Papa: Desempleo "injusto" lleva al pecado
Ciudad del Vaticano, AP
El papa Francisco elogió el martes los beneficios de compartir la riqueza con los pobres, al tiempo que advirtió que las "condiciones sociales injustas" como el desempleo pueden conducir al pecado, la ruina financiera e incluso el suicidio.
El Papa jesuita ha criticado con frecuencia los excesos del capitalismo y la disparidad de ingresos en un mundo globalizado, y su mensaje del martes para la cuaresma hizo eco de esas mismas preocupaciones.
La cuaresma es el período solemne previo a la semana santa y la pascua, cuando los fieles recuerdan la muerte y resurrección de Cristo. Es un momento en que los cristianos a menudo ayunan, y Francisco instó a los fieles a privarse de ciertas cosas en esta cuaresma para "ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza".
"Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas", dijo en el corto mensaje. "Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir".
Dijo que no es suficiente con sólo hacer ofertas caritativas. "No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele", escribió.
Mientras que instó a los cristianos a tocar la pobreza y hacerla propia, Francisco diferenció la pobreza o miseria material de la miseria moral, de la que dijo que "consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado".
"¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!" se lamentó.
Observó que en ocasiones "las condiciones sociales injustas" como el desempleo conducen a este tipo de miseria al despojar a la persona de la dignidad del trabajo y el acceso a la educación o la salud.
"En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente", dijo.
Francisco ha irritado a algunos estadounidenses conservadores por su denuncia del capitalismo y de la teoría económica del goteo, o filtración, la que asegura se basa en la supervivencia de la mentalidad más fuerte "donde los poderosos se alimentan de los desposeídos" sin tener en cuenta la ética, el medio ambiente o incluso a Dios.
Sin embargo, su predecesor, el Papa Benedicto XVI, apoyó exactamente las mismas preocupaciones, y escribió toda una encíclica en 2009 en la que denunció la mentalidad del lucro a toda costa a la que responsabilizan de provocar la crisis financiera mundial y pidió un nuevo orden financiero mundial guiado por la ética y la búsqueda del bien común.
El papa Francisco elogió el martes los beneficios de compartir la riqueza con los pobres, al tiempo que advirtió que las "condiciones sociales injustas" como el desempleo pueden conducir al pecado, la ruina financiera e incluso el suicidio.
El Papa jesuita ha criticado con frecuencia los excesos del capitalismo y la disparidad de ingresos en un mundo globalizado, y su mensaje del martes para la cuaresma hizo eco de esas mismas preocupaciones.
La cuaresma es el período solemne previo a la semana santa y la pascua, cuando los fieles recuerdan la muerte y resurrección de Cristo. Es un momento en que los cristianos a menudo ayunan, y Francisco instó a los fieles a privarse de ciertas cosas en esta cuaresma para "ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza".
"Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas", dijo en el corto mensaje. "Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir".
Dijo que no es suficiente con sólo hacer ofertas caritativas. "No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele", escribió.
Mientras que instó a los cristianos a tocar la pobreza y hacerla propia, Francisco diferenció la pobreza o miseria material de la miseria moral, de la que dijo que "consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado".
"¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!" se lamentó.
Observó que en ocasiones "las condiciones sociales injustas" como el desempleo conducen a este tipo de miseria al despojar a la persona de la dignidad del trabajo y el acceso a la educación o la salud.
"En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente", dijo.
Francisco ha irritado a algunos estadounidenses conservadores por su denuncia del capitalismo y de la teoría económica del goteo, o filtración, la que asegura se basa en la supervivencia de la mentalidad más fuerte "donde los poderosos se alimentan de los desposeídos" sin tener en cuenta la ética, el medio ambiente o incluso a Dios.
Sin embargo, su predecesor, el Papa Benedicto XVI, apoyó exactamente las mismas preocupaciones, y escribió toda una encíclica en 2009 en la que denunció la mentalidad del lucro a toda costa a la que responsabilizan de provocar la crisis financiera mundial y pidió un nuevo orden financiero mundial guiado por la ética y la búsqueda del bien común.