimeros ministros de Italia- y Pedro Passos Coelho, actual primer ministro de Portugal) y reivindicó el papel de Rajoy por tener que enfrentarse como otros primeros ministros del sur de Europa "a la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial".
Rajoy mostró su optimismo sobre la economía española. Aseguró que la destrucción de empleo se ha “frenado” y vaticinó que a partir de ahora se empezará a crear empleo neto. “Es mi compromiso”, llegó a asegurar. "Estamos mejor que hace un año", dijo Rajoy. "Pero no debemos ni podemos conformarnos. Tenemos en nuestras manos asegurar a los jóvenes que la crisis es solo un paréntesis de una historia de crecimiento y de futuro", continuó el presidente.
El presidente del Gobierno abogó por una unión fiscal, política y económica para crear crecimiento. “Es insoslayable”. Rajoy, continuó su intervención aludiendo a la política exterior y al papel de Europa en el ámbito internacional e hizo un breve recorrido por el conflicto que asola, desde hace tres meses, a Ucrania, aunque no entró en más detalles. "Europa no puede permanecer en un segundo plano en la política internacional", afirmó.
Y de paso lanzó algún mensaje de política interna con apelaciones indirectas a la situación en Cataluña. "El camino de la prosperidad no será disgregación ni levantamiento de fronteras, transcurrirá por la senda de la unión. Ahora se habla mucho de reformas de la Constitución. La reforma de la Constitución más importante ha sido todas las decisiones que se han tomado en Europa, el enorme trasvase de soberanía que hemos hecho, ya no tenemos ni siquiera moneda propia" explicó.
La intervención de Mariano Rajoy cerró unas jornadas donde han discutido varios exprimeros ministros de algunos países miembros: Enrico Letta (Italia), Mario Monti (Italia), Pedro Passos Coehlo (Portugal) y líderes de diferentes formaciones políticas en el Parlamento Europeo. Durante la jornada de este viernes, también han intervenido César Alierta, presidente de Telefónica, y Pablo Isla, presidente de Inditex.
Pide una política de inmigración común porque "no es cuestión de hacer de Europa una fortaleza"
Carlos E. Cué
Madrid, El País
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha clausurado este viernes en Madrid el ciclo de conferencias sobre el futuro de Europa organizado por el Instituto Berggruen para la gobernanza con un discurso de radical defensa del europeísmo. El presidente ha mostrado su preocupación por el ascenso de fuerzas euroescépticas. "Algunos están alimentando el desapego hacia Europa de manera injusta y temeraria. Hay una crisis de confianza inquietante, es una minoría que crece cada día. Tenemos que estar dispuestos a salvaguardar la libre circulación de personas, que es un pilar básico, la savia de la UE, como lo es la de bienes y servicios. Todos debemos defenderla con convicción. Estas elecciones son un reto para el europeismo. Es mi deseo que haya una mayoría sólida de fuerzas que crean en la integración europea. Las fuerzas euroescepticas están al acecho para dinamitar el proyecto desde dentro porque son incapaces de construir una alternativa", ha alertado el jefe del Gobierno después de recordar que España siempre se ha destacado por su europeísmo.
En este contexto de defensa de la libre circulación de personas, Rajoy ha entrado de lleno en un asunto, el de inmigración, de actualidad en España por la tragedia de Ceuta. El presidente ha reclamado una verdadera política de integración europea. "Necesitamos una UE sin fronteras interiores, y una verdadera política de inmigración europea, más solidaria con lo que somos frontera exterior. No se trata de hacer de Europa una fortaleza. La inmigración debe ser una opción, no una obligación. Pero hay que saber que el irregular no entra en españa o italia, entra en la UE".
La intervención de Rajoy fue presentada por Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA (editora de EL PAÍS), quien aseguró que los países del norte de Europa "deberían extraer muchas lecciones de los sacrificios de los italianos, portugueses o españoles" (en primera fila escuchaban Enrico Letta y Mario Monti -exprimeros ministros de Italia- y Pedro Passos Coelho, actual primer ministro de Portugal) y reivindicó el papel de Rajoy por tener que enfrentarse como otros primeros ministros del sur de Europa "a la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial".
Rajoy mostró su optimismo sobre la economía española. Aseguró que la destrucción de empleo se ha “frenado” y vaticinó que a partir de ahora se empezará a crear empleo neto. “Es mi compromiso”, llegó a asegurar. "Estamos mejor que hace un año", dijo Rajoy. "Pero no debemos ni podemos conformarnos. Tenemos en nuestras manos asegurar a los jóvenes que la crisis es solo un paréntesis de una historia de crecimiento y de futuro", continuó el presidente.
El presidente del Gobierno abogó por una unión fiscal, política y económica para crear crecimiento. “Es insoslayable”. Rajoy, continuó su intervención aludiendo a la política exterior y al papel de Europa en el ámbito internacional e hizo un breve recorrido por el conflicto que asola, desde hace tres meses, a Ucrania, aunque no entró en más detalles. "Europa no puede permanecer en un segundo plano en la política internacional", afirmó.
Y de paso lanzó algún mensaje de política interna con apelaciones indirectas a la situación en Cataluña. "El camino de la prosperidad no será disgregación ni levantamiento de fronteras, transcurrirá por la senda de la unión. Ahora se habla mucho de reformas de la Constitución. La reforma de la Constitución más importante ha sido todas las decisiones que se han tomado en Europa, el enorme trasvase de soberanía que hemos hecho, ya no tenemos ni siquiera moneda propia" explicó.
La intervención de Mariano Rajoy cerró unas jornadas donde han discutido varios exprimeros ministros de algunos países miembros: Enrico Letta (Italia), Mario Monti (Italia), Pedro Passos Coehlo (Portugal) y líderes de diferentes formaciones políticas en el Parlamento Europeo. Durante la jornada de este viernes, también han intervenido César Alierta, presidente de Telefónica, y Pablo Isla, presidente de Inditex.