Schumacher lucha por la vida

El entorno de Schumacher y los médicos que le tratan ponen freno a cualquier tipo de euforia sobre la evolución del alemán, en estado crítico pero estable después de ser operado

Oriol Puigdemont, El País
El expiloto alemán Michael Schumacher, ingresado en el Hospital Universitario de Grenoble (Francia) desde el pasado domingo después de sufrir un accidente de esquí en los Alpes franceses, seguía ayer en situación crítica pero estable, según explicó la portavoz del alemán, Sabine Kehm. “Michael ha pasado la noche y las primeras horas de la mañana estable. Estas son todas las buenas noticias por ahora, pero no voy a entrar en más detalles médicos”, afirmó desde el hospital en el que está ingresado el siete veces campeón del mundo de F-1.


Kehm quiso dejar claro que el esas “buenas noticias” a las que aludía no querían decir “que se esté recuperando rápidamente”. La portavoz rechazó hacer un análisis médico de la situación del expiloto. Desde el hospital ya habían advertido el día anterior que solo habrá comunicados sobre el estado de Schumacher en caso de que se decida volver a intervenir al excorredor, algo que de entrada no está previsto por el momento. En ningún caso, advirtió la directora de la clínica, habrá un parte diario sobre su estado.

Las primeras sensaciones positivas tras el accidente llegaron el martes, cuando los médicos que atienden al piloto observaron cierta mejoría. El equipo de siete personas que operó a Schumi durante dos horas consiguió reducir alguno de los muchos hematomas que se habían formado a partir del traumatismo, por más que todavía quedan otros que no han podido eliminarse, además de lesiones serias. “Todavía hay hemorragias intracraneales”, puntualizaron los doctores; “de modo que su estado de salud sigue siendo grave”. Schumacher sigue en coma inducido.

“Su familia está con él, pero tampoco voy a entrar en más detalles porque no sirve de nada y porque espero que entiendan que es un asunto privado”, insistió Sabine Kehm, la portavoz del piloto. Kehm también aseguró que no se sabía nada del periodista que se disfrazó de cura para intentar llegar hasta Schumacher y que ni siquiera sabía si se trataba de un reportero, un fotógrafo o un cámara. “Los guardias de seguridad lo descubrieron y lo expulsaron, es todo lo que sabemos”.

Tanto desde el hospital como en el entorno del expiloto se ha querido poner freno a cualquier tipo de euforia que pudiera haberse generado acerca de la recuperación del germano. “Hemos decidido hablar de forma objetiva sobre lo que tenemos ahora mismo. No sería justo por nuestra parte hablar sobre el futuro, no se trata de hacer previsiones en este sentido”, dijo Gérard Saillant, un reputado neurocirujano, fundador del Instituto del Cerebro y amigo personal de Schumacher.

Los doctores del hospital de Grenoble han sido muy taxativos a la hora de estudiar un posible traslado del paciente: “Es muy importante que sigamos tratándolo aquí, moverlo ahora sería un riesgo innecesariamente elevado”. El Kaiser sigue luchando por sobrevivir.

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