Papa Francisco: “No puedo pensar en una Iglesia sin monjas”
El Vaticano, EFE
El papa Francisco valoró hoy la gran labor de las religiosas y afirmó que no puede imaginarse “una Iglesia sin monjas”, tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro.
“¿Qué sucedería si no hubiera monjas?. ¿Si no hubiera monjas en los hospitales, en las misiones, en la caridad?. No puedo pensar en una Iglesia sin monjas, porque son el don, la levadura que lleva el mensaje de Jesús. ¡Son grandes estas mujeres!”, afirmó Francisco.
Su reflexión llegó tras recordar que hoy la Iglesia católica celebra la Jornada de la Vida Consagrada, “que recuerda la importancia para la Iglesia de todos los que han oído la llamada a seguir a Jesús de cerca en el camino de los consejos evangélicos“.
“Las personas consagradas son un signo de Dios en los diferentes ambientes de la vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, profecía del compartir con los pequeños y los pobres”, añadió el papa argentino.
Para Francisco, “hay mucha necesidad” de religiosos en el mundo, ya que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana y espiritual de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la familia humana”.
“Debemos orar para que muchos jóvenes respondan ‘sí’ al Señor, que los llama a consagrarse totalmente a Él para un servicio desinteresado a los hermanos”, agregó.
El papa Francisco valoró hoy la gran labor de las religiosas y afirmó que no puede imaginarse “una Iglesia sin monjas”, tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro.
“¿Qué sucedería si no hubiera monjas?. ¿Si no hubiera monjas en los hospitales, en las misiones, en la caridad?. No puedo pensar en una Iglesia sin monjas, porque son el don, la levadura que lleva el mensaje de Jesús. ¡Son grandes estas mujeres!”, afirmó Francisco.
Su reflexión llegó tras recordar que hoy la Iglesia católica celebra la Jornada de la Vida Consagrada, “que recuerda la importancia para la Iglesia de todos los que han oído la llamada a seguir a Jesús de cerca en el camino de los consejos evangélicos“.
“Las personas consagradas son un signo de Dios en los diferentes ambientes de la vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, profecía del compartir con los pequeños y los pobres”, añadió el papa argentino.
Para Francisco, “hay mucha necesidad” de religiosos en el mundo, ya que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana y espiritual de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la familia humana”.
“Debemos orar para que muchos jóvenes respondan ‘sí’ al Señor, que los llama a consagrarse totalmente a Él para un servicio desinteresado a los hermanos”, agregó.