Siria: 1.900 muertos durante conversaciones
Beirut, AP
Los combates en Siria han dejado casi 1.900 muertos, entre ellos al menos 430 civiles, durante la semana de conversaciones de paz organizadas por la ONU en Suiza, dijeron el viernes activistas.
La cifra de muertos indica que la violencia prácticamente no cedió mientras las partes en conflicto se reunieron, topándose con posturas intransigentes y sin que se alcanzara ningún acuerdo que pueda ayudar a resolver el conflicto.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó las cifras. Su director, Rami Abdurrahman, dijo que la sangrienta cifra de la semana fue similar al promedio en estos momentos del conflicto de tres años.
El número incluye al menos 430 civiles asesinados por bombas, francotiradores, misiles y otras causas. El resto eran rebeldes y fuerzas leales al presidente Bashar Assad. El Observatorio obtiene su información de los activistas sobre el terreno, y también lleva las cuentas de un número total.
La reunión por la paz no produjo ningún resultado tangible, aunque los contactos en Suiza probablemente desemboquen en negociaciones prolongadas para tratar de resolver la guerra.
El conflicto comenzó como protestas en gran medida pacíficas contra Assad en marzo de 2011, pero ya se convirtió en una guerra civil cada vez más sectaria que ha provocado la muerte de más de 130.000 personas. También ha desplazado por la fuerza a un tercio de toda la población siria, calculada en 23 millones antes de la guerra, incluidos más de dos millones que han huido a los países vecinos. Decenas de miles más están atrapados en zonas controladas por los rebeldes, donde los leales a Assad impiden el ingreso de la ayuda alimentaria con el fin de doblegar su resistencia.
Entre los más activos entre los grupos insurgentes están suníes radicales vinculados con al-Qaida, algunos de los cuales son culpados de atrocidades contra las minorías.
La violencia también se ha desbordado hacia el Líbano, vecino de Siria. Proyectiles disparados por tanques del gobierno sirio explotaron en barrancos y valles de la provincia norteña montañosa de Akkar y provocaron la muerte de un libio que vivía en el Líbano y varios heridos, dijo un funcionario de seguridad libanés.
Añadió que al menos 50 proyectiles de tanque golpearon en ocho localidades de la frontera o sus alrededores.
En Siria, helicópteros del gobierno continuaron arrojando bombas de barril cargadas de explosivos y combustible sobre las partes de la norteña ciudad de Alepo bajo control rebelde.
El jueves, al menos 16 personas murieron en Alepo por ataques de ese tipo.
Los combates en Siria han dejado casi 1.900 muertos, entre ellos al menos 430 civiles, durante la semana de conversaciones de paz organizadas por la ONU en Suiza, dijeron el viernes activistas.
La cifra de muertos indica que la violencia prácticamente no cedió mientras las partes en conflicto se reunieron, topándose con posturas intransigentes y sin que se alcanzara ningún acuerdo que pueda ayudar a resolver el conflicto.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó las cifras. Su director, Rami Abdurrahman, dijo que la sangrienta cifra de la semana fue similar al promedio en estos momentos del conflicto de tres años.
El número incluye al menos 430 civiles asesinados por bombas, francotiradores, misiles y otras causas. El resto eran rebeldes y fuerzas leales al presidente Bashar Assad. El Observatorio obtiene su información de los activistas sobre el terreno, y también lleva las cuentas de un número total.
La reunión por la paz no produjo ningún resultado tangible, aunque los contactos en Suiza probablemente desemboquen en negociaciones prolongadas para tratar de resolver la guerra.
El conflicto comenzó como protestas en gran medida pacíficas contra Assad en marzo de 2011, pero ya se convirtió en una guerra civil cada vez más sectaria que ha provocado la muerte de más de 130.000 personas. También ha desplazado por la fuerza a un tercio de toda la población siria, calculada en 23 millones antes de la guerra, incluidos más de dos millones que han huido a los países vecinos. Decenas de miles más están atrapados en zonas controladas por los rebeldes, donde los leales a Assad impiden el ingreso de la ayuda alimentaria con el fin de doblegar su resistencia.
Entre los más activos entre los grupos insurgentes están suníes radicales vinculados con al-Qaida, algunos de los cuales son culpados de atrocidades contra las minorías.
La violencia también se ha desbordado hacia el Líbano, vecino de Siria. Proyectiles disparados por tanques del gobierno sirio explotaron en barrancos y valles de la provincia norteña montañosa de Akkar y provocaron la muerte de un libio que vivía en el Líbano y varios heridos, dijo un funcionario de seguridad libanés.
Añadió que al menos 50 proyectiles de tanque golpearon en ocho localidades de la frontera o sus alrededores.
En Siria, helicópteros del gobierno continuaron arrojando bombas de barril cargadas de explosivos y combustible sobre las partes de la norteña ciudad de Alepo bajo control rebelde.
El jueves, al menos 16 personas murieron en Alepo por ataques de ese tipo.