El Liverpool se agarra a la Premier en la locura de Anfield

Liverpool, AS
Triunfo de un Liverpool, 4-3 sobre el Swansea, que llega a los 56 puntos y aguanta el ritmo de Chelsea (60), Arsenal (59) y City (57). Además, asegura un poco más la Champions al dejar al Tottenham a dos victorias.
Todavía retumbaba el Youll never walk alone en las gradas de Anfield cuando Sterling se sacó un espectacular pase con el exterior para Sturridge, que regateó al portero y puso el 1-0 en el marcador. Minuto tres y el Liverpool, obligado a ganar, ya ganaba.
Mejoró el Swansea tras recibir el primero gracias a Bony y Routledge, pero vio como Henderson mandaba el balón a la escuadra derecha de Vorm cuando más se avecinaba el empate. El medio centro red recibió de Sturridge tras una gran jugada de éste y desde fuera del área relajaba los ánimos galeses. Y todavía no había aparecido Luis Suárez.



Tres llegadas le habían servido a los de Rodgers para poner tierra de por medio en el resultado en tan sólo 20 minutos. Hasta que Shelvey recordó por qué había jugado como local en Anfield. El mediapunta del Swansea, celoso del gol de Henderson, recortó distancias con un precioso tanto desde 20 metros. Otro más a su colección. La grada le aplaudió en parte por el golazo y en parte por su pasado red.
El Swansea seguía siendo mejor que el Liverpool a pesar del 2-1. Luis Suárez y Coutinho no aparecían y Bony comenzaba a oler a gol. De Guzmán saca una falta lateral, Bony remata y el balón golpea en Skrtel para entrar en la portería.

Empate. No le gustaba eso a Luis Suárez, que recibe en la esquina del área, ve a Sturridge y le envía un regalo que el inglés sólo tiene que empujar con la cabeza. El uruguayo había entrado en el partido e incluso intentó un gol desde el medio del campo. El encuentro llegaba roto al descanso.
Nada más empezar la segunda parte Skrtel hacía honor al horrible día de la defensa local y cometía penalti sobre Bony. El delantero marfileño no perdonaba desde los once metros y empataba, de nuevo, el partido.
Le tocaba hablar a Luis Suárez. El uruguayo perdonó varias, una de ellas ante Vorm por querer emular a Sturridge en vez de golpear de primeras. A pesar de no marcar, demostró que es medio Liverpool.
En la otra área, Bony dominaba a Skrtel y Agger, que acabó siendo sustituido por Kolo Touré. Un taconazo del delantero dejó sólo a De Guzmán contra Mignolet. Venció el portero belga.

Volvió a hablar Suárez y la suerte dejó claro una vez más que esta temporada está del lado red. El uruguayo se crea una jugada desde el pico del área, dispara flojo pero Williams despeja mal, el balón le llega a Henderson que, tras un primer tiro atajado por Vorm, pone el 4-3 final en el marcador.
A partir de ahí apretó el Swansea pero más por fallos de la defensa del Pool que por aciertos propios. El conjunto galés tiene un gran rematador en Bony, pero le falta crear juego en el centro del campo. En las contras los locales pudieron matar. Primero el palo y luego Vorm impidieron la manita a sendos disparos de Gerrard. La victoria estaba sellada.