Casillas, un récord para la historia
J.M. Matute
Madrid, La Opinión
Iker Casillas volverá mañana al banquillo con ocasión de la visita del Madrid al Getafe. Es la Liga. Así lo quiere la hija de Carlo Ancelotti, así lo ordena Florentino Pérez y así lo bendice el entrenador merengue, que ante el intento presidencial de mindundear al guardameta no está consiguiendo otra cosa que engrandecer su leyenda.
A Casillas le relegaron para la Copa y en ella ha hecho historia en ocho partidos. Cuatro eliminatorias sin recibir un gol –Xátiva, Osasuna, Espanyol y Atlético de Madrid– para llevar inmaculado al Madrid hasta la final. Antes en la historia sólo el Athletic había alcanzado el partido definitivo sin recibir un gol... y de ello hace casi un siglo y en una Copa con «trampa». Fue en 1916 y sólo la jugaban tres equipos: Madrid, Barcelona y Athletic. Los bilbaínos ganaron el sorteo y se presentaron directamente en la final. Llegaron sin goles... pero también sin jugar.
Casillas lleva los 720 minutos de esta temporada con el portal a cero en la Copa, a los que hay que sumar los 142 que lleva imbatido en la Liga de Campeones para elevar su récord personal a 862 minutos. Hasta Ancelotti ha reconocido que se hace difícil explicar la situación de Casillas en el club, salvo el hecho de tener que purgar como antes hicieron otros su condición de líder natural del equipo. Y al patrón Pérez no le gustan los sindicalistas molestos, como no le gustaron en su día los posicionamientos y el ascendente de Raúl González o Fernando Hierro en el vestuario. Si Casillas no fuera un canterano blanco, y habiendo sido elegido en cinco ocasiones como el mejor portero del mundo, nadie duda de que Florentino Pérez hubiera tirado de la chequera institucional para incorporarle a su galaxia. Esta temporada entre los seis partidos que ha jugado en la Liga de Campeones y los ocho de la Copa le han marcado cuatro goles (0,28 por partido), por los 24 en 23 encuentros de Liga recibidos por el Madrid con Diego López.
Pero ni el problema de Casillas es Diego López ni el de Diego López es Casillas. Con uno y otro el Madrid apunta a todos los frentes, a todos los títulos. Pero de aquí a fin de año tendrá que definirse Florentino, pues no puede seguir con dos porteros que tienen la misma edad (32 años) y el mismo plazo de contrato (2017). El objetivo puede ser ahora prescindir de Casillas –más caro y también más vendible–, como en su día prescindió de Raúl o de Del Bosque porque no daba el perfil de entrenador vendedor de camisetas. Claro que siempre cabe pensar que el objetivo de Pérez-Ancelotti es resguardar a Casillas en la Liga para asaltar de una vez por todas la Décima. Y la Copa.
Madrid, La Opinión
Iker Casillas volverá mañana al banquillo con ocasión de la visita del Madrid al Getafe. Es la Liga. Así lo quiere la hija de Carlo Ancelotti, así lo ordena Florentino Pérez y así lo bendice el entrenador merengue, que ante el intento presidencial de mindundear al guardameta no está consiguiendo otra cosa que engrandecer su leyenda.
A Casillas le relegaron para la Copa y en ella ha hecho historia en ocho partidos. Cuatro eliminatorias sin recibir un gol –Xátiva, Osasuna, Espanyol y Atlético de Madrid– para llevar inmaculado al Madrid hasta la final. Antes en la historia sólo el Athletic había alcanzado el partido definitivo sin recibir un gol... y de ello hace casi un siglo y en una Copa con «trampa». Fue en 1916 y sólo la jugaban tres equipos: Madrid, Barcelona y Athletic. Los bilbaínos ganaron el sorteo y se presentaron directamente en la final. Llegaron sin goles... pero también sin jugar.
Casillas lleva los 720 minutos de esta temporada con el portal a cero en la Copa, a los que hay que sumar los 142 que lleva imbatido en la Liga de Campeones para elevar su récord personal a 862 minutos. Hasta Ancelotti ha reconocido que se hace difícil explicar la situación de Casillas en el club, salvo el hecho de tener que purgar como antes hicieron otros su condición de líder natural del equipo. Y al patrón Pérez no le gustan los sindicalistas molestos, como no le gustaron en su día los posicionamientos y el ascendente de Raúl González o Fernando Hierro en el vestuario. Si Casillas no fuera un canterano blanco, y habiendo sido elegido en cinco ocasiones como el mejor portero del mundo, nadie duda de que Florentino Pérez hubiera tirado de la chequera institucional para incorporarle a su galaxia. Esta temporada entre los seis partidos que ha jugado en la Liga de Campeones y los ocho de la Copa le han marcado cuatro goles (0,28 por partido), por los 24 en 23 encuentros de Liga recibidos por el Madrid con Diego López.
Pero ni el problema de Casillas es Diego López ni el de Diego López es Casillas. Con uno y otro el Madrid apunta a todos los frentes, a todos los títulos. Pero de aquí a fin de año tendrá que definirse Florentino, pues no puede seguir con dos porteros que tienen la misma edad (32 años) y el mismo plazo de contrato (2017). El objetivo puede ser ahora prescindir de Casillas –más caro y también más vendible–, como en su día prescindió de Raúl o de Del Bosque porque no daba el perfil de entrenador vendedor de camisetas. Claro que siempre cabe pensar que el objetivo de Pérez-Ancelotti es resguardar a Casillas en la Liga para asaltar de una vez por todas la Décima. Y la Copa.