Tensiones entre el gobierno de Siria y la oposición se toman Ginebra II
Ginebra, BBC
El canciller sirio, Walid Muallem, y el presidente de la opositora Coalición Nacional, Ahmed Jarba, en desacuerdo desde el inicio de Ginebra II.
Las tensiones entre el gobierno de Siria y representantes de la oposición quedaron de manifiesto durante las primeras declaraciones realizadas en el marco de las conversaciones de Ginebra II, este miércoles.
La esperada reunión internacional, que comenzó en la ciudad suiza de Montreux, tiene por finalidad avanzar en el diálogo de paz para el país árabe.
Durante los discursos de apertura, el líder opositor Ahmed Jarba acusó al presidente Bashar al Asad de cometer crímenes de guerra e insistió en que el mandatario no puede tener ningún rol político en el futuro que intenta delinearse para Siria.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, llamó "traidores" a miembros de la oposición y los acusó de ser agentes de fuerzas extranjeras. También declaró que Al Asad no cederá ante las presiones ni presentará su renuncia.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a las partes abocarse a un diálogo constructivo.
Las negociaciones formales para definir cuestiones relativas a un nuevo gobierno en Damasco -como las treguas regionales o los cese el fuego- comenzarán el viernes, cuando las charlas se muden de Montreux a Ginebra.
De lograrse progresos, Ginebra II abriría el paso a reuniones privadas entre las partes, por primera vez desde el inicio del conflicto, en 2011.
Muchos dudan del éxito, sin embargo, mientras otros señalan que hay importantes sectores de la oposición siria que están ausentes de la reunión.
El canciller sirio, Walid Muallem, y el presidente de la opositora Coalición Nacional, Ahmed Jarba, en desacuerdo desde el inicio de Ginebra II.
Las tensiones entre el gobierno de Siria y representantes de la oposición quedaron de manifiesto durante las primeras declaraciones realizadas en el marco de las conversaciones de Ginebra II, este miércoles.
La esperada reunión internacional, que comenzó en la ciudad suiza de Montreux, tiene por finalidad avanzar en el diálogo de paz para el país árabe.
Durante los discursos de apertura, el líder opositor Ahmed Jarba acusó al presidente Bashar al Asad de cometer crímenes de guerra e insistió en que el mandatario no puede tener ningún rol político en el futuro que intenta delinearse para Siria.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, llamó "traidores" a miembros de la oposición y los acusó de ser agentes de fuerzas extranjeras. También declaró que Al Asad no cederá ante las presiones ni presentará su renuncia.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a las partes abocarse a un diálogo constructivo.
Las negociaciones formales para definir cuestiones relativas a un nuevo gobierno en Damasco -como las treguas regionales o los cese el fuego- comenzarán el viernes, cuando las charlas se muden de Montreux a Ginebra.
De lograrse progresos, Ginebra II abriría el paso a reuniones privadas entre las partes, por primera vez desde el inicio del conflicto, en 2011.
Muchos dudan del éxito, sin embargo, mientras otros señalan que hay importantes sectores de la oposición siria que están ausentes de la reunión.