Estados Unidos doblega a Rusia emulando el 'Milagro en el Hielo'
Sochi, As
El Team USA de hockey decía en la previa de su duelo contra Rusia que no tenían en mente el Milagro sobre el Hielo de 1980, pero es imposible que el espíritu de aquel triunfo impensable de un grupo de universitarios contra la todopoderosa URSS, el mejor partido del siglo XX y que tuvo repercusiones políticas en plena Guerra Fría, no sobrevuele cada choque entre rusos y estadounidenses.
Sin ir más lejos, el seleccionador ruso es Zinetula Bilyaletdinov, uno de los defensas soviéticos que tuvo que sufrir aquella derrota en los Juegos de Lake Placid, una humillación de la que la URSS no informó en su territorio hasta dos días después. Hoy tuvo que sufrir otro varapalo doloroso. EEUU se llevó un duelo espectacular en una tanda de penaltis de las que cortan la respiración tras acabar 2-2 el tiempo reglamentario y la prórroga. Quick detuvo el penalti decisivo a Datsyuk y TJ Oshie superó en el suyo a Babrovski. Un final épico.
Porque el Team USA se postula aún más al oro en Sochi. Salieron de Vancouver con una plata y demostrando que un bloque sólido y férreo te lleva lejos en unos Juegos, y en Rusia están repitiendo la fórmula. Limitaron la maquinaria atacante rusa y resguardaron a un espléndido Jonathan Quick hasta el punto de que Rusia se vio impotente para marcarle durante los primeros ocho minutos en superioridad (power play) de los que gozaron.
Rusia no se encontró cómoda y tampoco aprovechó el big ice, ya que las dimensiones de la pista olímpica son mayores que en la NHL. Aún así, Pavel Datsyuk fue el primero en abrir el fuego, con el 1-0 en el 29'. Un tanto que puso a hervir el Bolshoi Ice Dome hasta que Cam Fowler y Joe Pavelski avisaron de que iba a ser una tarde dura remontando para poner el 1-2 a falta de 11 minutos. Con la tensión a tope, Datsyuk salvó momentáneamente el orgullo ruso con el 2-2 en el que Radulov hizo una sensacional pantalla delante de Quick y el slapshot pasó entre las piernas de los dos...
En pleno subidón local, EEUU se vio al borde del alambre con un 3-2 en un violento disparo de Tyutin a falta de 4'27" anulado al percatarse los árbitros de que la portería estadounidense estaba unos centímetros fuera de su posición. La realización ofreció un plano de Putin con cara de querer encontrarse con los 'referees' a la salida.
El pulso, sin cuartel, se acabó yendo a la prórroga y la muerte súbita. Un gol daba el partido. Y Bobrovski se lo quitó a Kane en un mano a mano providencial. Aguantó con la sangre congelada hasta tener encima al delantero de los Blackhawks y cerró las piernas en la última décima de segundo.
Ya en los penaltis, la tanda se fue a los ocho lanzamientos y ahí la buena mano de TJ Oshie, uno de los grandes especialistas estadounidenses de la NHL, hizo el resto dejando el Bolshoy con un silencio espectral.
Un triunfo estadounidense que desequilibra la balanza con Rusia en grandes citas (Juegos y Mundiales): tras 15 duelos, llevan siete triunfos, por seis rusos y dos empates. Seguro que a los héroes del Milagro Sobre Hielo de 1980 se les escapó hoy una sonrisa de satisfacción...
El Team USA de hockey decía en la previa de su duelo contra Rusia que no tenían en mente el Milagro sobre el Hielo de 1980, pero es imposible que el espíritu de aquel triunfo impensable de un grupo de universitarios contra la todopoderosa URSS, el mejor partido del siglo XX y que tuvo repercusiones políticas en plena Guerra Fría, no sobrevuele cada choque entre rusos y estadounidenses.
Sin ir más lejos, el seleccionador ruso es Zinetula Bilyaletdinov, uno de los defensas soviéticos que tuvo que sufrir aquella derrota en los Juegos de Lake Placid, una humillación de la que la URSS no informó en su territorio hasta dos días después. Hoy tuvo que sufrir otro varapalo doloroso. EEUU se llevó un duelo espectacular en una tanda de penaltis de las que cortan la respiración tras acabar 2-2 el tiempo reglamentario y la prórroga. Quick detuvo el penalti decisivo a Datsyuk y TJ Oshie superó en el suyo a Babrovski. Un final épico.
Porque el Team USA se postula aún más al oro en Sochi. Salieron de Vancouver con una plata y demostrando que un bloque sólido y férreo te lleva lejos en unos Juegos, y en Rusia están repitiendo la fórmula. Limitaron la maquinaria atacante rusa y resguardaron a un espléndido Jonathan Quick hasta el punto de que Rusia se vio impotente para marcarle durante los primeros ocho minutos en superioridad (power play) de los que gozaron.
Rusia no se encontró cómoda y tampoco aprovechó el big ice, ya que las dimensiones de la pista olímpica son mayores que en la NHL. Aún así, Pavel Datsyuk fue el primero en abrir el fuego, con el 1-0 en el 29'. Un tanto que puso a hervir el Bolshoi Ice Dome hasta que Cam Fowler y Joe Pavelski avisaron de que iba a ser una tarde dura remontando para poner el 1-2 a falta de 11 minutos. Con la tensión a tope, Datsyuk salvó momentáneamente el orgullo ruso con el 2-2 en el que Radulov hizo una sensacional pantalla delante de Quick y el slapshot pasó entre las piernas de los dos...
En pleno subidón local, EEUU se vio al borde del alambre con un 3-2 en un violento disparo de Tyutin a falta de 4'27" anulado al percatarse los árbitros de que la portería estadounidense estaba unos centímetros fuera de su posición. La realización ofreció un plano de Putin con cara de querer encontrarse con los 'referees' a la salida.
El pulso, sin cuartel, se acabó yendo a la prórroga y la muerte súbita. Un gol daba el partido. Y Bobrovski se lo quitó a Kane en un mano a mano providencial. Aguantó con la sangre congelada hasta tener encima al delantero de los Blackhawks y cerró las piernas en la última décima de segundo.
Ya en los penaltis, la tanda se fue a los ocho lanzamientos y ahí la buena mano de TJ Oshie, uno de los grandes especialistas estadounidenses de la NHL, hizo el resto dejando el Bolshoy con un silencio espectral.
Un triunfo estadounidense que desequilibra la balanza con Rusia en grandes citas (Juegos y Mundiales): tras 15 duelos, llevan siete triunfos, por seis rusos y dos empates. Seguro que a los héroes del Milagro Sobre Hielo de 1980 se les escapó hoy una sonrisa de satisfacción...