Brasil asegura que la “pauta” del Mundial será “la fiesta y no la violencia”
Brasilia, EFE
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, volvió a negar que las protestas que vive el país puedan ser un obstáculo para el Mundial de fútbol y aseguró que “la pauta de la Copa será la fiesta, no la violencia”.
“El Mundial es una fiesta en todo el mundo y en Brasil no será diferente”, declaró Rebelo en una entrevista publicada hoy por el semanario Istoé, en la que también aseguró que “los turistas serán bienvenidos” y que su seguridad estará garantizada por el Estado.
También reiteró que los estadios y todas las infraestructuras necesarias para la celebración del Mundial, que comenzará el próximo 12 de junio, estarán “listos”, pese a los atrasos que se registran en muchas de las obras.
Como ha hecho en otras oportunidades, Rebelo recordó que durante la Copa Confederaciones, en junio pasado, Brasil vivió una ola de protestas sin precedentes y que eso no afectó el desarrollo de la competición ni “hubo ningún incidente” que pusiera en riesgo alguno de los partidos.
El mismo mensaje transmitió el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en una entrevista que publica hoy la revista Época, en la cual aseguró que “tanto los brasileños como los extranjeros” que visitarán el país para el Mundial “pueden estar tranquilos”.
Cardozo dijo que las autoridades cuentan con un plan de seguridad “muy bien hecho”, que implicará a todos los organismos policiales y a las Fuerzas Armadas.
El ministro calificó de “absolutamente natural” la posibilidad de que pueda haber protestas, pero apuntó que también es “absolutamente natural que el Estado esté presente en ellas, para garantizar tanto el libre derecho a la manifestación como el orden público”.
Reiteró, asimismo, que el Gobierno confía en la pronta aprobación de un proyecto de ley que endurecerá las penas aplicadas por actos violentos durante manifestaciones.
Sobre ese proyecto de ley, el ministro ya había adelantado este viernes que la intención del Gobierno es que sea aprobado por las cámaras y promulgado antes del Mundial, a fin de que sirva para inhibir a los grupos que planean actos violentos durante el torneo.
Según Cardozo, “la idea es contar con una ley equilibrada, sin excesos y que tenga como base la democracia brasileña, que no acepta actos ilícitos ni tolera la violencia, pero que garantiza el derecho de las personas a manifestarse”.
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, volvió a negar que las protestas que vive el país puedan ser un obstáculo para el Mundial de fútbol y aseguró que “la pauta de la Copa será la fiesta, no la violencia”.
“El Mundial es una fiesta en todo el mundo y en Brasil no será diferente”, declaró Rebelo en una entrevista publicada hoy por el semanario Istoé, en la que también aseguró que “los turistas serán bienvenidos” y que su seguridad estará garantizada por el Estado.
También reiteró que los estadios y todas las infraestructuras necesarias para la celebración del Mundial, que comenzará el próximo 12 de junio, estarán “listos”, pese a los atrasos que se registran en muchas de las obras.
Como ha hecho en otras oportunidades, Rebelo recordó que durante la Copa Confederaciones, en junio pasado, Brasil vivió una ola de protestas sin precedentes y que eso no afectó el desarrollo de la competición ni “hubo ningún incidente” que pusiera en riesgo alguno de los partidos.
El mismo mensaje transmitió el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en una entrevista que publica hoy la revista Época, en la cual aseguró que “tanto los brasileños como los extranjeros” que visitarán el país para el Mundial “pueden estar tranquilos”.
Cardozo dijo que las autoridades cuentan con un plan de seguridad “muy bien hecho”, que implicará a todos los organismos policiales y a las Fuerzas Armadas.
El ministro calificó de “absolutamente natural” la posibilidad de que pueda haber protestas, pero apuntó que también es “absolutamente natural que el Estado esté presente en ellas, para garantizar tanto el libre derecho a la manifestación como el orden público”.
Reiteró, asimismo, que el Gobierno confía en la pronta aprobación de un proyecto de ley que endurecerá las penas aplicadas por actos violentos durante manifestaciones.
Sobre ese proyecto de ley, el ministro ya había adelantado este viernes que la intención del Gobierno es que sea aprobado por las cámaras y promulgado antes del Mundial, a fin de que sirva para inhibir a los grupos que planean actos violentos durante el torneo.
Según Cardozo, “la idea es contar con una ley equilibrada, sin excesos y que tenga como base la democracia brasileña, que no acepta actos ilícitos ni tolera la violencia, pero que garantiza el derecho de las personas a manifestarse”.