La caída del régimen de Dukan
-Un médico francés levantó un imperio con la promesa de hacer adelgazar en poco tiempo y sin pasar hambre
-Conquistó el mundo con libros superventas y productos milagro que llegaron a generar cien millones de euros anuales
-Desde el principio sus colegas criticaron los peligros de su dieta. Esta semana el Colegio le ha expulsado
Juan Peces
París, El País
En los barrios populares del centro de París aún se reparten panfletos donde curanderos ofrecen soluciones imposibles para todo tipo de males de la carne y del espíritu. Son los llamados flyers de marabouts, donde el santón de turno ofrece el mítico bálsamo de Fierabrás, una panacea basada en su clarividencia y sabiduría ancestral. Es un fenómeno que se da en muchos países, y que se extiende a las cadenas de televisión, Internet y los anuncios por palabras de la prensa supuestamente seria. Su lectura provocaría risa si no fuera porque explota la credulidad y el desamparo de la gente mal informada.
Sustitúyase ahora al perfil de ese curandero de nombre exótico por un hombre de formación médica y exquisitas maneras. Cambiese el flyer por una miriada de webs de apariencia profesional y una prensa crédula. Y donde pone “mal de ojo, impotencia, mal de amores, posesión, sanación…”, póngase siéntase bello con mi método para adelgazar. Ese es el motivo por el que Pierre Dukan (Argel, 1941), autor de un método para adelgazar sin respaldo científico, ha logrado tener un enorme éxito pese a las numerosas llamadas de alerta sobre su falta de consistencia.
En la era de Internet, del acceso relativamente fácil a las opiniones de expertos que desmontan desde hace años las promesas de Dukan del paraíso dietético, este hombre ha conseguido mantener y expandir su emporio comercial basado en productos-milagro y libros-milagro para adelgazar. Los numerosos avisos negativos de instituciones sanitarias, asociaciones de consumidores y médicos nutricionistas no han impedido que Pierre Dukan siga vendiendo promesas de adelgazamiento. Y levante un negocio que el diario Sud-Ouest cifraba, en 2012, en cien millones de euros anuales.
Esta semana se hacía público que la Ordre National des Médecins de Francia, entidad equivalente a la Organización Médica Colegial de España, había revocado definitivamente la autorización a Dukan para presentarse como médico en el territorio de su competencia. El propio Dukan ya se había dado de baja en 2012 de dicha organización. No la necesita. El colegio de médicos ya había denunciado la violación del código deontológico de la profesión por convertir la medicina en un negocio.
Recapitulemos: el método Dukan se basa en un programa selectivo que pone el foco en la ingesta de proteínas, restringe el consumo de otros nutrientes esenciales y organiza por etapas el itinerario que va desde una situación de sobrepeso hasta un peso óptimo. Ha tenido una difusión equiparable a los más exitosos libros de autoayuda (millones de libros y productos asociados vendidos en todo el mundo) y se ha beneficiadodel efecto llamada que provoca atribuir a personajes famosos de distintos ámbitos el uso de dicho régimen de adelgazamiento.
Pierre Dukan se convirtió en médico a los 23 años, siguiendo la vocación que le habría inspirado su madre, fallecida a edad temprana, de mostrar su agradecimiento por “haber nacido en una familia feliz y acomodada” aportando sus saberes “a las personas menos afortunadas”. En la biografía oficial de su web cuenta que comenzó a ejercer la neurología, su especialidad médica al inicio de su carrera, en una clínica pequeña de Montparnasse (París). Por las tardes ejercía de médico de familia, y fue entonces cuando una de sus consultas le cambiaría la vida. “Uno de mis pacientes era obeso, jovial, cultivado”, relata en su biografía. “Un día me preguntó cómo podía perder peso. Le dije que no sabía nada de nutrición”.
Ante la insistencia del paciente, y su deseo de no renunciar a la carne, Dukan le prescribió un régimen basado “en el consumo de carne lo menos grasa posible y mucha agua”. El paciente, según su testimonio, adelgazó cinco kilos en cinco días. A partir de ese día, dice Dukan, abandonó la neurología y decidió dedicarse a la nutrición. Con diferentes pacientes de su consulta, a lo largo de 20 años, fue haciendo pruebas hasta elaborar un método que ha convencido a millones de personas en todo el mundo.
Su primer intento de divulgar sus teorías sobre el adelgazamiento fueron sus libros La cellulite en question (1970) y Adelgazar: el arma absoluta (1979), pero fue No consigo adelgazar, publicado en 2000, el que le dio notoriedad. En apenas tres años el libro se convirtió en un auténtico best seller, que hoy lleva más de 13 millones de ejemplares vendidos por todo el mundo. En total, ha publicado una veintena de títulos relacionados con la pérdida de peso, que han sido traducidos a 26 idiomas. En 2008 abrió un servicio de coaching en Internet, que en tres años fue utilizado por 250.000 personas. Dukan llegó a proponer una modificación curricular en la enseñanza secundaria en Francia para que los alumnos que demostraran tener un índice de masa corporal adecuado pudieran obtener una bonificación en la prueba de evaluación académica.
Pero a medida que el fenómeno crecía, lo hacían también los problemas para Dukan. En 2010, Jean-Michel Cohen, médico nutricionista francés y autor, a su vez, de exitosos libros de adelgazamiento, relacionó la dieta Dukan con problemas del corazón y el desarrollo de procesos cancerígenos. Para Cohen, los únicos beneficiados por los tratamientos de Dukan son “la industria del adelgazamiento, médicos, vendedores de pastillas, editores y periodicos” que se subieron “al vagón de esta fantasía”. Sus declaraciones fueron objeto de una demanda por vulneración del derecho al honor y la propia imagen de Dukan, que fue desestimada por el Tribunal Correccional de París en 2011.
La Asociación Británica de Dietistas incluyó el método Dukan en su lista de “cinco dietas de famosos a evitar” en 2010, 2011 y 2013. La Agencia Francesa para la Seguridad Alimentaria alertó sobre los riesgos físicos que entraña la dieta, como la insuficiencia renal y el riesgo cardiovascular. El psiquiatra francés Damien Ringuenet, especialista en trastornos alimentarios del hospital Paul-Brousse de Villejuif, también identificó, después de tratar a varios pacientes que habían seguido la dieta, sus riesgos para la salud mental.
En España, donde el libro ha vendido más de 150.000 ejemplares, el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas consideró, en un informe en 2011, que la dieta del señor Dukan era un fraude. Uno de los autores del documento, Julio Basulto, publicó hace días un artículo en la revista científica Materia en el que decía: “¿Saben cuántos estudios hay centrados en la eficacia y seguridad de la dieta Dukan? Ninguno (…) ¿Que ha escrito un libro muy vendido? Entonces olvidémonos del método científico para curar enfermedades y miremos qué libro es el más vendido para tratar la hepatitis, o el párkinson, o el cáncer”.
A pesar de todo Dukan sigue en sus trece. En declaraciones a la radio RTL esta semana, asegura que su dieta “ha frenado la progresión del sobrepeso”. Su expulsión del colegio de médicos francés, dice, “es una vieja historia”. Y añade: “No me atacan a mí, atacan a alguien que quiere cambiar algo en Francia, que ha creado un fenómeno social”.
-Conquistó el mundo con libros superventas y productos milagro que llegaron a generar cien millones de euros anuales
-Desde el principio sus colegas criticaron los peligros de su dieta. Esta semana el Colegio le ha expulsado
Juan Peces
París, El País
En los barrios populares del centro de París aún se reparten panfletos donde curanderos ofrecen soluciones imposibles para todo tipo de males de la carne y del espíritu. Son los llamados flyers de marabouts, donde el santón de turno ofrece el mítico bálsamo de Fierabrás, una panacea basada en su clarividencia y sabiduría ancestral. Es un fenómeno que se da en muchos países, y que se extiende a las cadenas de televisión, Internet y los anuncios por palabras de la prensa supuestamente seria. Su lectura provocaría risa si no fuera porque explota la credulidad y el desamparo de la gente mal informada.
Sustitúyase ahora al perfil de ese curandero de nombre exótico por un hombre de formación médica y exquisitas maneras. Cambiese el flyer por una miriada de webs de apariencia profesional y una prensa crédula. Y donde pone “mal de ojo, impotencia, mal de amores, posesión, sanación…”, póngase siéntase bello con mi método para adelgazar. Ese es el motivo por el que Pierre Dukan (Argel, 1941), autor de un método para adelgazar sin respaldo científico, ha logrado tener un enorme éxito pese a las numerosas llamadas de alerta sobre su falta de consistencia.
En la era de Internet, del acceso relativamente fácil a las opiniones de expertos que desmontan desde hace años las promesas de Dukan del paraíso dietético, este hombre ha conseguido mantener y expandir su emporio comercial basado en productos-milagro y libros-milagro para adelgazar. Los numerosos avisos negativos de instituciones sanitarias, asociaciones de consumidores y médicos nutricionistas no han impedido que Pierre Dukan siga vendiendo promesas de adelgazamiento. Y levante un negocio que el diario Sud-Ouest cifraba, en 2012, en cien millones de euros anuales.
Esta semana se hacía público que la Ordre National des Médecins de Francia, entidad equivalente a la Organización Médica Colegial de España, había revocado definitivamente la autorización a Dukan para presentarse como médico en el territorio de su competencia. El propio Dukan ya se había dado de baja en 2012 de dicha organización. No la necesita. El colegio de médicos ya había denunciado la violación del código deontológico de la profesión por convertir la medicina en un negocio.
Recapitulemos: el método Dukan se basa en un programa selectivo que pone el foco en la ingesta de proteínas, restringe el consumo de otros nutrientes esenciales y organiza por etapas el itinerario que va desde una situación de sobrepeso hasta un peso óptimo. Ha tenido una difusión equiparable a los más exitosos libros de autoayuda (millones de libros y productos asociados vendidos en todo el mundo) y se ha beneficiadodel efecto llamada que provoca atribuir a personajes famosos de distintos ámbitos el uso de dicho régimen de adelgazamiento.
Pierre Dukan se convirtió en médico a los 23 años, siguiendo la vocación que le habría inspirado su madre, fallecida a edad temprana, de mostrar su agradecimiento por “haber nacido en una familia feliz y acomodada” aportando sus saberes “a las personas menos afortunadas”. En la biografía oficial de su web cuenta que comenzó a ejercer la neurología, su especialidad médica al inicio de su carrera, en una clínica pequeña de Montparnasse (París). Por las tardes ejercía de médico de familia, y fue entonces cuando una de sus consultas le cambiaría la vida. “Uno de mis pacientes era obeso, jovial, cultivado”, relata en su biografía. “Un día me preguntó cómo podía perder peso. Le dije que no sabía nada de nutrición”.
Ante la insistencia del paciente, y su deseo de no renunciar a la carne, Dukan le prescribió un régimen basado “en el consumo de carne lo menos grasa posible y mucha agua”. El paciente, según su testimonio, adelgazó cinco kilos en cinco días. A partir de ese día, dice Dukan, abandonó la neurología y decidió dedicarse a la nutrición. Con diferentes pacientes de su consulta, a lo largo de 20 años, fue haciendo pruebas hasta elaborar un método que ha convencido a millones de personas en todo el mundo.
Su primer intento de divulgar sus teorías sobre el adelgazamiento fueron sus libros La cellulite en question (1970) y Adelgazar: el arma absoluta (1979), pero fue No consigo adelgazar, publicado en 2000, el que le dio notoriedad. En apenas tres años el libro se convirtió en un auténtico best seller, que hoy lleva más de 13 millones de ejemplares vendidos por todo el mundo. En total, ha publicado una veintena de títulos relacionados con la pérdida de peso, que han sido traducidos a 26 idiomas. En 2008 abrió un servicio de coaching en Internet, que en tres años fue utilizado por 250.000 personas. Dukan llegó a proponer una modificación curricular en la enseñanza secundaria en Francia para que los alumnos que demostraran tener un índice de masa corporal adecuado pudieran obtener una bonificación en la prueba de evaluación académica.
Pero a medida que el fenómeno crecía, lo hacían también los problemas para Dukan. En 2010, Jean-Michel Cohen, médico nutricionista francés y autor, a su vez, de exitosos libros de adelgazamiento, relacionó la dieta Dukan con problemas del corazón y el desarrollo de procesos cancerígenos. Para Cohen, los únicos beneficiados por los tratamientos de Dukan son “la industria del adelgazamiento, médicos, vendedores de pastillas, editores y periodicos” que se subieron “al vagón de esta fantasía”. Sus declaraciones fueron objeto de una demanda por vulneración del derecho al honor y la propia imagen de Dukan, que fue desestimada por el Tribunal Correccional de París en 2011.
La Asociación Británica de Dietistas incluyó el método Dukan en su lista de “cinco dietas de famosos a evitar” en 2010, 2011 y 2013. La Agencia Francesa para la Seguridad Alimentaria alertó sobre los riesgos físicos que entraña la dieta, como la insuficiencia renal y el riesgo cardiovascular. El psiquiatra francés Damien Ringuenet, especialista en trastornos alimentarios del hospital Paul-Brousse de Villejuif, también identificó, después de tratar a varios pacientes que habían seguido la dieta, sus riesgos para la salud mental.
En España, donde el libro ha vendido más de 150.000 ejemplares, el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas consideró, en un informe en 2011, que la dieta del señor Dukan era un fraude. Uno de los autores del documento, Julio Basulto, publicó hace días un artículo en la revista científica Materia en el que decía: “¿Saben cuántos estudios hay centrados en la eficacia y seguridad de la dieta Dukan? Ninguno (…) ¿Que ha escrito un libro muy vendido? Entonces olvidémonos del método científico para curar enfermedades y miremos qué libro es el más vendido para tratar la hepatitis, o el párkinson, o el cáncer”.
A pesar de todo Dukan sigue en sus trece. En declaraciones a la radio RTL esta semana, asegura que su dieta “ha frenado la progresión del sobrepeso”. Su expulsión del colegio de médicos francés, dice, “es una vieja historia”. Y añade: “No me atacan a mí, atacan a alguien que quiere cambiar algo en Francia, que ha creado un fenómeno social”.